lunes, 30 de abril de 2012

Capítulo 1. Si tú invitas


Hola, me llamo Patricia y soy compañera de piso de alguien que seguro que conocéis, Dani Martínez. Hoy es 3 de mayo y cumplo 29 años. Estoy sentada, como cada mañana de lunes a viernes, en el borde de la cama apagando el despertador y buscando las zapatillas de andar por casa con los pies. ¡Ay que sueño!
-¿Ya te vas? Es muy temprano – Rectifico, ya no soy su simple compañera de piso, ahora soy su novia. Se acerca a mi moviéndose en la cama pasando un brazo por mi cintura – Un ratito más... - Me escapo de su brazo y me pongo de rodillas en el borde de la cama y me quedo observándole durante unos segundos. Me agacho para darle un beso y cuando junto nuestros labios, en ese momento, me empuja la espalda y caigo sobre él. - Feliz cumpleaños, mi vida.
-¡Dani! Cuidado ¿Y tu no estabas medio dormido?
-Lo estaba – Me dice abriendo un ojo – Ya me desperté del todo. - Me da un beso en el cuello. - Venga, arriba, que hoy yo también tengo que hacer cosas. Por cierto, la cita médica tuya es esta mañana, ¿verdad?
-Cierto – Un pequeño golpecito en el hombro me ayuda a levantarme.
-¿Y si nos vamos hoy a desayunar fuera?
-Vale, si tu invitas.
-Claro, no te voy a dejar pagar a ti... - Se ríe.
-No sigo eso, pero hoy tendría que ir a sacar dinero del cajero y no me apetece ir ahora.
-Que sí, que yo invito. Vamos a un sitio que me gusta mucho y no se si has ido alguna vez. Hay mucho chocolate, como están ahora tan golosa – Me río y le vuelvo a besar.
-Pues me preparo rápido y nos vamos, que hoy tengo mucho trabajo. Me voy a duchar rápidamente, vete vistiendo tú. Ponte mono, que me apetece chulear hoy un poquito. - Tras decirle esto le doy un rápido beso antes de irme. Voy a la otra habitación, la que antes fue mía ya que mi ropa sigue aquí y cojo ropa interior y un vestido de florecitas muy bonito. Ya empieza a hacer calor. Ese vertido con una chaquetita y las manoletinas queda muy bien, y además de que es cómodo, a Dani le gusta. Me voy a duchar. Termino rápido y me pongo la ropa interior. Antes de ponerme el vestido decido peinarme. Cuando estoy en ello Dani aparece detrás de mi y me abraza paseando sus manos acariciándome por mi barriga ya un poco abultada.
-Si antes estabas guapa desde hace casi 4 meses lo estás más.
-Sí, seguro. - Le digo en tono irónico – Lo que estoy es más gorda.
-Eso a mí me da igual. - Tengo hambre, me rugen las tripas. - ¿Tienes hambre, eh? - Afirmo. - Pues me voy a duchar rápidamente yo y nos vamos. - Cojo mi ropa y la pequeña bolsita de maquillaje y me dispongo a salir. No te vayas, da igual, no molestas.
-Es que no quiero que veas como voy. - Sonríe y salgo del baño para ir a la habitación a vestirme. Cuando termino de vestirme el móvil suena. ¿Quién puede ser a estas horas? Miro la pantalla del móvil ¿Jose?
-Hola Jose, buenos días ¿pasa algo? - Le digo con un tono de preocupación.
-No te preocupes. Acabo de llegar al restaurante y me he puesto a escuchar los mensajes del contestador. ¿Sabes que ya han terminado las obras de reforma del puente? - Afirmo – Pues se reinaugura el jueves y viene al pueblo el Rey. ¿Y a qué no adivinas dónde ha dicho que come?
-¡No me digas que va a tu restaurante!
-¡Como lo oyes! Pero no se qué decir, es demasiada responsabilidad
-Mucha publicidad para tu restaurante. ¿Te imaginas cuándo salga en el telediario, aunque sea solo sea de fondo, y aunque no sea en el telediario? Pero imagínate cuándo la gente sepa que ha venido ahí diran “¡Ay! Si han ido ahí los Reyes ahí será por algo. ¿Vamos a ver qué tal? - Me río y él también. Noto la cabeza de Dani apoyada en mi hombro con sus manos en mi cintura. Me da un beso en la mejilla.
-Voy a aceptar con una condición.
-¿Qué condición?
-Que hagas tú la comida.
-¿¡Como voy a hacer yo la comida en tu restaurante!? Además con el embarazo...
-Por favor, Patricia.
-Vamos a hacer yo una cosa. Lo pienso hoy y a la noche te llamo.
-Como quieras. Ya hablaremos. Recuerdos a dani.
-Vale, lo mismo digo, recuerdos por allí. - Cuelgo y me levanto y me giro. Me giro y abro los brazo a Dani para que me abrace y lo hace. - Gracias
-¿Qué pasa, peque? - Le cuento todo lo que me ha dicho Jose - ¿Qué hago?
-Buf... no se peque, es decisión tuya...
-¿No me aconsejas? - Le digo haciendo pucheritos
-Es que si quieres cocinar, cocina... Solo que el embarazo...
-Dani, si queríais que llevara un restaurante... esa no es escusa.
-Haber empezado por ahí, entonces ve. - Me dice imitando a Felipe. Me río
-Tonto... - Le beso. Me sigue el beso haciéndolo más pasional pegándome a él. - Shh, shh, que nos tenemos que irnos y además tengo hambre. De comida
-Ah, bueno... - Se ríe. - ¿Nos vamos ya?
-Claro. - Bajamos al garaje y nos montamos en el coche. Llegamos a la cafetería, es muy bonita y efectivamente, tiene mucho chocolate, aunque no puedo mucho. Desayunamos y nos dirigimos al hospital.
-Llegamos tarde o vamos bien. - Está el chaval de los nervios.
-Dani, muchacho, tranquilo. Que vamos pronto.
-Es que estoy nervioso, peque.
-Cari, su se te nota. - Se ríe vergonzoso.
-Te quiero
-Y yo a i. - Apoyo mi mano en su muslo y aprovechamos el semáforo en rojo para un pico.
-No me gustan los picos y lo sabes. - Me río y me guiña un ojo
-Te aguantas, estás conduciendo
-Vale. - Dice protestando
AQUÍ EMPIEZA LA SEGUNDA TEMPORADA DE LA HISTORIA.
UNA HISTORIA ALTERNATIVA II

domingo, 29 de abril de 2012

Capítulo 200


Estoy esperando a Dani para que me diga eso que me tiene que decir. Aparece a lo lejos y me hace un gesto para que me acerque hacia él
-Date la vuelta
-¿Por qué?
-Hazme caso...-Le digo con una sonrisa.
-Me fiaré de ti – Me giro y me pone una venda en los ojos.
-¿Ves algo?
-Negro
-Mejor – Sonrío y me coge de la cintura y del brazo para llevarme a algún sitio, supongo que al coche.
-¿A donde me llevas? - Le digo cuando noto que me ha dejado en el coche.
-Sorpresa.
-No me gustan las sorpresas. - Pasa un rato - ¿Me puedo quitar la venda?
-Hasta que no lleguemos no – A dónde iremos. Yo de este me espero cualquier cosa. Para el coche.
-¿Ya? Ya hemos parad
-Pero no hemos llegado. - Entonces hay que andar- ¡Ay madre! Yo me escalabro por ahí, me choco con algo seguro. Creo que estamos en un campo o algo parecido, el camino está lleno de piedras de todos los tamaños. Dani tiene una mano en mi cintura y la otra agarrándome el brazo para guiarme, confiaré el él, no creo que me deje caer. Llevamos un buen rato andando, definitivamente nos paramos. Noto que está detrás de mí agarrándome por lo hombros, coge aire, me va a decir algo.
-Quítate ya la venda – Me la quito y abro los ojos. Wow. Es un paraje precioso, típico del norte. Una gran explanada llana de hierba muy verde y fresca con árboles preciosos, salpicada por puntitos de colores, las flores y algunas casitas al fondo, pero lejos. Una suave brisa que me acaricia la espalda trae consigo el aroma marino. Esto hace que respire hondo – Gírate – Le hago caso y me giro. Si la vista anterior era bonita esta se queda sin calificativos, al fondo el sol empezando a ponerse, quedando en el cielo un tono rosado especial, con las gaviotas revoloteando como sombras alrededor. Los barcos pesqueros que vuelven a puerto después de toda una mañana de faena. Me siento en el paraíso, creo que nunca veré unas imágenes más bonitas que éstas. Dani me agarra las manos haciendo que me gire para quedar mirándole. - Peque, oí, sin querer una conversación tuya con Anna... - ¿Qué conversación habrá oído? Me pongo nerviosa, ¿He de ponerme nerviosa? - Esa conversación me dio en qué pensar durante toda la noche. - ¿Qué será? ¿Tanto pensó? Para que esté así tiene que ser porque hablamos de él, ¿no será...? - Y toda la noche da para pensar mucho, sobre todo recordar, pero solo momentos contigo. Intenté recordar todo el momento de la discoteca cuando... bueno, ya sabes y, bueno, me he dado cuenta que, si decidiste hacerlo conmigo, me querías y... bueno, decirte que yo tambien te quiero, que te he querido desde casi el principio pero yo no me hacía caso ni de mi mismo y cuando me oía me decía que era imposible que a una chica tan perfecta como tú le gustase un desastre como yo. Además, esos momentos en los que no te importaba acostarte conmigo en invierno cuando hacía frío, se me borraba más y más la idea de que pudieses quererme como algo más que un amigo. Te he intentado decir esto un montón de veces pero siempre me acababa entrando miedo porque pensaba que si te lo decía y tú no sentías lo mismo nustra amistad como está se iba a acabar, y que ya no volveríamos a estar igual. Tran la conversación que accidentalmente oí tengo claro que tú estás en las mismas condiciones que yo y es por eso por lo que me he atrevido, porque ya sé que sí me quieres. Yo no te voy a presionar para que me digas que sí, ni siquiera voy a presionarte para que me digas algo, si quieres salir corriendo por esa carretera puedes hacerlo, pero necesito que sepas que te quiero, que eres lo más importante que me ha pasado en toda mi vida y que me gustaría estar contigo. Que soy capaz, si hace falta, de dejarlo todo en Madrid por ti, porque Madrid ya no es nada sin tu presencia, s...
-N hace falta que te vayas de Madrid – Le corto. Me mira algo abatido, creo que cree que le voy a decir que no. Pero está muy equivocado
-¿Eso es un no...?
-No hace falta que te vayas de Madrid porque vuelvo yo.
-¿Por qué? No voy a dejar que dejes tú el trabajo, para dejar trabajos yo, que no tengo que pagar una hipoteca.
-No tengo trabajo, no hay restaurante, una larga historia, pero ¿qué mas da eso?
-¿Y entonces qué vas a hacer?
-¿No me has dicho que querías estar conmigo?
-Entonces eso es un sí. - Sonríe.
-Sí. - Le digo sonríendo. Se abalanza sobre mí abrazándome y me da un beso de esos de película. No quiero que este momento no acabe nunca. Este es el mejor viaje de toda mi vida.

