Capítulo 132

-Esa parte tuya no la conocía. ¿Qué se supone que tengo que decir al respecto? ¿Porque ésto no será una broma, verdad?

-¿Tú me ves con cara de broma? - Se pasa la mano por la cara frotándose, no se lo cree – Creetelo Raúl, y esta tarde lo vas a comprobar. - Volvamos al salón.

Volvemos al salón y nos sentamos junto a mi hermano y su novia que se acaban de levantar y estamos desayunando.

-Teníamos pensado en ir un fin de semana de estos a algún sitio a cambiar un poquino de aires. ¿os apuntáis? - ¿Mi hermano ofreciándome algo que no es trabajo? ¡Ésto es histórico! Hay que aprovecharlo, una oportunidad así no hay que dejarla escapar.

-Por mí vale, pero si vienen Raúl y Lara.

-Claro, claro. La cosa es que hagamos algo todos juntos.

-¿A dónde sería?

-Eso está por verse. Habíamos pensado en ir a la nieve pero un fin de semana en la nieve no cunde.

-¿Y un balneario? - Es lo primero que se me pasa por la cabeza. Creo que es el mejor sitio para ir a descansar un fin de semana.

-¿Quién se va de balneario con quién? - Mi madre aparece en el salón batiendo unos huevos. ¡Que metomentodo, la virgen! ¿Qué mas da a dónde vayamos o dejemos de ir? Es que de verdad, a veces pienso que, por estas cosas, hice bien en irme, al menos no vivo con las preguntas en la oreja. No lo soporto

-Mamá, son conversaciones nuestras privadas, no tienes por qué meterte en ellas. - Salta mi hermano que creo que también está hasta las narices

-Bueno, hijo, solamente me preocupo por vosotros, pero si no queréis que esté yo aquí me vuelvo a la cocina y no os molesto más y así habláis tranquilos. Si yo lo único que hago siempre es molestar y estar siempre en el medio – Ya está con su melodramatismo. A veces pienso que Lara y yo nos lo deberíamos mirar a ver si tenemos las madres cambiadas porque sino... no me lo explico.

-Joder mamá, deja ya el dramatismo, que no cuela. Ya te conocemos, no das pena – Mi madre se va a regañadientes. Por esto no me gusta hablar de cosas más privadas en casa – ¿Con el balneario estábamos, no, hermanita? Pues sí, creo que un balneario está bien, además, no impide a Dani la radio ese sábado.

-Pues ahí entonces.

-Raúl, ¿puedes hacer el favor ya de bajar un poco la velocidad? Como sigas así ya verás como nos acaban poniendo una multa, bueno a mí no, a ti.

-¿Si freno un poco te vas a callar?

-Sí – La aguja del cuentakilómetros empieza a moverse hacia atrás – Mejor. - Miro a Raúl, parece preocupado. - ¿cielo, qué te pasa?

-Nada – Toso, ese tosido provocado y que se nota que lo es – Estoy pensando en lo de anoche.

-Mejor no pienses.

-Si no quiero pensar pero... el pensamiento me viene solo a la mente – Supongo que Dani te terminaría de contar lo que te conté a medias una vez de lo de ese verano que te conte...

-Que te tirabas Lara porque sí, dilo directamente. Sí, supones bien. No veo ningún problema en eso. Vosotros sabríais lo que hacíais. Eso pasó antes de estar nosotros dos y no me tiene que importar, no tengo motivo para que me importe. No tengo que controlar por lo que hiciste en un pasado, sino por lo que haces en un presente y ni eso porque yo no puedo saber si quiera lo que piensas o lo que sientes dentro, tanto como tú a mi.

-Pero es que no quiero que pienses que lo que pasó ayer lo pensamos para poneros la escusa del intercambio de parejas para no sentir que eran “cuernos”.

-Bah, el por qué de lo que hicimos da igual. Yo no se lo que hicistéis vosotros y vosotros no sabéis lo que hicimos nosotros. Bueno sí, todos sabemos lo que hicimos todos y si no ya se encargó Lara de hacerlo saber.

-De Lara no te creas ni la mitad, esta mañana exageró mucho con lo de “nos distéis envidia”. No sabemos que pasó con vosotros con fiabiliadad, pero vamos, que me lo imagino siendo vosotros dos.

-¿A qué te refieres con lo de siendo nosotros dos?

-Me refiero a la tensión sexual no resuelta que hay, o al menos había. Te voy a decir la verdad, pensamos eso por ese motivo, porque no estábamos a gusto con esa tensión que había entre los dos. Pensamos que con eso o la solucionaríamos o os dabais cuenta de lo que en realidad sentís, cualquiera de las dos sería mejor que seguir como estábamos.

-Entonces... ¿de verdad es para tanto? Lo siento – Ahora me siento mal.

-No tienes por qué disculparte, es algo que no se controla, que viene en el instinto, algo que es puramente sexual, algunos dicen que eso es por el destino... no se exactamente eso por qué ocurre pero lo qeu sí sé es que no se puede controlar. ¿Tenías ganas, verdad? - ¿Qué debo responder al respecto? No conesto – Vamos, dime la verdad, que me da igual, luego te digo lo mío. - Mejor le cuento.

-Podría decirse que...bueno sí, vamos lo normal - ¿Normal? Eso no me lo creo ni yo.

-Ya normal.

-Sí, normal, ¿y vuestro parchís qué tal? ¿Cuánto tiempo estuvistéis jugando?

-Hasta que nos entró sueño. Ya te he dicho que no creas lo que dice Lara – Esto si que me ha descolocado, ¿así que no pasó nada?

-¿Así que los únicos que hicimos algo fuimos Dani y yo?

-No – Se ríe - el “parchís” que decíamos no es un parchís normal. Lo hicimos nosotros cuando... ejem... lo del verano... - Ya me imagino lo que es – Un día se lo pido y lo pruebas.

-Pero más o menos cómo es.

-¿Te acuerdas en el cumple de mi sobrino el juego ese qeu tenían, ese era más oca, que cada casilla era una prueba? - Afirmo – Algo así, pero unas pruebas no aptas para menores. ¿Especifico más?

-No hace falta, ya te entiendo. - No volvemos a hablar en un rato – ¿Pongo la radio? - Digo para romper el silencio.

-Vale – LE doy al botón de encender la radio y está sonando Pablo Alborán, miedo, se titula, una canción que me hace pensar. ¿Tanto se me nota que en el fondo me gusta Dani? ¿Y si a él le pasa lo mismo que a mí, que le gusto peor no se atreve a decírmelo? No creo, yo no soy su tipo de chica. No soy tan guapa como Lara ni tampoco estoy en su categoría. Cuando quiero darme cuenta ya ha acabado la canción y suena otra.