Ya me he calmado. Empiezo a guardar mis cosas en las
cajas que he traído. Cuando termino salgo al salón, no es plan de
quedarme sola aquí
-Ya terminé, ¿que ves?
-Nada que te importe. - La ha cagado otra vez. Yo
intentando arreglar las cosas y él así
-Baloncesto, vamos – Me río, ya que voy a tener que
quedarme un rato que estemos bien, se lo tomaré como a broma. Me
siento a su lado y se levanta.
-¿Por qué te levantas? ¿No puedo sentarme?
-¿Te he dicho algo a caso? ¿Y si ya has terminado que
haces aquí si no me soportas, si tanto me odias?
-Dani, tranquilo, no te alteres. Estoy de buenas. Me ha
dicho Chuspi que va a tardar un poco, aunque si molesto me voy y
ya... Es tu casa, me puedes echar cuando quieras. - Me levanto.
-También es la tuya. Me voy a la ducha, por eso me he
levantado.
-¿No te puedes esperar a que me vaya? Y ya no es mía,
ya tengo la mía propia
-Has vivido aquí mucho tiempo, para mi es tuya también.
Y me voy a duchar ya, que me quiero poner cómodo.
-No tardes, que no quiero estar sola
-Como que nunca te has quedado sola.-Me dice saliendo
del salón. Aunque te hayas ido sigues siendo una peque. - Esto
último lo dice riendo
-¿Puedo coger una cocacola?
-Te repito lo de que para mi sigue siendo tu casa? - Me
grita desde el baño.
-¡Gracias! - Me levanto y voy a la cocina. Abro la
nevera ¿y este chico qué come? Dani aparece en la cocina sin
camiseta. Buf... se me había olvidado esto, que momento...
-Se me ha olvidado encender el calentador. - Lo enciende
y me mira.
-Muchacho, ¿No tienes camisetas?
-Si tengo, pero lógicamente para ducharme no me las voy
a poner.- Me estoy poniendo nerviosa al verle sin camiseta.
-¿Y tú qué comes?
-¿Yo? Pues comida, ¿que voy a comer?
-Y comida mucha no veo aquí, ¿esto es comida? - Le
saco las cajitas de comida precocinada
-Como en el trabajo, así que...
-Pero
por la noche si te da tiempo a cocinar. Lo
que pasa es que no se te da bien y no lo haces, ¿o me equivoco?
-¿Por
que me conoces tan bien?
-Porque he
vivido mucho tiempo contigo, y tu nunca has cocinado, casi nunca
-Hazme
la cena anda... - Me abraza por detrás haciéndome la pelota. Me
estoy poniendo nerviosa
-Pelota... Vete a duchar – Se va. ¿Y yo que le hago
para cenar? Algo natural tiene que haber por aquí. A ver si tiene
pescado y le hago el pescado ese que le gusta, con la salsa verde,
orégano veo que tiene. Sí tiene pescado, le voy a hacer eso. Saco
el pescado del congelador y lo meto en el microondas, no me gusta
descongelarlo así pero hay prisa. a los 10 minutos escasos oigo la
puerta del baño que se abre.
-¿El pescado
que me gusta? - Aparece en la cocina con la toalla enrollada a la
cintura y la ropa en la mano.
-Daniel, hijo,
tápate un poco si eso... Y sí, el pescado que te gusta – Intento
no mirarle, le gusta hacerme esto, creo yo, porque sino no me
explico. Vale, se acaba de duchar, ¿pero tanto le cuesta vestirse
antes de salir?
-Jajajajajaja.
¿Por que razón me voy a tapar? - Se ríe
-¿Pues porque
estoy yo aquí y no somos ya amigos?
-Estoy en mi
casa. Y no lo somos porque no quieres...
-No
se puede ser amigo de una persona con la que estás enfadado – Aquí
ya mi tono no es el de antes, es un tono más serio.
-Todavía
no sé la razón de tu puto enfado
-Dani, no la
cagues, por favor
-Habla,
si cagarla la cago siempre, por una vez mas...
-Pero yo no
quiero que la cagues esta vez... estoy muy a gusto...
-Vamos
a hablar por favor...
-Vale,
pero primero te vistes.
-Vale
– Se acerca a mí - ¿Te sigo poniendo nerviosa, eh? - Sonrío.
Pongo el pescado al mínimo y le espero en el sofá, no tarda en
volver con las calzonas de baloncesto y una camiseta de tirantes
anchos.
-¿De qué
quieres que hablemos?