FIN

viernes, 27 de abril de 2012

Capítulo 199 (II)

¡Ay que quizá cierre el restaurante! ¿Y yo que hago is me quedo sin trabajo? ¿Qué hago con la casa recién comprada? Espero que esto sea una broms que me esté haciendo Jose, que sino muero.
-¿Qué te pasa, princesita? - Raúl y Juange se acercan a ,í y se sientan a mi lado en el sofá del salón de la casa.
-Nada - Le contesto mintiendo
-Patricia, no nos mientas, no se llora sin motivo. - Me dice Juange con su mano en mi hombro.
-Yo no estoy llorando
-Lo has estado haciendo, tienes los ojos rojos.
-Puede que me quede sin trabajo... pero no digais nada, que no está claro. No sé ni siquiera qué ha pasado.
-¿Que rayada, no?
-Ya veis. Puede que me quede sin trabajo teniendo la casa recién comprada
-¿No tienes aval, por si acaso?
-Sí, Jose.
-¡Hostias!
-Por eso estoy así. Bueno, no vamos a ser pesimistas.Vamos a pensar que solo ha sido una broma o algo así. Vamos a pensar que no va a cerrar el restaurante y yo no me voy a quedar sin trabajo. Además me dijo quizá, el quizá no dice nada. Hay el 50% de posibilidades de una cosa o de la otra. ¡Es que quien me mandaría a mí comprarme la casa!
-Por el dinero no tienes por qué preocuparte, Patri. Aquí estamos nosotros, tus amigos, que hacemos colecta en un momento.
-Vamos a dejarlo. Ya me las apañaré si es verdad. Y no voy a aceptar vuestro dinero. Pero os vuelvo a decir que espero que no sea necesario. Muchas gracias de todas formas - Suena el teléfono. - Callaos un momento, a ver si es mi jefe. - Cojo el teléfono. - ¿Jose?
-Sí, soy yo
-¿Qué ha pasado? ¿Por qué me has dicho que quizá cerrabas el restaurante? Será una broma, ¿verdad?
-No Patrica, no es broma, y quizá no, seguro, al menos provisionalmente.No voy a ariesgarme a seguir con élabierto.
-Pero¿ por qué? ¿Por qué has decidido eso de la noche a la mañana? Si con el restaurante no tenías problemas.
-¡Claro qeu no tenía problemas! El restaurante iba ahora mejor que nunca, por eso hice la reforma en mayo, porque había muchos beneficios y podía permitirme la obra, pero esto es diferente, es peor.
-Jose, por favor, dímelo ya, que estoy de los nervios. Habla claro.
-Han quemado el restaurante.
-¡¿QUÉ?! - Miro a Raúl y Juange que me están observando desde que empecé la conversación. Tienen gesto de preocupación. - Pero ¿y el seguro? ¿No pagas un seguro para el local?
-Sí, pero los peritos dicen que como el incendio no fue por causas naturales no pueden ni van a hacer absolutamente nada.
-¡¿Fue provocado?!
-Eso dicen
-Entonces estamos ya sin trabajo...
-Me duele decirlo pero sí. Cuando quieras vienes a mi casa y te doy el finiquito. Te cuelgo, ¿vale? que tengo que llamar a los demás. - Cuelga y noto como unas lágrimas quieren recorrer mi cara, pero las freno. - Que me sumo a los cinco millones y pico de parados... - Se hace el silencio en el salón mientras me abrazan. Dani entra por la puerta.
-¡Buenas gente! ¿Qué pasa? PArece que se ha muerto el canario... - Dice Dani alegremente. - Patri, tengo que hablar contigo. ¿Nos vamos esta tarde tú y yo a dar una vuelta y hablamos?
-No tengo muchas ganas de hablar, cari.
-Es importante.
-Vale. - Le digo sin ganas
-¿Qué te pasa?
-Luego te cuento

lunes, 23 de abril de 2012

Capítulo 199

[..............................ANNA..............................]
Estoy sentada en el porche del chalecito que hemos alquilado en Bilbao comiendo pipas,  Dani se sienta junto a mí y se me queda mirando.
-¿Qué quieres, chiqui?
-Nada... - Me dice con un tono poco creíble.
-Nada no, ¿qué quieres?
-¿Podemos hablar?
-Sí, me voy a sacar el título de técnico confidente. ¿De qué quieres hablar?
-De Patri. - Afirmo. - ¿Es verdad que está enamorada de mí?
-¿Tú qué oíste?
-Que me quiere, pero no tiene mucho que ver, eso traería algo en conversación antes de que yo llegase y escuchase eso. Seguro que dijo más cosas antes que eso. Dijo que me quería, pero no tiene por qué ser como persona.
-Pues como persona es. Patricia te quiere y tú a ella también. Tú sabrás lo que haces. Creo que lo mejor sería que se lo dijeses, que seas sincero.
-Es difícil decirlo, la situación no ayuda... - Agacha la cabeza
-¿Qué situación? Que yo sepa estáis bien ahora, al menos eso que sepa yo.
-Sí, si estamos bien, pero ella está viviendo en Hospital y con un trabajo casi recién estrenado y yo una relación a distancia no quiero llevar, porque me agobia mucho, y para estar de novios pero no poder estar juntos... no, no voy a hacerlo.
-Tonto eres.
-Pues tonto soy, pero no le encuentro sentido hacerlo ahora.
-Gallina
-¡Anna!
-Cagado
-Anna, ya. ¿No me entiendes?
-¡Demasiado bien te entiendo! Mucho tiempo estuve yo así con Miki y aquí estamos - Esto último se lo digo enseñándole el anillo.
-Pero tú eres una chica responsable, mucho más responsable que yo.
-¿Y eso qué tiene que ver?
-Pues tiene que ver todo. Sabes llevar una relación en serio. Yo la relación más seria que he tenido ha sido con el director del instituto después de la casi expulsión por imitar al profe de gimnasia con su "quién no empiece a correr ahora está suspenso a final de curso" - Esto último lo dice imitando a su profesor, supongo que será. Me río. - ¿Ves? todo el muundo se ríe, excepto él.
-Hombre Dani, es que a nadie le gusta que se burlen de él y tu profesor se lo tomaría así.
-Ese lo que era es un amargado. Vamos, suspenderme a mí educación física.
-Suspenderías los exámenes.
-No hacíamos exámenes teóricos. ¿Sabes cuándo le declaré la guerra? Cuando me suspendió el práctico de baloncesto.Que tenía puntería pero no técnica...¡Que era base de un equipo de baloncesto, ¿cómo no voy a tener técnica?! - Me dice alterado
-Shhhhh, ya, ¿eh? Que yo no tengo la culpa.
-Lo siento cuqui - Se calma - Es que estoy de los nervios...
-Pues aquí hemos venido a descansar, no ha ponernos de los nervios...
-¿Por qué no le dijiste a Patri que yo la quiero también?
-Porque eso es tu tarea. Eso se lo tienes que decir tú. Además, me dijiste que no saliera por mi boca y no ha salido.
-Pero el momento... ¿Pero es querer querer o querer de estar enamorada?
-¡Dios! Dani, que ella está enamorada de ti. Que solo hace falta verla, ¡incluso Lara se había dado cuenta! ¿Por qué crees que ella, Lara, consiguió meterle Raúl a Patri por los ojos y viceversa? Pues para que se "entretuviera" hablando mal y pronto.
-¿Lara lo sabía?
-Más o menos. Pero por su parte y por la tuya, y aún así estaba contigo, dándose cuenta que tú, lo que estabas de ella era ¿obsesionado?
-Obsesionado, sí, tienes razón. Siempre hacía lo que ella decía, pero no quería mirar otra realidad y darme cuenta que a quien verdaderamente quería estaba con otro, que en el fondo ahora me doy cuenta que estaría haciendo era lo mismo.
-Más o menos, Dani. Ella con Raúl si que estaba a gusto y se le notaba, no como a ti.. Ella ya había hablado al comienzo con Raúl y le había dicho lo que pasaba, él si que empezó a salir con ella siendo consecuente de que ella te quería a ti.
-¿Como le puedes decir a una persona: oye, que si que quiero estar contigo pero estoy enamorada de otro? Es algo raro.
-Sería raro, pero lo bien que les iba hasta que... bueno en fin, el percance con los nervios. Pero ahora todo está quedando como debe ser. Yo con Miki perfectamente buscando quedarme embarazada otra vez, Raúl e Hiba felices juntos esperando al bebé, que aunque no sea de Raúl lo va a criar como si lo fuese, ya lo has oído; solo faltáis PAtri y tú en vuestro sitio. Al menos, intentandolo.
-¿Sabes qué te voy a decir? Que me has abierto los ojos. Lo voy a hacer. se lo voy a decir. Que sea no no sea luego es otra movida, pero al menos sabe que yo también la quiero y ya decidiremos si arriesgar o dejarlo todo como está.
[..............................PATRI..............................]
Suena mi teléfono.
-Patri, lo siento si molesto en tus vacaciones.
-Jose, nunca molestas, ¿Qué pasa?
-Malas noticias - Miedo me da.
-¿Qué pasa? No me asustes, Jose, por favor.
-Quizá tengo que cerrar el restaurante... a menos por un tiempo. Hay problemas. Ahora no puedo hablar contigo, ya te llamo en otro momento y te doy más información. Además no está claro. Adios.
-Pero Jos... - Colgó. ¿Y qué hago yo ahora?

