Capítulo 188

[…..…..…..…..…..…..DANI…..…..…..…..…..]

Solo, pero no quiero ver a nadie. Aburrido, pero no quiero hacer nada. Solo quiero pensar. Soy tonto, muy tonto. Ni siquiera tuve que ir a hablar con ella, la situación no ha cambiado mucho. Sí, ha cambiado en una cosa, que yo ya no puedo mirarla con los mismos ojos que lo hacía después de enterarme de lo que me he enterado. Llego a saber en esos momentos que iba a ser su primera vez y no lo hubiese hecho. Mejor digo la frase correctamente, si hubiese sabido lo que pasaba en ese momento quizá me lo hubiese dicho o le hubiese preguntado. ¡Daniel ya! No pienses más en eso. ¿Por qué piensas en ella? No te mortifiques más, no vale la pena, ella no quiere que vuelva la situación como estaba antes. Ella no ha estado enamorada ni lo estará nunca de mí y con lo que pasó en Hospital me lo ha quedado muy claro. Pero ¿por qué no me armé de valor y le dije que la quería? No había nada que perder. Soy un cobarde, un cobarde gilipollas. Dos palabras que dije y no me escuchó ni el cuello de la camiseta. ¿Por qué no las dije más alto? Pero tengo la respuesta, por miedo pero ¿miedo a qué? ¿a que me diga algo que ya sé que me va a decir? ¿a quedar como un tonto? Desperdicié mi oportunidad para decírselo. A lo largo de estos cinco años he desaprovechado todas las ocasiones que he tenido para decírselo por unas cosas o por otras, pero siempre pasaban las oportunidades y yo no hacía nada. ¿Por qué me resulta tan difícil decírselo a ella? Entendería la dificultad de esas dos palabras si me ocurriese siempre, con todas las chicas que me gustan, pero no es así, con Lara, por poner un ejemplo cercano y no irs... El teléfono, ¿no lo había apagado? ¿Qué hace Anna mandándome un whatsapp a estas horas? ¿Habrá pasado algo? Lo que no digas escríbelo... ¿qué querrá decir con esto? Lo que no digas escríbelo. ¿Qué no he dicho? Ya sé a qué se refiere. Voy a hacerlo, le voy a mandar una carta a Patricia diciéndole todo lo que siento, además lo voy a hacer a mano,a ver que tal me sale que llevo muchos años si hacerlo. ¿Donde están los folios cuando se los necesita? ¡Aquí están! ¿Como se empiezan estas cartas? Y no será porque no he mandado cartas a mis novias de más chico, pero la diferencia es que eran mis novias. Hola Patri. No, demasiado cutre. Querida Patricia. Demasiado formal. Ya se que poner Hola peque, siempre te he llamado así y Ahora no pinta el bolígrafo, cogeré otro. Este va bien me da igual que estés enfadada conmigo porque te lo voy a seguir diciendo, eres mi peque desde el día que pusiste tus pies en mi casa e hice el comentario de la edad y nos pusimos con la broma de que eras más pequeña que yo. Disculpa que te quite unos minutos de tu ocupada vida con esta carta pero necesito que sepas lo que siento, lo que pienso, lo que no me deja vivir tranquilo. Algo que lleva 5 años en mi cabeza queriendo salir pero no puede y cuando va a hacerlo no se atreve, supongo que tendrá la fobia esa de salir a la calle. 5 años y no soy capaz de decir dos palabras, 3 sílabas en total (nunca pensé que iba a ser tan difícil una oración tan corta).

Desde que te fuiste nada sigue igual en casa y no porque ahora viva solo, que eso ya lo hacía antes de que tu llegases, sino porque ya no está tu presencia. Te echo mucho de menos, te necesito a mi lado, aunque sea simplemente para darme la colleja de por las mañanas para que me espabile, ese simple “te gané” cuando jugábamos a lo que fuese, excepto al PRO, claro y porque no tienes práctica que si no... Volvamos a lo importante, y sobre todo, aunque parezca lo más absurdo, echo de menos tu comida, más que la comida en si el aroma que quedaba después, que daba igual que fuesen huevos, pescado o coliflor, que siempre había un suave aroma a familia. Antes, contigo, era mi casa, ahora es la casa, en todo caso mi piso. Ya no tengo esa agradable sensación de estar en familia al meter la llave en la cerradura de la puerta, de haber llegado a mi casa.

Cuando te fuiste me dijiste que era un cobarde y ahora te doy la razón. Cuando me dijiste el miércoles lo de la discoteca sí, te dije algo que no quise repetir por miedo, ¿miedo a qué? Preguntarás. No te voy a contestar pero no porque no quiera, sino porque no me puedo contestar ni yo. Lo único que se es que tuve miedo, miedo a que pasara lo que sabía que iba a pasar, pero ahora sí que te lo voy a decir aunque ya me quedaste el otro día en el restaurante bastante claro que no quieres nada de mí, pero yo voy a seguir intentando que me perdones por eso. Te quiero, y me da igual lo que me digas, ya no tengo miedo al rechazo, ya lo acepté. Me puedo imaginar lo que estás pensando en este momento: “Este tío está loco, ¿qué está diciendo?” y luego te reirás de mí. Después, cuando termines de leer la carta, si es que terminas, la romperás y la tirarás y si la guardas va a ser para reírte... ¿o me equivoco? Espero no equivocarme en esto último y que, aunque no sientas lo mismo que yo, la guardes aunque solo sea de recuerdo de lo tonto que podía estar ese amigo famoso tuyo.

Yo ya te lo he dicho y te lo puedo decir más alto, grande en este caso, pero no mas claro. TE QUIERO, TE QUIERO, y quiero que lo sepas yo con Como está solicitado hoy el whatsapp. ¿Qué querrá el hermano de Patricia mandándome un whatsapp? “Q le has hecho a mi hermana pa q este llorando otra vez? Dejala en paz” ¿Y yo ahora qué he hecho? ¿Para qué voy a seguir con esta mierda si cada vez tengo más claro que me odia y no me soporta? ¿Para qué molestarme en hacer esto para que no sirva para nada? Al cajón. Si eso, alguna vez en lo que queda de vida se la daré, o que la encuentre alguien cuando yo me muera y desalojen todo. ¿Qué hora será? Es muy tarde, debería irme a la cama, pero dudo ser capaz de dormir ahora, habrá que intentarlo. Mañana será otro día, y espero que mejor que hoy