-Soy muy
rencorosa, Dani, lo sabes. Lo sabes muy bien. Es por todo lo que he
tenido que aguantar
-¿Empezando
por?
-Que no te
acordases... Cuando me levanté por la mañana y te dije literalmente
“me lo pasé muy bien anoche cuando hicimos eso” y tú me
respondiste “¿hacer el qué?” ¿Crees que me puede sentar eso
bien?
-Estaba
borracho, no me acordaba de nada.
-Yo también lo
estaba.
-Joder, lo
siento
-Mira, olvídalo
ya, Dani.
-Olvídalo tú
-En
mi caso no es tan fácil, por el simple hecho de que la primera vez
nunca se olvida...
-Y
me siento mal por eso.
-¿Por qué?
-Por
hacer que tu primera vez fuese así
-Si
fue así fue porque yo quise. El otro día me calenté y dije cosas
que no debí decir
-Y
el calentón también te dio en la discoteca...-Dice en susurro.
-Ahora si te he
oído - Me río. - ¿A quien no?
-Es
que soy irresistible. - Me rio.
-Sí, sí,
mister Hospital de Órbigo que se nos ha hecho el niño
-Lo
se!-Nos reímos-Ahora enserio, quiero arreglar las cosas contigo. No
me quiero ir de vacaciones enfadados los dos.
-Por esa parte
arreglado, supongo... Una piedrita menos en el muro
-¿Y lo otro?
-Vayamos por
partes, primero voy a ver el pescado. - Me levanto y voy a la
cocina, el pescado ya está cocido del todo. Cojo el móvil y le
mando un sms a Chuspi "No vngas todavía, yo t llamo si eso,
stamos en procso d reforma " - Ves poniendo la mesa, que ceno
contigo. - Mientras él pone la mesa yo sirvo los platos. Que
recuerdos...
-Ya
Patri!!-Me grita cuando tiene la mesa puesta.
-¡Voy! A ver
si te gusta...
-Tu
comida a mi siempre me gusta!
-Algo me saldrá
mal alguna vez, sino esto... - Le enseño la mano - no pasaría nunca
-Que te ha
pasado?
-Gajes del
oficio, que no estaba en las patatas – Le noto preocupado
-Comida nueva,
patatas al toque de sangre de chef. - Nos reímos.
-¿Has visto?
Por esto me caes bien, porque haces que me ría hasta de lo malo.
¿Está bueno el pescado?
-Es lo que
tiene ser Mister Hospital de Órbigo. Sí, está buenísimo. Se
echaba de menos tu comida
-Y la compañía
– Digo en un susurro, no se si me habrá oído.
-Te he oído. -
Sonrío.
-¿Seguimos con
la conversación o después de cenar? Lo que tú prefieras. A mí me
da igual
-Lo que tú
digas. Por mí seguimos
-Pues sigamos,
¿qué mas quieres saber?
-La razón de
tu marcha
-De casa.
-Estaba
agobiada. No teníamos muy buena relación en esos momentos y estaba
pensando en irme. Cuando te oí en el programa ese ya decidí
completamente marcharme
-Y
vuelvo a lo de la discoteca cuando eso, por que me seguiste mirando a
la cara?
-¿Por qué te
importa tanto eso? Estás muy pesado.
-Porque me
siento una mierda por haberte hecho eso joder!
-Pero el qué
exactamente. Siempre me dices lo mismo pero no me contestas.
-Por
haberte desvirgado allí, y mas yo, que te llevabas bien conmigo pero
en esa época no se... nos conocíamos poco
-Si
te sientes mal por eso eres tonto
-Pues
porque no sería culpa tuya en todo caso, la que entré en el baño
fui yo... eso lo primero
-Pero
normalmente, aunque estés borracho, prefieres perderla con alguien
al que quieres...
-¿Y a ti quien
te dice que no te quería? -Ups
-¿Me
querías? - ¿Qué digo?
-Hagamos que no
he dicho nada, es una tontería. Me gustas y me atraes, eso lo sabes
ya de sobra.
-¿Te gusto?
¿Te atraigo? ¿Desde cuándo?
-No te hagas el
sorprendido porque lo sabes... ¿Que motivo hay para que me ponga
nerviosa en momentos como los de antes?
-Vale, que te
atraigo vale. ¿Pero gustar?
-Eres guapo,
divertido, buena persona...
-Sigue –
Sonríe y yo también.
-Te preocupas
de mí
-Sigue. - Sigue
sonriendo.
-No se, son
demasiadas cosas...Quizá pequeños gestos que me encantan
-Como cuáles.