domingo, 22 de abril de 2012

Capítulo 198


Estamos en la playa. Hoy Dani está muy extraño conmigo.
-Anna, ¿no le habrás dicho nada?
-¡Que no! Le digo algo, te enteras y me matas. Y estoy intentando aumentar la familia, no disminuirla – Se ríe – Te juro que yo no he dicho nada.
-Te creeré – Hoy en la cala donde venimos a la playa no estamos solos. Ha venido una chica como de unos 17 o 18 años y dos niños pequeños. Los niños, después de que la chica les echase la crema solar sacan el balón y empiezan a jugar. Creo que hoy va a haber un ratito de autógrafos y similares, ya no solo por Dani, Anna... sino por Sergio, estos chavalines en cuanto le vean le reconocen seguro.
-Hoy ya no estamos solitos... - Dice Lara cuando llega a la toalla de la mano de Sergio. Los chavales mandan, sin querer, la pelota cerca de nosotros. Dani se levanta para pasársela.
-¿Podemos jugar? - Afirman – Sergio, ¿te apuntas a un partidillo? - Sergio se gira mientras afirma y los niños le miran asombrados.
-¡Sergio Ramos! - Dicen a coro. La que supongo que será la hermana mayor alza la cabeza con los gritos de los pequeños al ver al futbolista pero ella no le mira a él, nos mira a nosotros.
-¡Ella es de las nuestras! - Dice Raúl en casi un susurro. Viene hacia nosotros.
-Hola...
-Hola cuqui. ¿Como te llamas?
-Camino. ¿Qué bien se lo pasan eh?
-Ya ves, están todo el día así. ¿Eres hermana de los niños?
-No, soy la niñera. Este es el último mes que estoy con ellos, me voy a Madrid en septiembre a estudiar cocina.
-¡Aiba, como yo! Yo soy cocinera
-Patri, cuqui, rectifica, no eres una simple cocinera, eres chef. - Me dice Raúl riéndose
-Bueno, pues Chef.
-Eso ya está mejor. ¿Y tú sabes quienes somos nosotros?
-Sí, claro, pero no creáis que he venido por eso, sino que como estaba sola pues al menos para tener alguien con quien conversar. Pero vamos, que queréis no os molesto.
-No, claro que no molestas, con que no digas nada de lo que hable aquí nosotros hablamos hasta nuestra comunión si quieres.
-Nunca está mal conocer a alguien. ¡Y más que quiera trabajar en lo que yo trabajo! - Me río y ella también. - Te doy algunos consejos si quieres. Solo hay dos palabras que hay que tener en cuenta en la cocina: paciencia y atención, cuando estés con las patatas estate con las patatas, sino pasa estas cosas – Le enseño la mano y el corte del día de la cena.
-Aish...
-Bah, eso es pan nuestro de cada día, cuando andas con cuchillos es lo más normal. - Se ríe levemente. - Yo soy Patricia, que no me he presentado, ella Hiba y a los demás les conoces, dices – Afirma - ¿Como dijiste que te llamabas?
-Camino.
-¿De León?
-Soy de aquí, pero mis padres son los dos de León, y tengo familia en Hospital de Órbigo, gracias a eso conocí en las justas de hace dos años a Dani.
-¡Pues también me tienes que conocer a mi! Vivo allí, trabajo en el Casa María Palos.
-¿Sí? Ahí va a ser la comunión de mi primo el año que viene. - !!!!!!!!!No!!!!!!!!! Esas celebraciones con tanta gente yy tantos niños no me gustan.
-Eso, avísame del estrés de las comidas de comunión un año antes... - Le digo con voz de niña pequeña cruzándome de brazos, ella se ríe.
-Al menos el año que viene ya lo tienes asimilado – Afirmo – A ver si al final de este verano, cuando vaya al pueblo pruebo tu comida.
-A partir del día 20 ya estamos abiertos. Me apetece jugar al fútbol con ellos. Abuela, ¿se apunta? - Afirma y nos levantamos. - Chicos, ¿podemos hacer como que jugamos?
-Cada una en un equipo, que elijan los niños. - Anna se va al equipo en el que está Dani y yo con Sergio.
-Vamos a ganar.
-¿Porque está Sergio? Pues vamos ganando nosotros.
-No es por Sergio, es como yo, que se como juegas en el Pro...
-¿Y qué tiene que ver que sepas como juego al Pro? Saco. - Le quito la pelota.
-Porque sigues las mismas técnicas que cuando juegas de verdad. - Le paso la pelota al niño y así estamos jugando un rato. Al final ganamos nosotros con mis superestrategias del Pro y el FIFA. - Tenemos nosotros un balón de voley playa, ¿nos echamos todos una al voley? - Afirman – Pues vayamos, Hiba, nos controlas el tiempo.
-Pues claro. - Empezamos a jugar al voley, ¡que bien me lo estoy pasando hoy. Llevamos ya un buen rato jugando.
-¿Alguien está contando los puntos? - Todos niegan - ¡Qué mas da! - Cuando se acaba el tiempo del partido, ya todos reventados entre el fútbol y ahora paramos.
-¿Foto de equipo? - Dice Dani dejando el balón cerca de nuestra toallas y sacando el Iphone de la mochila. Todos afirmamos – Supongo que la querréis.
-Súbela si quieres a twitter, la cojo yo de ahí.
-¿Entonces la subo?
-Si no la subes tú, la voy a subir yo... - Nos echamos la foto y acto seguido la sube a twitter, “foto de equipo de voley, entretenida mañana de playa”

Ya es de noche, hemos ido a cenar y a dar una vuelta. Ahora en las habitaciones a dormir. Buenas noches, estoy reventada
[….......….......….......ANNA….......….......….......]
-Miki...
-Dime
-Quiero una cosita...
-Dime – Me pego más a él en la cama y le meto la mano por los boxers agarrando la cosita que quiero. Me entiende a la primero y tarda más en darse la vuelta para quedar mirándome que mi camiseta salir por los aires. Nos empezamos a besar. Al poco estamos ya en tema. Estira su brazo para alcanzar el paquete de preservativos de la mesita pero le agarro el brazo.
-Chst... ¿No habíamos hablado de algo?

