Capítulo 131

Hemos vuelto temprano a casa de mis padre y ya estaban despiertos, ¡lo que se madruga en esta casa!

-Qué temprano habéis llegado ¿Habrás dormido bien, verdad?

-Sí mamá, he dormido bien – Las madres normales son con “has comido” pero la mía es de “has dormido” las cosa es preguntar, preguntar y preguntar – Hemos venido pronto porque nos vamos hoy en vez de mañana por la mañana.

-¿Por qué?

-Tengo que ir a una reunión

-¿Un domingo por la tarde?

-Mujer, deja a la chica. Qué mas da si se va a una reunión un domingo por la tarde o deja de ir. -Al menos mi padre es razonable y no es tan pesado.

-Eso, haz caso a papá

-Por cierto, ¿y tu novio?

-Fuera, hablando por teléfono. - Raúl entra en la casa guardándose el teléfono en el bolsillo – Ahí viene.

-Buenos días, familia. ¡Qué madrugadores son aquí todos! No como en mi casa que son todos de dormir – Saluda Raúl al entrar en el salón con ese tono siempre tan agradable y amistoso. - Feliz año.

-Gracias Raúl. Igualmente. Por cierto, ayer no tuvimos oportunidad de hablar tu y yo mucho, como estábamos lejos en la mesa.

-La verdad es que no. Hablemos ahora. ¿Algo que quieras saber? Que contesto con plena sinceridad

-Tampoco hace falta tanta sinceridad. Tampoco hace falta saber tanto.

-Si es necesario saber. Voy a ser clara, ¿qué intenciones tienes con Patricia?

-¿Intenciones? Perdone, peor yo no tengo ninguna mala intención. Yo estoy con Patricia porque la quiero, no porque quiera sacar nada de ella. Yo no soy de los que se fijan en las chicas por algo en concreto, yo me fijo en las chicas por como son. ¿Pero por qué me pregunta algo así?

-Porque los hay sueltos muy locos que solo están con las buenas muchachas como Patricia – Me aguanto una carcajada y me doy la vuelta para que no se me note. Eso último me ha hecho gracia, mucha gracia. Si supiera lo “buena muchacha” que soy yo cuando no me ve...me desheredaría y todo. Y no solo me refiero a las cosas no tan cristianas que hago ahora con Raúl, cosas de novios vamos, sino también me refiero a lo de los italianos. - Solo quiero que cuides bien de mi niña y que la protejas de esos locos que solo piensan en el sexo. - Respiro hondo y me doy la vuelta.

-Mamá, por favor, que no soy una niña, que me se cuidar sola – Y tan cuidar.

-Pero de todas formas te deben proteger también porque los hombres con mentalidad sucia sabes a quienes ir y van sobre todo a chicas más indefensas como tú. - Mientras habla mi madre voy leyendo el mensaje que me acaba de mandar Rivera.

-No te preocupes mamá que a mí, en particular no vienen. Saben que me defiendo, sobre todo lo van a saber a partir de esta tarde, al menos en Italia – Ya se para qué tenemos que estar en Madrid esta tarde, viene la prensa italiana con altos cargos de la policía para hablar sobre Vabaragio y su clan. Este paso me lo quiero saltar, no quiero que me conozcan.

-¿Te gusta el baloncesto? - Oigo a mi padre que le dice a Raúl.

-Bueno, no soy de los que se quedan hasta las 3 o 4 de la mañana los viernes para ver la NBA, pero sí, me gusta, algunas veces me voy con los amigos a echar un partidillo, pero vamos, últimamente pocas. - Veo que le hace un gesto para que le siga, ya le va a enseñar la foto con Calderón. ¡Como para decirle qeu conozco a Ricky Rubio! Me pone un altar.

-Patricia, ¿por qué dices lo de esta tarde? - Dice mi madre sacándome de mis pensamientos

-Puede que en alguna cadena salga. He ayudado a capturar a un señor que estaba buscando la policía italiana por un montón de delitos económicos. Esta tarde tenemos que estar en Madrid porque viene la policía italia

-¿Que has hecho qué ? - ¡Ay!

-¿No dices que es de buen cristiano ayudar a los demás y buscar la paz

-Bueno, mirándolo así... Has hecho muy bien, hija. - Raúl vuelve al salón con nosotros.

-Raúl cariño, tengo que hablar contigo, ¿puedes venir o mi padre te solicita para algo más? - Mi padre me hace un gesto de negación. Agarro a Raúl y tiro de él hasta mi habitación, asi podremos hablar más tranquilos. - Ya es hora de que te cuente lo que ha pasado – Me siento en el borde de la cama y él hace lo mismo. - Voy a empezar por el casi final y luego voy al principio. Los que empujaron a Anna por las escaleras eran dos tíos pagados por un italiano que por unas movidas nos estaba buscando. - Me está mirando con una cara de “algo me he perdido” flipante – Voy al principio. Estaba todavía el otro programa cuando Dani empezó a comportarse de una forma extraña y le presioné a que me dijera qué era lo que le pasaba. Me contó que había un tipo que tenía la tarea de llevar a la ruina nuestro programa y un detective privado estaba estudiando el caso. Me dijo que él estaba ayudando al detective y por eso estaba así, que no pasaba mucho por casa, que hablaba por teléfono medio a escondidas y demás pero tampoco me quiso contar mucho. Cuando Arturo Rivera, el detective, se enteró de que lo sabía pidió mi ayuda y aproveché aquello para enterarme de todo lo que estaba pasando. Esa misma tarde que dije sí a entrar en la investigación fue a casa de Rivera y me contó todo más detenidamente; el tipo se llamaba Andrea Vabaragio aunque, como le estaban persiguiendo en Italia por unos chanchullos que tuvo con Berlusconi, se cambió el nombre y se pasó a llamar Fabio Manes – Abre los ojos todo lo que puede al oir éste nombre, sabe quien es - Lo que no sabía cuando acepte ayudar es dónde me iba a meter. El primer sitio fue el casino éste al que van los tíos con pasta, para conseguir sacar información a Paolo Vasile sobre él ya que se conocen. Para ello tuve que ir al casino con Rivera porque Dani dijo que él no se metía en un sitio de esos, de todas formas hubiera tenido que ir Rivera, y “seducir” a Vasile para conseguir llevarle a casa de Arturo y allí a base de amenazas sonsacarle la información. Luego han sido una sucesión de actos pequeños sin tanta importancia hasta que estuvimos a punto de atrapar a Andrea después de que Rivera, Dani y el hermano de Dani se jugarán el pellejo y los puntos del carné y yo la libertad por posesión ilegal de armas. Ésto se nos fue al garete por culpa de la policía que actuó antes de lo debido, eso fue el mismo día de lo de Anna, por la mañana. Luego, al día siguiente, cuando me fui corriendo de tu casa era porque teníamos que ir a seguir con el plan. Cuando Dani vino a despedirse no se fue a León, sino a una parcela que tiene Arturo. El jardinero era socio de Andrea y a Arturo se le ocurrió que, como el italiano estaba buscando a Dani, que se fuera allí, el jardinero avisara al otro y que fuera, una vez allí estaríamos nosotros y la policía italiana que llegó ese mismo día. Y así paso, entre todos les pillamos. Lo bueno es que ya acabó todo, ya estamos tranquilos.