-Cuando
llegué ¿Recuerdas que siempre me apartabas la silla de la mesa para
que me sentara? - Afirma - Pues una de las cosas. También me encanta
cuando salías de la habitación por las mañana con un ojo cerrado
por la luz.
-Y
lo sigo haciendo... Sigue, si hay más, claro.
-Sí hay.
Cuando el primer invierno que no teníamos calefacción y yo soy muy
friolera, aunque desprendo mucho calor, no te importaba que durmiera
contigo...
-Si...
- Sé en lo que está pensando, le conozco demasiado bien.
-Sé en lo que estás pensando. Es algo natural... Las
manos van al pan, como se dice. - ¿Como olvidar eso? Sonríe
vergonzoso
-Te acuerdas de
todo hija...
-Me acuerdo de
lo que quiero, padre, ¿como olvidarme de eso? El primer día no me
hizo gracia pero después ya... me daba igual, me reía
-¿Y
por que no te hizo gracia? - Me río
-Porque
pensé que dormido, en sueños, te montabas fantasías guarras, pero
luego vi que todos los dias...Entonces me creí que era normal, y
sigo creyéndolo, y prefiero creerme eso. - Aunque no me lo creo
-Vamos a dejar
ese tema.
-Ahora
yo no quiero. ¿Era por eso, verdad?
-Haces
bien en creer eso... - Algo dentro de mí me dice que no debo
creerle.
-¿Que
no pasa nada porque me lo digas, eh? Si sabes que me voy a enterar –
Se pone tenso - ¿Por qué estás tenso de repente? ¿Tienes algo que
ocultarme?
-Porque si,
porque era por ti
-Pero que cuqui el mi niño. - Sonrío y me río
suavemente, él tiene gesto avergonzado... me da penita de esto,
ahora me siento mal - ¡Que no pasa nada, eh! - Me levanto y le
abrazo, que ganas tenía de hacer esto, lo echaba de menos. - Otra
cosa que me gusta, lo sincero que eres, conmigo. - Me responde al
abrazo
-Me daba corte.
-A mi también
me daba corte cuando te dije lo de la discoteca.
-Yo también me
imagino... además lo tuyo es como más... no se como decirlo...
¿personal?
-Eso
es normal, perder la virginidad como la perdiste tu no
-Hablas de mí
¿Te recuerdo como dices que fue la tuya?
-Un mierdo, lo
se...
-¿No
había sitio? No, en el coche... al menos en la discoteca es como
más... no se mas normal, las copas, el momento, la música...
-Pero
a ver, la de los hombres es muy diferente a la de las mujeres...
-¿Ah
si? Venga, empieza a contar
-A vosotras os
duele y eso, que sangráis y tal. A nosotros doler no duele!
-Duele siempre
si no está bien lubricado, el agujero es pequeño. Y lo de la
sangre... eso es flipante hay tíos que no saben ni por qué es, he
escuchado de todo. Eso es otra movida distinta, es algo secundario y
no tiene por qué ser así. Yo con eso no tenía problema y si
hubiese sangrado al menos ahí llama menos la atención... ¿Tú
sabes por qué es, no
-Sí, una
telilla o algo así, una cosa muy rara. ¿Y por qué dices que no
tenías problema?
-Porque yo de
pequeña montaba a caballo y cuando se monta a caballo, se hace
ballet y cosas de esas la telilla esa se rompe. Pero dejemos ya las
clases de biología.
-Vale, vale. Tu
te acuerdas de lo que sentiste en el momento en el que..., en el que
te la metí, vamos!
-Más o
menos...
-Pero
de que te acuerdas de ese momento justo
-No porque me acuerde de
ese momento en concreto, sino porque... bueno con lo de nochevieja...
me vinieron muchos recuerdos.
-Cuentámelos si quieres
-Luego tú
-Vale, empieza. Me hace un
gesto para que me siente en sus piernas.
-Venga, como cuando los niños se sientan en los papa
noeles en las calles. - Me siento - Papá Noel, como este año he
sido muy buena quiero que me traigas para Navidad un Dani Martínez –
Le digo poniendo voz de niña pequeña. Se ríe, como para no reírse.
-Mi peque!! Anda, cuéntame que recuerdos anda.
-Es que no se como decirlo... Son emociones difíciles
de expresar
-Conmigo hay confianza, demasiada diría.