sábado, 21 de abril de 2012

Capítulo 197


[….......….......….......HIBA….......….......….......]
10 de agosto, mi cumpleaños, un día muy aburrido. Me ha felicitado un montón de gente, incluso me ha llamado la madre de Xavi, pero el que no me ha felicitado ha sido Raúl. Siempre era la primera persona que me felicitaba y hoy es mediodía y ni siquiera nos hemos visto, quiero pensar que es porque, como estamos de vacaciones sin calendarios de por medio, no se ha dado cuenta que es día diez. Llevo casi todo el día sola. En la hora de la comida estoy sola con Patri y Miki, ellos ni siquiera saben que es mi cumpleaños, supongo que será por eso. Es casi de noche y estoy con Lara y su novio, Sergio Ramos, supongo que le conoceréis, en el salón de la casita que hemos alquilado empezando a ver una película.
-Hiba, nos vamos a dar una vuelta, ¿te importa mucho quedarte sola un rato? No creo que tarden mucho en llegar los demás. - Me dice Lara poniendose de pie
-Sí, iros, ¿qué mas da? Si me voy a ir a dormir en cuanto se acabe la peli. - Se despiden y se van. Al rato suena mi móvil
-Hiba, creo que me he quedado el móvil en mi habitación, ¿puedes ir a ver si está ahí?
-Voy Raúl – A ver si se acuerda de felicitarme.
-Te tengo que colgar, si está le das un toque a Patri. - Afirmo – Adios rusita. - Cuelga, no me ha felicitado. Llego a la habitación y veo una nota colgada de un hilo en el techo. “En la luna está el mensaje” ¿En la luna? ¿Qué luna? ¿Algo tiene forma de luna? Doy vueltas por la casa. Miro por la ventana mirando la luna que está empezando a salir y se está reflejando levemente en el cristal delantero del coche. ¡La luna del coche! Bajo lo más rápido que puedo hacia el coche y miro en el cristal delantero. Está manchado con polvo de tierra y en él algo escrito. “Una de sardinas? Pd: el agua está detrás de ti” Me giro, hay un cubo con agua. Se la hecho al coche para limpiar el parabrisas y caen las llaves del coche. Me monto y arranco. Sé a dónde quiere que vaya. Llego a dónde yo pensaba que era y veo allí a Anna, Patri y Juange en el aparcamiento
-¿Qué hacéis aquí? ¿A qué venían las notitas?
-Ven. - Les sigo.
-¡Sorpresa! - ¡Ay, que sí que sabían lo de mi cumple! Me han preparado una fiesta sorpresa.
-Que preciosidades soy todos. - Estoy a punto de empezar a llorar de la emoción con una sonrisa de oreja a oreja. Miro por todos lados buscando a Raúl pero no lo encuentro. Mi cara cambia por completo en décimas de segundos y todos se dan cuenta.
-¿Qué te pasa, no te ha hecho ilusión? - Me dice Sergio, fijaos ¡Sergio, que apenas me conoce!
-¿Y Raúl? ¿Qué pasa, que pasa de mí? Me llama para pedirme el móvil, que encima era mentira y casi ni se despide de mi, hoy no le he visto en todo el día y ni siquiera me ha dicho un simple felicidades. ¡Si ni siquiera está aquí con vosotros! – Digo un poco alterada. - No, como ahora la niña est...
-Shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, Hiba, tranquila. Te está esperando en otro sitio. Ha sido él el que tuvo la idea de hacer esto. Te está esperando aquí – Me enseña un dibujo perfectamente hecho, que me hace reconocer el lugar exacto. - Dice que quiere decirte algo y no le apetece que sea delante de todos , aunque yo ya sé que es lo que quiere decirte. Soy la Sandra Reina del grupo. - Me río.
-Ves, que lleva un buen rato allí. - Me quito las sandalias y empiezo a caminar por la arena de la playa despacio hasta que veo la silueta de Raúl al fondo.
-¿Tanto te gusta este lugar? - Se gira y sonríe.
-Pensé que ya no vendrías.
-¿Por eso me llamaste? - Afirma. Me hace un gesto para que vaya junto a él. Me ayuda a sentarme. - Me han dicho que me quieres decir algo. - Afirma - ¿Pasa algo? Te noto serio.
-Quiero decirte algo, sí, pero no te lo voy a decir
-¿Por qué? - Me agarra con sus manos la barbilla haciendo que le mire.
-Cierra los ojos, te voy a dar tu regalo de cumpleaños. - Cierro los ojos y un segundo después noto sus labios en los míos. Sonrío y abro los ojos - ya lyublyu tebya [te quiero en ruso, según el traductor]
[….......….......….......MIKI….......….......….......]
-Anna, ¿puedes venir un momento?
-Caro. Dime, ¿te pasa algo?
-No, descuida. Solo que me gustaría hablar contigo sobre el asunto que estuvimos hablando el otro día, a lo del niño, me refiero.
-¿Y de qué exactamente?
-Que he estado pensando que sí, que vale, que vamos a por el niño. - Qué difícil es decir esto, con lo poco que me gustan a mí los niños. Me gustan, pero ajenos.
-¿En serio? - Me dice ilusionada – Pero mira que después no hay marcha atrás, ¿eh? Hay que tenerlo muy claro. Un niño no es algo de lo que puedas deshacerte cuando te canses... lloran, se cagan y muchas cosas
-Anna, no me líes, sé muy bien lo que hacen los niños tengo 7 sobrinos, creo que lo sé bien. Lo tengo muy claro. Además, sé que eso es lo que te hace ilusion, sé que es lo que quieres y yo lo que quiero es verte feliz.
-No se Miki...
-¿Ahora dudas tú?
-No dudo, pero...
-Pero qué. ¿No me crees? ¿No crees que estoy convencido?
-No, si sí te creo... soy yo.
-Dudas.
-Joder, Miki, que no dudo, solo que... bueno – Respira hondo – Tengo miedo
-¿Miedo a qué? El médico ha dicho que estás muy bien.
-Ya pero... ¿pero y si lo vuelvo a perder? no hacen falta unos italianos chiflados para abortar Miki... No quiero volver a pasar por eso...Ademas, digan lo que digan los médicos abortando una vez es más fácil abortar otra.
-Tú tranquila, ya verás como no pasará nada... la otra fue por la caída.
-Ya.. ¿pero y si pasa? ¿y si, por el estrés? ¿O por el hecho de pensarlo? o lo que sea... te juro que no soportaría otra perdida... - Está empezando a llorar.
-Shhh, tranquila, no llores, eso sí que no, que me enfado.
-Es que.e aun.que tú es.tuvieses c.conmigo, y tod.dos apoy.andom.me... la q.que p.pas.e por e.eso fui yo. P.prometem.e q.quee todo sald.drá bien y yo s.sigo addelante c.con esto... - Ya se va tranquilizando.
-No te lo prometo, te lo juro. - Me mira sorviéndose los mocos.
-S.segu.ro?
-Seguro – Le doy un beso - Ahora relájate, ¿vale? que estamos en una fiesta. Y fíjate en Hiba, yo creo que ella lo estará pasando mal – Me abraza respirando hondo controlando la voz.
-No, yo me fijo en nosotros... - Me dice con voz de niña pequeña.b- Seguro que lo está pasando mal, pero ya hay demasiada gente consolándola.
-¿Y a ti no te consoló nadie? - Le digo riéndome. Ella frunce el ceño.
-No... bueno... si... - Entierra su cabeza en mi pecho – Pero menos.
-¡Como que pero menos! ¡Cariño, si solo faltaba ahí el Rey! No, miento, estaba, Dani se encargó de llevarle
-Cierto... Dani se portó muy bien... - Se ríe
-¿Y Dani por Hiba que está haciendo? Saludarla cuando la ve, nada más
-Pero es lo normal... vamos, si la llega a ayudar más que a mi le mato...
-Tú tenías a tus padres también apoyándote, ¿verdad? - Afirma - Ella no... su madre murió y su padre está en rusia, y dudo que sepa nada de esto – Se aprieta más a mí y le da un escalofrío
-Ay... No me hagas sentir culpable ahora...
-Yo no quería hacerte sentir culpable, solo quería que te dieras cuenta que si tú lo pasas mal siempre habrá una persona en el mundo peor que tú
-Ya...Se que puede sonar egoista, pero es que a mi me importa lo que me pase a mi...y a ti, a la gente cercana... a Hiba la conozco poco...
-Pues bien que le ofreciste la casa cuando llegó con Raúl y Patricia aquella noche... - le digo en tono alegre, no vaya a ser que se lo tome a mal. - Levanta su cabeza sin dejar de abrazarme mirándome orgullosa.
-Eso es que soy buena persona
-Ya claro - Me río. - Vamos a la fiesta

Capítulo 196


[….......….......….......ANNA….......….......….......]
-Anna, necesito hablar contigo.
-Dime Patri - Le digo con una sonrisa
-Tengo algo que ya no soy capaz de aguantarme, pero tengo miedo a decirlo. Te lo digo a ti porque sé que no le vas a decir nada. Te dije hace bf... que me gustaba Dani
-Sí, lo sé, ¿hablamos de eso?
Más o menos. Ahora me he dado cuenta que no me gusta, sino que le quiero.
-¿Y por qué no se lo dices, cielo? - Le digo miréandola tiernamente
-Porque tengo miedo
-¿Miedo a qué?
-Pues a que no sienta lo mismo, miedo a que deje de hablarme como lo hace por ese motivo. Miedo a que ya no volvamos a estar igual, porque si le digo lo que siento y el no siente lo mismo, nada va a ser igual. - ¿Quién está ahí? Ostin, si es Dani. Ya se qué voy a hacer.
-Pero exactamente qué sientes.
-Es muy difícil de explicar... le quiero, estoy enamorada Anna.
-¿Qué te gusta de él?
-Bf...son tantas cosas... Él las sabe
-¿Ah, si?
-Sí, el otro día estuvimos hablando y como se me escapó que me gustaba me preguntó qué
-¿Pasasteis la noche juntos?
-Tuve que quedarme en su casa, Chuspi me dijo que no iba a por mi, que era muy tarde y que estaba de copas con Nacho.
-¿Y ahora pregunta de así entre nosotras, dormiste con el o en tu cama
-Mi habitación estaba llena de polvo.
-O sea, que con el.-Miro hacia donde esta Dani y me mira con una sonrisa vergonzosa.
-¡Y qué más da eso!
-Hija, que no saldrá de aquí
-Si seguro que ya lo sabías
-El que? Mato a Dani, no contarme nada...
-Anna, no te creo, seguro que te lo dijo
-¡Enserio que no, cuéntamelo! - ¡Qué bien miento!
-Que nada
-Venga, Patri, dime. - Quiero que me lo diga, quiero su versión.
-Que no, que lo sabes.
-Lo voy a decir fino... Follasteis? - Miro donde está Dani escondido, se está aguantando la risa, yo no soy capaz de aguantarmela
-¡Anna!
-¿Qué pasa?
-No te rías, yo no me río
-No te enfades anda, que hay confianza entre nosotras.-Le sonrió y le acaricio los brazos.-Y ahora, dime algo que no sepa el.
-Jum... - Ahora se ríe ella
-¿Y fue la primera vez que os acostasteis?
-Anna, sabes que no
-Es verdad, en año nuevo... Pues la segunda! Dicen que la segunda es mejor que la primera...
-La tercera, pero no quiero hablar de eso
-¿La tercera? ¿Cuando fue la primera?
-Mientras no fuese perdiendo la virginidad con ese idiota...-Dani sabe que lo digo con cariño
-¡Que no quiero hablar de eso!
-Vamos que fue así
-¡Anna...! - Se queja
-No, si da igual, si yo también me acosté con el antes de empezar a salir con Miki, en ENSLN, creo recordar, la verdad es que es bueno en la cama. Solo lo sabemos nosotros y tú, yo no estaba con Miki, no digas nada ¿vale? - Le digo seria esto ultimo.
-¿De verdad?
-Si, estuvimos dos meses juntos. Te acuerdas de ese día de que se fue, recién llegada tu, no durmió en casa?
-Pues ni me fijé...
-Y que estuvo dos meses raro contigo, como distante? Es que te tengo que contar... Puff
-Pero al principio era lo normal, no nos conocíamos.
-No, llevabais más tiempo vivendo juntos, unos 3 meses. Esos dos meses estuvimos de mimitos y polvitos en los sillones de nuestros camerinos, ya que estábamos en secreto.
-Que va, nos cansamos de estar dos meses a escondidas y decidimos quedarnos como amigos.
-Y luego él empezó a salir con Lara otro par de meses.
-Sí, y yo empecé con Miki. Cielo, tu no tienes problemas, si te gusta díselo, no tengas miedo.
-Pero es que ¿y si no siente lo mismo? - ¿Se lo digo? Le dije a Dani que no le diría nada
-Pero puedes intentarlo.
-No.
-¿Por qué?
-Porque no. No sería capaz de aceptar un no por respuesta.
-No te va a decir que no.
-¿Y tú qué sabes? ¿Estás en su cabeza, te ha dicho algo?
-Me lo imagino, si lo hicisteis el otro día será por algo, digo yo...-Le digo lo primero que se me viene a la cabeza
-¿Y las otras veces? Porque la primera tampoco pasaría tanto tiempo cuando empezó a salir contigo...
-Empezó a salir conmigo... En diciembre, dos días antes de su cumpleaños, vosotros cuando lo hicisteis?
-Noviembre.
-Un mes...
-Finales finalísimos de diciembre, tanto finalísimo que fue el 30
-Bueno, que hablando exageradamente, se acostó contigo y a los dos días conmigo

Capítulo 195


2 de Agosto, de camino a Bilbao. En el coche de Dani, él, Raúl, Hiba y yo. Por suerte el problema de Hiba se quedó solamente en un susto; no está fuera de peligro completamente pero tiene algo más de lo que se puede llamar libertad. Eso sí, viene con nosotros por motivo y órden médicos, el ginecólogo le ha dicho que le vendría bien el ambiente marítimo, ¿por qué? No lo se, porque por relajación, en la época del año en la que estamos, hay poca en una ciudad de playa, aunque la playa no la pisemos. De todas formas, como Aitana supongo que conocerá bien la ciudad alguna pequeña cala a la que nos pueda llevar. No creo que Mónica y David vengan porque a ella le molestan mucho los viajes con el embarazo tan adelantado Ya les llamaré luego para que me digan el número de Aitana, a ver si ella está en Bilbao o en Madrid, que por cierto, tengo yo entendido que va a ser ella la madrina del niño de Mónica. Y de embarazos va la cosa. Ayer estuve hablando con Anna, que dice que le gustaría intentarlo otra vez, a ver que pasa aquí al final, ya no hay italianos
-Chicas, aquí comunicación vía whatsapp a ratos cuando llega conexión. Que me dicen que paremos a desayunar. ¿Qué decís? - Dice Raúl con el Iphone en la mano.
-Sí, será mejor, además necesito estirar ya las piernas y... pis
-¡Muchacha, pero si fuiste al baño antes de salir de Madrid y no llevamos ni una hora! - Le dice Dani a Hiba riendo
-Gajes de la situación. Como no eres mujer nunca llegarás a saber qué es eso. En realidad sí, cuando estés con la próstata. - Digo yo riendo también. Llegamos a un área de servicio y allí paramos todos: nosotros cuatro en un coche y en el otro coche, el de Miki, él, Anna y Juange, que se han apuntado al viaje. Nacho y Cris van en moto, un poco por libre porque ellos van allí mañana directamente desde otro sitio, nosotros les llevamos las maletas. Mientras Hiba está en el baño nosotros vamos cogiendo mesa para desayunar. Desayunamos todos rápido y volvemos a la carretera, ahora el que conduce es Raúl.
-Si me permitís voy a echarme una cabezadita. Anoche llegué tarde a casa y haberse tenido que levantar a las 6 de la mañana afecta.
-Vale, vale. Nosotros te avisamos si roncas. - Sonríe y nosotras nos reímos. Al momento creo que ya se ha dormido. - Hiba, ¿me puedes contar algo de tu familia? Nunca hablas de ella.
-Claro, así nos entretenemos, que Raúl conduciendo es como autista.
-Rusita, que te oigo.
-Claro tú oyes lo que quieres, - sonríe. - Yo a lo mío, a contar la historia.
-Sí, venga, la historia del soldado, la bailarina y las seis hijas. - Se ríe. - Yo escucho
-Mira, ya le ha puesto título a la historia. Pues sí, algo así podría ser el tema principal. Es una historia larga y se remonta a muchos años. Mi familia es de tradición militar, el primer hijo varón va a la escuela militar, y el primer varón de éste y así sucesivamente. El que sufrió las consecuencias de esta tradición, sin duda, fue mi abuelo Mijail.
-¿Le pillaría la Guerra Mundial, no?
-Sí, pero era pequeño, no es por eso. Mi abuelo era hijo único de un soldado que participó en la Guerra Civil rusa en el bando de los bolcheviques y esa guerra provocó su ascenso progresivo. En un par de años, su padre, pasó de ser soldado de a pie a comandante. Cuando Stalin llegó al gobierno de Rusia y se hizo con el poder totalitario todo el ejército tuvo que someterse a él, jurarle fidelidad y esas cosas que se hacen con un dictador. Con el paso del tiempo a Stalin empezó a entrarle miedo de que el ejército pudiese hacerle un golpe de estado y empezó a deshacerse de los dirigentes, entre ellos a mi bisabuelo, en 1927, quedando a su mujer embarazada de mi abuelo. Tres meses después nació mi abuelo que cuando cumplió 15 años entró en la escuela militar y a los 18 ya estaba en el ejército, recién finalizada la II Guerra Mundial. Unos años después se enamoró de una chica cinco años más pequeña que él, Alyosha, que conoció en Moscú, hija de la cocinera del cuartel, de la que nadie sabía quien era el padre, las malas lengua decían que era el propio Stalin. Cuando ella cumplió la mayoría de edad se casaron en Petrogrado, que ahora en Europa se le conoce como San Petersburgo, pero en Rusia hay gente que le sigue diciendo Petrogrado, donde estaba él. Cuando nació mi padre, él tenía 32 años y hacía un par de años que Stalin había muerto. Mi padre también entró en la escuela militar, pero él a los 12 años, sobre todo para asegurarse los estudios. A los 18 años, en un viaje militar a Turquía, en un día que tuvieron libre los soldados fueron unos cuantos a algo como un cabaret, que se llamaba en Europa, y se enamoró de Leia, se enamoró no, imposible, se encaprichó. Aprovechó su título de soldado ruso y con ayuda de sus compañeros consiguió llegar hasta ella y la intentó camelar pero no pudo. A la mañana siguiente se enteró quienes eran sus padres. Su padre era un empresario musulmán muy aferrado a la religión y pensó que solo había una forma de conseguir a la chica, ¿como hacer para poder quedarte con una chica musulmana sin ser tú musulmán?
-¿Quedándola embarazada?
-Exactamente. Le mandó una nota diciéndole que necesitaba su ayuda para un problema que tenía citándola en un lugar a las afueras de la ciudad, como pretexto, que no le podía ver nadie de su ejército y que le andaban buscando. Ella fue al lugar citado y... bueno, que voy a decir más. Cuando el padre de ella se enteró de que su hija estaba embarazada y ella le dijo quien era la echó de casa y la llevaron a San Petesburgo a buscarlo. Su padre les obligó a casarse aunque fuese por el método ortodoxo y se fue, nunca quisieron volver a saber nada de ella, ni siquiera sé si saben que está muerta. Unos meses después nació mi hermana Anastasia y ahí comenzó la racha. Tres años después Alexandra, dos más tarde yo, cinco Iryna, otros cuatro Lesja y cinco después Katrina. Ahí se le perdieron las esperanzas a mi padre de tener el hijo varón pero en 2001 por fin nació el varón, Vladimir. Pero no se por qué me da a mí, que mi padre no es el verdadero padre de Vladimir porque todas nosotras somos morenas y él es más bien rubio.
-¿Os lleváis?
-19 años.
-Ya son años...
-Ya ves.