-No es por confianza o no confianza, sino que para
expresarme yo no... - Un pequeño bostezo sale de mi boca, estoy
cansada, llamaré a Chuspi - Es tarde, voy a llamar a Chuspi –
Marco. - Hei, oye, que cuando quieras vienes.
-Pues estoy ahora yo cerca... Ya que depués de toda
la tarde hablando estás de tan buen humor, que te lo noto en la voz.
¿No puedes quedarte? Además tienes tu habitación
-Pero esta sucia...
-Pues yo no voy a ir ahora, además, estoy tomando
unas copas con Nacho
-Perezoso. - Me cuelga. - ¡Que no va a venir a por
mí! Que dice que está de copas con tu hermano y que no va a venir.
¿Y yo ahora qué hago?
-Como no tienes aquí una habitación...
-Pero está sucia, tiene mucho polvo y yo no me voy a
dormir ahí, me da asquete, para eso sabes que soy muy escrupulosa,
tiene que estar todo limpio para dormir yo.
-Pues duerme conmigo.
-¿Me lo dices tú o tu amigo? - Le digo en tono
irónico.
-El vecino del quinto. Intentaré que no...
-Vale, pero si no lo consigues no te vayas corriendo,
no hace falta.
-Tomo nota. ¿Quieres que nos vayamos ya?
-Sí, que hoy ha sido un día completito. ¿Por
cierto, sabes como está Hiba? Es que hace varios días que no hablo
con Raúl... Le he llamado pero no me coge el teléfono.
-Llevan desde el jueves por la mañana médicos para
arriba, médico para abajo. ¿Qué le pasa a Hiba?
-Tanto médico... hombre, ella está embarazada
pero...
-¿Qué? ¿Qué Raúl...?
-Raúl nada. ¿No le has visto la cara? - Afirma –
Pues hazte una idea...
-¿La pegaban?
-La secuestraron y esas cosas... ¿nos vamos a
dormir?
-Si. Te has traído pijama?
-¿Como? Espera - Voy a mi
habitación y abro el cajón de abajo y me pongo el pijama, me queda
ropa aquí. - ¡JA! Me queda ropa aquí- Le digo en tono de victoria
-Te recuerdo que yo duermo sin camiseta?
-Lo sé... Recuerdo... Si la tienes puesta ahora
porque te lo he dicho, que sino... - Me río. Se quita la camiseta.
No soy capaz de apartar la vista de él.
-Si te quedas mirando me intimidas... - Le quito la
camiseta de las manos y me la ato a la cabeza tapándome los ojos
-Ale, no veo. Ahora me tienes que llevar tú a la
cama
-¡Qué pava eres! - Me coge en brazos y me lleva a
la cama - Vamos a hablar de eso quieras o no. - Noto que se tumba a
mi lado en la cama y me quita la camiseta de los ojos
-Eh, que íbamos a hablar
y te ha llamado Chuspi, así que no te libras.
-Pregunta
-¿Que sentiste ese día
en el discoteca la primera vez que eso...?
-Bf... pues lo que se
siente en esos casos. ¿Tú que sientes?
-Es que a mi no me meten nada, a ti sí – Me dice
con ironía - ¿Como fue?
-¿A qué ha venido eso? Y es que no me acuerdo bien,
del todo...
-Cuéntame lo que te
acuerdes
-¿Pero como pasó?
-¿Como paso eso? Estábamos borrachos, no sabíamos
lo que hacíamos y lo que no entiendo es porque la perdiste conmigo.
-Empecemos desde el
principio más principio remoto. ¿vale? - Afirma - El primer día
que estuve aquí me parecías un poco chulillo y tal, pero poco a
poco me empezó a gustar eso, eso lo primero que te digo
-¿Lo segundo?
-Lo segundo ya lo sabes,
me atraes, y...
-¿Y?
-Y supongo que ese sería
el motivo por el que decidí eso...
-Por que? Es que vamos,
para eso en casa, no allí...
-Joder Dani, pues cuando
entra el calentón. Si tuviera que esperar a llegar a casa ya se me
habría pasado y lo habría pensado mejor
-Pues vaya calentón hija... - Se ríe
-No te rías, que no es para reírse - Se sigue
riendo - ¿Por qué te ríes? Yo no me río
-Vale, vale... Tumbate
anda.
-Te importa si te abrazo?
-Anda...-Le pongo cara de
bueno
-Pero abre la ventana, luego sí – Se levanta y
abre la ventana.
-Vente anda.
-¿Pero a tu amigo le
dices qué quiero, eh?
-¿Qué quieres que de mi
amigo? - Le digo en tono divertido.
-Que se quede en su casita