martes, 17 de abril de 2012

Capítulo 194


[…...........................RAÚL..........................]
-¡Ahhhhh! - Me despierto
-Hiba, tranquila. No llores... Es solo una pesadilla. - Se relaja.
-¡Tengo que ir al baño! - Se levanta corriendo y va a al baño. La oigo vomitar otra vez. Me levanto y voy hacia ella para sujetarla el pelo.
-¡Pero si no has cenado nada!
-¡Pero se puede vomitar igual!
-Ya lo se pero... ¿cuando te dan los resultados de las pruebas?
-Hoy tengo que ir
-A ver qué es lo que te pasa
-Espero que nada malo
-Vamos a la cama, venga... Debes descansar. Con tanto vómito y tan poca comida estás muy débil. - La agarro por la cintura y la ayudo a tumbarse en la cama
-Me duele todo
-Relájate. Y no quiero más pesadillas, ¿vale? - Le digo sonriendo
-Lo intento – Me devuelve la sonrisa. - Me pongo de lado y la abrazo.
-Tu tranquila, que ya sabes que estando conmigo no te va a pasar nada
-Gracias.- Me sonríe. Apoya su cabeza en mi pecho y le acaricio el pelo. - ¿Estás más tranquila? - Afirma. Sonríe levemente, una sonrisa tranquila, de felicidad. Así nos dormimos.
Noto a Hiba moverse mucho abrazada a mí y me despierto. Intento tranquilizarla sin despertarla, pero se acaba despertando
-Shhhh, rusita, ya, tranquila
-Joder, no lo consigo – Me dice llorando
-Pero al menos duermes algo... Al principio ni dormías siquiera. Tú relajate, no pienses en él, no pienses en nada. ¿Quieres que hable con mi hermana?
-Vale...


Llamo a mi hermana.
-¡Hermanita! Buenos días
-¡Hola!
-Querría hablar con mi hermanita la psicóloga
-Dígame hermano cómico
-No soy cómico, soy bromista... No se si sabes lo que le ha pasado a mi amiga Hiba
-Sí, sí que lo sé.
-¿Puedes hablar con ella? Tiene demasiadas pesadillas y a ver si tus conocimientos sobre psicología neurológica y cognitiva puede ayudarla
-Pues vale. ¿Para cuándo?
-Cuando puedas, pero cuanto antes mejor
-Pues esta semana la tengo llena..
-¿y si el finde vamos a Barcelona?
-No es conveniente que haga viajes.
-Cierto... Bueno, pues ven tú, pero de todas formas. ¿Me das algún consejo para cuando le den las pesadillas?
-No la despiertes para nada, sería peor. Este fin de semana voy y le hago una sesión privada.
-Si es lo que intento, que no se despierte, pero se despierta sola
-¿Cuánto hace que le pasó?
-Fue el 3 de mayo
-Es pronto, eso es difícil de olvidar. Y menos si ha pasado menos de 2 meses
-Pero me preocupa sobre todo por el niño. Además, con los vómitos y eso... lleva un par de semanas que vomita demasiado.
-Llévala al médico rápido
-Si aquí estamos, le han hecho unas pruebas y le daban hoy los resultados... Ahora está en el baño
-Llévala al médico YA!
-¡Qué ya estamos en el médico te estoy diciendo!
-¿Te puedes tranquilizar?
-Vale, vale, me tranquilizo, pero no me repitas que haga algo que ya te he dicho que estoy haciendo – Volvemos a la sala.
-Que no te he escuchado
-Que le han hecho una prueba y hoy nos darán los resultados – Nos llama el médico
-Te dejo, que nos llama el medico
-Vale, un beso. - Entramos en la consulta.
-Buenos días, doctor González
-Buenas. - Dice Hiba con ganas de irse
-¿Tiene los resultados?
-Sí
-¿Y?
-Pues hay un problema con el embrión
-¿Que? - Dice Hiba alterada. - ¿Le pasa algo a mi hijo?
-¿Tiene usted algún problema psicológico?
-Bueno... Tengo pesadillas
-Es que pueden ser causa del problema
-¿Pero qué pasa?
-Pues que el embrión se le ha despegado del útero
-¿Y qué se puede hacer? - Digo yo, Hiba está a punto de llorar
-Pues primero quitarse el problema psicológico. Bueno, que si quieren me lo cuentan y les mando al especialista
-... algo difícil de contar
-Cuéntemelo, sino, así sé la causa - Hiba se levanta y se va corriendo con la mano en la boca, supongo que será para vomitar. - No se vaya usted, cuentemelo
-La violaron
-¿Se quedó embarazada por eso?
-Si
-Pues eso malo...
-¿Por los problemas psicológicos esos, lo dice? - Afirma - ¿Y qué podemos hacer? ¿Puedo ayudar en algo?
-¿Ha pensado en llevarla a un psicólogo?
-Este fin de semana viene mi hermana, que es psicóloga. También es que ella no quiere, ha aceptado a mi hermana porque se llevan muy bien y son amigas, sino...
-Bueno, mejor. Tome los papeles.
-¿Y para los vómitos qué hacemos, doctor?
-Comida blanda, vitaminas, y mucho, mucho reposo. Si empeora con los vómitos, habrá que ingresarla

lunes, 16 de abril de 2012

Capítulo 193


-Tranquila, que yo le digo que se quede. Otra cosa es que quiera!-Me dice levantándose la goma del pantalón
-Castígala si no te hace caso - ¡Aiva lo que he dicho! Ya veréis como se pone a pensar mal...
-Sí me hace caso, tranquila.- Empieza a hablar con su cosita. Me río, ¿como no reírse?
-¿Interesante la conversación?
-¿Eh? ¿Por?
-¿Háblame a mí, no? De tu amigo me encargo yo - Está echado de lado dándome la espalda. Le abrazo por detrás y le agarro el paquete... ¿Pero qué estoy haciendo? - De aquí no se mueve...
-¿Que estas haciendo? - Se ríe nervioso.
-¿Que hoy tenga motivos. - Le digo susurrándole en el oído, pero no tardo en reírme
-Patri, antes me gritabas y ahora me agarras el paquete, esto es algo raro, no?
-Mi padre dice que soy un poquito bipolar
-Ya veo, Pero a mi me gustas tal como eres..
-¿Ah sí? ¿Te gusto? - Le suelto el paquete
-Pero no sueltes... - Estaba a gusto, parece ser. - Se podría decir que si...
[…...........................DANI..........................]
Me estoy poniendo nerviosísimo. ¿Qué saldrá de aquí?
-¿Que no suelte? - Niego. Me gira para que quede boca arriba y se tira encima mía, además tirarse literalmente. - ¿Y así qué tal?
-¿Así? Bien, me achuchas pero bien – Cada vez estoy más tenso, creo que lo nota.
-¿De verdad que estás bien? Te noto tenso
-Claro que estoy bien. - ¡Que hace encima joder! Luego querrá que no...
-Pues no lo parece mucho... - Se intenta levantar pero la agarro de la cintura para que se quede ahí - ¿Qué haces?
-Quédate aquí.-Le sonrío.
-Vale. - Acomoda su cabeza en mi pecho y la noto le noto sonreír. Pensar que hace un par de horas estábamos gritándonos y ahora así... Joder, se me está levantando...
-Aquí tu amigo quiere enterarse de la conversación... ¿Le dejo?
-Si quieres...-Me río. Se echa hacia un lado pero sin quitar su cabeza de mi pecho. Le acaricio el pelo
-¿Y esto?
-El qué
-El pelo...
-Me gusta hacer esto. ¿Te molesta?
-En absoluto, me encanta que me hagan esto, me relajo mucho. - Sigo acariciandole el pelo. Quiero decírselo, pero no se si atreverme a dar el paso – Dani...
-Dime peque
-Nada, nada
-Ahora me lo dices...
-Era una tontería
-Dímela.
-Me pica la espalda. - No me lo creo.
-Te conozco, eso no era. Dimelo...
-¿Puedo darte un beso? - Me sonríe vergonzosa
-Claro.-Me río. - Se acerca a mi mejilla pero en el último momento se desvía y sus labios van a parar a los míos. Me esta besando en la boca? Enserio? ¿Le sigo el beso?
-¿Qué pasa, no te gusta? - Le cojo la cabeza y hago que nos besemos otra vez. Se separa un poco de mí – Te.tengo que ir al baño...
-Va.vale – Se levanta corriendo. No me puedo creer que esté pasando esto. Ahora me voy a despertar y voy a ver que todo esto es un sueño. Me pellizco. ¡Ay! No, no es un sueño. Es mi sueño. - Ya he vuelto, ¿no he tardado, no?
-Vente anda, que me gustaba lo de antes...-La cojo y la beso – Estamos otro ratito así, nuestras respiraciones están aceleradas.
-D.dani...
-Dime
-Ya no aguanto y sé que tú tampoco
-¿A qué? - Se quita la camiseta. Me besa apasionadamente y le respondo el beso. Me pongo encima suya y le sigo besando. Me separo un poco de ella, he de preguntar algo primero. - ¿Segura?
-Desde la primera vez. - Sonríe y vuelve a besarme. Entre besos os terminamos de desnudar y la miro a sus precioso ojos azules
-¿En serio?

Capítulo 192


Ya me he calmado. Empiezo a guardar mis cosas en las cajas que he traído. Cuando termino salgo al salón, no es plan de quedarme sola aquí
-Ya terminé, ¿que ves?
-Nada que te importe. - La ha cagado otra vez. Yo intentando arreglar las cosas y él así
-Baloncesto, vamos – Me río, ya que voy a tener que quedarme un rato que estemos bien, se lo tomaré como a broma. Me siento a su lado y se levanta.
-¿Por qué te levantas? ¿No puedo sentarme?
-¿Te he dicho algo a caso? ¿Y si ya has terminado que haces aquí si no me soportas, si tanto me odias?
-Dani, tranquilo, no te alteres. Estoy de buenas. Me ha dicho Chuspi que va a tardar un poco, aunque si molesto me voy y ya... Es tu casa, me puedes echar cuando quieras. - Me levanto.
-También es la tuya. Me voy a la ducha, por eso me he levantado.
-¿No te puedes esperar a que me vaya? Y ya no es mía, ya tengo la mía propia
-Has vivido aquí mucho tiempo, para mi es tuya también. Y me voy a duchar ya, que me quiero poner cómodo.
-No tardes, que no quiero estar sola
-Como que nunca te has quedado sola.-Me dice saliendo del salón. Aunque te hayas ido sigues siendo una peque. - Esto último lo dice riendo
-¿Puedo coger una cocacola?
-Te repito lo de que para mi sigue siendo tu casa? - Me grita desde el baño.
-¡Gracias! - Me levanto y voy a la cocina. Abro la nevera ¿y este chico qué come? Dani aparece en la cocina sin camiseta. Buf... se me había olvidado esto, que momento...
-Se me ha olvidado encender el calentador. - Lo enciende y me mira.
-Muchacho, ¿No tienes camisetas?
-Si tengo, pero lógicamente para ducharme no me las voy a poner.- Me estoy poniendo nerviosa al verle sin camiseta.
-¿Y tú qué comes?
-¿Yo? Pues comida, ¿que voy a comer?
-Y comida mucha no veo aquí, ¿esto es comida? - Le saco las cajitas de comida precocinada
-Como en el trabajo, así que...
-Pero por la noche si te da tiempo a cocinar. Lo que pasa es que no se te da bien y no lo haces, ¿o me equivoco?
-¿Por que me conoces tan bien?
-Porque he vivido mucho tiempo contigo, y tu nunca has cocinado, casi nunca
-Hazme la cena anda... - Me abraza por detrás haciéndome la pelota. Me estoy poniendo nerviosa
-Pelota... Vete a duchar – Se va. ¿Y yo que le hago para cenar? Algo natural tiene que haber por aquí. A ver si tiene pescado y le hago el pescado ese que le gusta, con la salsa verde, orégano veo que tiene. Sí tiene pescado, le voy a hacer eso. Saco el pescado del congelador y lo meto en el microondas, no me gusta descongelarlo así pero hay prisa. a los 10 minutos escasos oigo la puerta del baño que se abre.
-¿El pescado que me gusta? - Aparece en la cocina con la toalla enrollada a la cintura y la ropa en la mano.
-Daniel, hijo, tápate un poco si eso... Y sí, el pescado que te gusta – Intento no mirarle, le gusta hacerme esto, creo yo, porque sino no me explico. Vale, se acaba de duchar, ¿pero tanto le cuesta vestirse antes de salir?
-Jajajajajaja. ¿Por que razón me voy a tapar? - Se ríe
-¿Pues porque estoy yo aquí y no somos ya amigos?
-Estoy en mi casa. Y no lo somos porque no quieres...
-No se puede ser amigo de una persona con la que estás enfadado – Aquí ya mi tono no es el de antes, es un tono más serio.
-Todavía no sé la razón de tu puto enfado
-Dani, no la cagues, por favor
-Habla, si cagarla la cago siempre, por una vez mas...
-Pero yo no quiero que la cagues esta vez... estoy muy a gusto...
-Vamos a hablar por favor...
-Vale, pero primero te vistes.
-Vale – Se acerca a mí - ¿Te sigo poniendo nerviosa, eh? - Sonrío. Pongo el pescado al mínimo y le espero en el sofá, no tarda en volver con las calzonas de baloncesto y una camiseta de tirantes anchos.
-¿De qué quieres que hablemos?
-Del porqué de tu enfado
-Soy muy rencorosa, Dani, lo sabes. Lo sabes muy bien. Es por todo lo que he tenido que aguantar
-¿Empezando por?
-Que no te acordases... Cuando me levanté por la mañana y te dije literalmente “me lo pasé muy bien anoche cuando hicimos eso” y tú me respondiste “¿hacer el qué?” ¿Crees que me puede sentar eso bien?
-Estaba borracho, no me acordaba de nada.
-Yo también lo estaba.
-Joder, lo siento
-Mira, olvídalo ya, Dani.
-Olvídalo tú
-En mi caso no es tan fácil, por el simple hecho de que la primera vez nunca se olvida...
-Y me siento mal por eso.
-¿Por qué?
-Por hacer que tu primera vez fuese así
-Si fue así fue porque yo quise. El otro día me calenté y dije cosas que no debí decir
-Y el calentón también te dio en la discoteca...-Dice en susurro.
-Ahora si te he oído - Me río. - ¿A quien no?
-Es que soy irresistible. - Me rio.
-Sí, sí, mister Hospital de Órbigo que se nos ha hecho el niño
-Lo se!-Nos reímos-Ahora enserio, quiero arreglar las cosas contigo. No me quiero ir de vacaciones enfadados los dos.
-Por esa parte arreglado, supongo... Una piedrita menos en el muro
-¿Y lo otro?
-Vayamos por partes, primero voy a ver el pescado. - Me levanto y voy a la cocina, el pescado ya está cocido del todo. Cojo el móvil y le mando un sms a Chuspi "No vngas todavía, yo t llamo si eso, stamos en procso d reforma " - Ves poniendo la mesa, que ceno contigo. - Mientras él pone la mesa yo sirvo los platos. Que recuerdos...
-Ya Patri!!-Me grita cuando tiene la mesa puesta.
-¡Voy! A ver si te gusta...
-Tu comida a mi siempre me gusta!
-Algo me saldrá mal alguna vez, sino esto... - Le enseño la mano - no pasaría nunca
-Que te ha pasado?
-Gajes del oficio, que no estaba en las patatas – Le noto preocupado
-Comida nueva, patatas al toque de sangre de chef. - Nos reímos.
-¿Has visto? Por esto me caes bien, porque haces que me ría hasta de lo malo. ¿Está bueno el pescado?
-Es lo que tiene ser Mister Hospital de Órbigo. Sí, está buenísimo. Se echaba de menos tu comida
-Y la compañía – Digo en un susurro, no se si me habrá oído.
-Te he oído. - Sonrío.
-¿Seguimos con la conversación o después de cenar? Lo que tú prefieras. A mí me da igual
-Lo que tú digas. Por mí seguimos
-Pues sigamos, ¿qué mas quieres saber?
-La razón de tu marcha
-¿De casa o de Madrid?
-De casa.
-Estaba agobiada. No teníamos muy buena relación en esos momentos y estaba pensando en irme. Cuando te oí en el programa ese ya decidí completamente marcharme
-Y vuelvo a lo de la discoteca cuando eso, por que me seguiste mirando a la cara?
-¿Por qué te importa tanto eso? Estás muy pesado.
-Porque me siento una mierda por haberte hecho eso joder!
-Pero el qué exactamente. Siempre me dices lo mismo pero no me contestas.
-Por haberte desvirgado allí, y mas yo, que te llevabas bien conmigo pero en esa época no se... nos conocíamos poco
-Si te sientes mal por eso eres tonto
-¿Como? No te pillo
-Pues porque no sería culpa tuya en todo caso, la que entré en el baño fui yo... eso lo primero
-Pero normalmente, aunque estés borracho, prefieres perderla con alguien al que quieres...
-¿Y a ti quien te dice que no te quería? -Ups
-¿Me querías? - ¿Qué digo?
-Hagamos que no he dicho nada, es una tontería. Me gustas y me atraes, eso lo sabes ya de sobra.
-¿Te gusto? ¿Te atraigo? ¿Desde cuándo?
-No te hagas el sorprendido porque lo sabes... ¿Que motivo hay para que me ponga nerviosa en momentos como los de antes?
-Vale, que te atraigo vale. ¿Pero gustar?
-Eres guapo, divertido, buena persona...
-Sigue – Sonríe y yo también.
-Te preocupas de mí
-Sigue. - Sigue sonriendo.
-No se, son demasiadas cosas...Quizá pequeños gestos que me encantan
-Como cuáles.
-Cuando llegué ¿Recuerdas que siempre me apartabas la silla de la mesa para que me sentara? - Afirma - Pues una de las cosas. También me encanta cuando salías de la habitación por las mañana con un ojo cerrado por la luz.
-Y lo sigo haciendo... Sigue, si hay más, claro.
-Sí hay. Cuando el primer invierno que no teníamos calefacción y yo soy muy friolera, aunque desprendo mucho calor, no te importaba que durmiera contigo...
-Si... - Sé en lo que está pensando, le conozco demasiado bien.
-Sé en lo que estás pensando. Es algo natural... Las manos van al pan, como se dice. - ¿Como olvidar eso? Sonríe vergonzoso
-Te acuerdas de todo hija...
-Me acuerdo de lo que quiero, padre, ¿como olvidarme de eso? El primer día no me hizo gracia pero después ya... me daba igual, me reía
-¿Y por que no te hizo gracia? - Me río
-Porque pensé que dormido, en sueños, te montabas fantasías guarras, pero luego vi que todos los dias...Entonces me creí que era normal, y sigo creyéndolo, y prefiero creerme eso. - Aunque no me lo creo
-Vamos a dejar ese tema.
-Ahora yo no quiero. ¿Era por eso, verdad?
-Haces bien en creer eso... - Algo dentro de mí me dice que no debo creerle.
-¿Que no pasa nada porque me lo digas, eh? Si sabes que me voy a enterar – Se pone tenso - ¿Por qué estás tenso de repente? ¿Tienes algo que ocultarme?
-Porque si, porque era por ti
-Pero que cuqui el mi niño. - Sonrío y me río suavemente, él tiene gesto avergonzado... me da penita de esto, ahora me siento mal - ¡Que no pasa nada, eh! - Me levanto y le abrazo, que ganas tenía de hacer esto, lo echaba de menos. - Otra cosa que me gusta, lo sincero que eres, conmigo. - Me responde al abrazo
-Me daba corte.
-A mi también me daba corte cuando te dije lo de la discoteca.
-Me lo imagino...
-Yo también me imagino... además lo tuyo es como más... no se como decirlo... ¿personal?
-Eso es normal, perder la virginidad como la perdiste tu no
-Hablas de mí ¿Te recuerdo como dices que fue la tuya?
-Un mierdo, lo se...
-¿No había sitio? No, en el coche... al menos en la discoteca es como más... no se mas normal, las copas, el momento, la música...
-Pero a ver, la de los hombres es muy diferente a la de las mujeres...
-¿Ah si? Venga, empieza a contar
-A vosotras os duele y eso, que sangráis y tal. A nosotros doler no duele!
-Duele siempre si no está bien lubricado, el agujero es pequeño. Y lo de la sangre... eso es flipante hay tíos que no saben ni por qué es, he escuchado de todo. Eso es otra movida distinta, es algo secundario y no tiene por qué ser así. Yo con eso no tenía problema y si hubiese sangrado al menos ahí llama menos la atención... ¿Tú sabes por qué es, no
-Sí, una telilla o algo así, una cosa muy rara. ¿Y por qué dices que no tenías problema?
-Porque yo de pequeña montaba a caballo y cuando se monta a caballo, se hace ballet y cosas de esas la telilla esa se rompe. Pero dejemos ya las clases de biología.
-Vale, vale. Tu te acuerdas de lo que sentiste en el momento en el que..., en el que te la metí, vamos!
-Más o menos...
-Pero de que te acuerdas de ese momento justo
-No porque me acuerde de ese momento en concreto, sino porque... bueno con lo de nochevieja... me vinieron muchos recuerdos.
-Cuentámelos si quieres
-Luego tú
-Vale, empieza. Me hace un gesto para que me siente en sus piernas.
-Venga, como cuando los niños se sientan en los papa noeles en las calles. - Me siento - Papá Noel, como este año he sido muy buena quiero que me traigas para Navidad un Dani Martínez – Le digo poniendo voz de niña pequeña. Se ríe, como para no reírse.
-Mi peque!! Anda, cuéntame que recuerdos anda.
-Es que no se como decirlo... Son emociones difíciles de expresar
-Conmigo hay confianza, demasiada diría.
-No es por confianza o no confianza, sino que para expresarme yo no... - Un pequeño bostezo sale de mi boca, estoy cansada, llamaré a Chuspi - Es tarde, voy a llamar a Chuspi – Marco. - Hei, oye, que cuando quieras vienes.
-Pues estoy ahora yo cerca... Ya que depués de toda la tarde hablando estás de tan buen humor, que te lo noto en la voz. ¿No puedes quedarte? Además tienes tu habitación
-Pero esta sucia...
-Pues yo no voy a ir ahora, además, estoy tomando unas copas con Nacho
-Perezoso. - Me cuelga. - ¡Que no va a venir a por mí! Que dice que está de copas con tu hermano y que no va a venir. ¿Y yo ahora qué hago?
-Como no tienes aquí una habitación...
-Pero está sucia, tiene mucho polvo y yo no me voy a dormir ahí, me da asquete, para eso sabes que soy muy escrupulosa, tiene que estar todo limpio para dormir yo.
-Pues duerme conmigo.
-¿Me lo dices tú o tu amigo? - Le digo en tono irónico.
-El vecino del quinto. Intentaré que no...
-Vale, pero si no lo consigues no te vayas corriendo, no hace falta.
-Tomo nota. ¿Quieres que nos vayamos ya?
-Sí, que hoy ha sido un día completito. ¿Por cierto, sabes como está Hiba? Es que hace varios días que no hablo con Raúl... Le he llamado pero no me coge el teléfono.
-Llevan desde el jueves por la mañana médicos para arriba, médico para abajo. ¿Qué le pasa a Hiba?
-Tanto médico... hombre, ella está embarazada pero...
-¿Qué? ¿Qué Raúl...?
-Raúl nada. ¿No le has visto la cara? - Afirma – Pues hazte una idea...
-¿La pegaban?
-La secuestraron y esas cosas... ¿nos vamos a dormir?
-Si. Te has traído pijama?
-¿Como? Espera - Voy a mi habitación y abro el cajón de abajo y me pongo el pijama, me queda ropa aquí. - ¡JA! Me queda ropa aquí- Le digo en tono de victoria
-Te recuerdo que yo duermo sin camiseta?
-Lo sé... Recuerdo... Si la tienes puesta ahora porque te lo he dicho, que sino... - Me río. Se quita la camiseta. No soy capaz de apartar la vista de él.
-Si te quedas mirando me intimidas... - Le quito la camiseta de las manos y me la ato a la cabeza tapándome los ojos
-Ale, no veo. Ahora me tienes que llevar tú a la cama
-¡Qué pava eres! - Me coge en brazos y me lleva a la cama - Vamos a hablar de eso quieras o no. - Noto que se tumba a mi lado en la cama y me quita la camiseta de los ojos
-Eh, que íbamos a hablar y te ha llamado Chuspi, así que no te libras.
-Pregunta
-¿Que sentiste ese día en el discoteca la primera vez que eso...?
-Bf... pues lo que se siente en esos casos. ¿Tú que sientes?
-Es que a mi no me meten nada, a ti sí – Me dice con ironía - ¿Como fue?
-¿A qué ha venido eso? Y es que no me acuerdo bien, del todo...
-Cuéntame lo que te acuerdes
-¿Pero como pasó?
-¿Como paso eso? Estábamos borrachos, no sabíamos lo que hacíamos y lo que no entiendo es porque la perdiste conmigo.
-Empecemos desde el principio más principio remoto. ¿vale? - Afirma - El primer día que estuve aquí me parecías un poco chulillo y tal, pero poco a poco me empezó a gustar eso, eso lo primero que te digo
-¿Lo segundo?
-Lo segundo ya lo sabes, me atraes, y...
-¿Y?
-Y supongo que ese sería el motivo por el que decidí eso...
-Por que? Es que vamos, para eso en casa, no allí...
-Joder Dani, pues cuando entra el calentón. Si tuviera que esperar a llegar a casa ya se me habría pasado y lo habría pensado mejor
-Pues vaya calentón hija... - Se ríe
-No te rías, que no es para reírse - Se sigue riendo - ¿Por qué te ríes? Yo no me río
-Vale, vale... Tumbate anda.
-Te importa si te abrazo?
-Anda...-Le pongo cara de bueno
-Pero abre la ventana, luego sí – Se levanta y abre la ventana.
-Vente anda.
-¿Pero a tu amigo le dices qué quiero, eh?
-¿Qué quieres que de mi amigo? - Le digo en tono divertido.
-Que se quede en su casita