sábado, 7 de abril de 2012

Capítulo 181


He estado hablando con mi padre. Le he dicho que se vuelva al pueblo que nosotros nos vamos a quedar aquí un rato esta noche de copas y que si eso ya nos quedábamos en un hostal. Me ha dicho que si no nos vamos a ir muy tarde viene a por nosotros. Le hemos dicho sobre las dos. Ahora estamos en un bar echando una partida a los dardos. El local tiene dos puertas.
-Patri, voy al baño, ¿me acompañas?
-Sí, claro. - Voy con ella. Raúl me llama y me giro – Espera. - Me giro.
-¿Tienes suelto?
-Sí, en mi bolso – Me giro. - ¿Hiba? - Entro - Hiba, ¿donde estás? - Me giro y miro por la puerta. ¿Hi...
[…...........................RAÚL…...........................]
Esta manía de tener los bolsos tan grandes, en el local apenas hay gente y los que estamos estamos en la zona de los dardos.
-¡Patricia! - Esta tirada en el suelo. ¿Hiba donde está? Me agacho intento despertarla. Pido ayuda al camarero y viene. Le doy unos golpecitos es la cara, parece que empieza a reaccionar.
-¡Ay mi cabeza! ¡Hiba!
-¿Estás bien Patri? ¿Llamamos al médico?
-No hace falta, estoy bien.
[…...........................HIBA…...........................]
Estoy muy asustada, llevo las manos atadas y la boca tapada. Llegamos a un sitio que está muy oscuro, tengo los ojos echarcados de lágrimas, no veo bien pero creo que es un campo. Para, me saca del coche, me lleva por un camino y llegamos a lo que creo que es un casa semi en ruinas. Me quita el esparadrapo de la boca y me desata las manos, yo estoy llorando. Me vuelve a atar a la pata de una mesa vieja.
-Xavier, ¿Qué quieres de mi?
-A ti
-¿No vas a dejarme en paz aunque ya no estemos juntos?
-Yo quiero estar contigo
-Pero yo no. ¿Para qué voy a volver contigo? ¿Para que me sigas pegando?
-Ya no te voy a pegar... - El tono con el que lo dice me da miedo
-No te creo
-¡Pues deberías hacerlo! - Me grita. Las lágrimas me salen de mis ojos descontroladamente – Shhh, no llores. - Se acerca a mí e intenta acariciarme la cara.
-¡No me toques!
-Yo te tocaré todo lo que me de la gana, que para eso eres mía.
-¡Yo no soy de nadie!
-¡Cállate! -me da un bofetón, no recuerdo haberme sentido peor en todo lo que llevo de vida, y eso que no es la primera vez que me pega, que ya estoy acostumbrada. Pero, al estar en esta casa, sin nadie que pueda ayudarme, ni defenderme, ni siquiera separarle, me siento fatal. Necesito gritar pero a la vez pienso que lo mejor es quedarme callada, podría ponerse nervioso y pasar a más. Pero inevitablemente grito, cuando me vuelve a dar
-¡Déjame en paz! - Pero por el contrario me vuelve a dar ya no tengo más lágrimas en los ojos para llorar.
-¡Te he dicho que te calles! - Ya no vuelve a darme una bofetada, nada más se queda quieto mirándome, yo estoy muerta de miedo, no sé qué hacer ahora. -Así me gusta, que estés calladita.. ¿Ves cómo no era difícil, nena?- Se agacha a mi altura, estoy sentada en el suelo. - Ahora, me vas a dar un beso, ¿queda claro? -me dice sonriendo maléficamente, como lo lleva haciendo desde que me ha secuestrado, prácticamente desde que le conocí, en realidad. Me agarra la cara para que no me mueva y me besa, pero le muerdo el labio - ¡Gilipollas, me has hecho daño! -me grita, yo sonrío, he conseguido hacerle sufrir un poquito, pero es entonces cuando vuelve a pegarme, me pega más fuerte de lo normal. Ya me vuelven a salir lágrimas de los ojos. Grito, me duele. - He dicho antes que te calles, no me gustaría tener que repetírtelo de nuevo.
-Haces esto porque sabes que eres un cobarde, por eso me pegas, porque necesitas que los demás piensen que tienes poder sobre todos, necesitas aparentar que tienes esa valentía que no te encuentro por ningún sitio
-¿Perdona? ¿Estás insinuando que me acojono por cualquier cosa?
-Mírate el otro día con Raúl. Cuando viste que se defendía cuando le pegaste paraste ¿o no tengo razón? - Le digo un poco sobrada, creo que ahora me va a dar otra vez
-En aquel momento me di cuenta de que estabas tú delante, y sabes que te quiero.
-¿Como no te vas a dar cuenta de que estaba yo delante cuando empezaste a pegarle porque nos separó?
-Quería decir que tu presencia seguramente le impulsaba a él a defenderte, y para nada quería quedar mal delante de los que se hacen llamar tus amigos.
-Lo que tu no soportas es que yo tenga amigos
-Yo tengo amigos.
-¿Y yo?
-Tú no.
-¿Y Raúl que es? - Le digo ya enfadada
-Un falso. - Eso ya no lo aguanto.
-A mi me insultas si quieres pero a él le dejas
-¿Qué pasa? ¿Estás enamorada de él?
-A ti ya te da igual qué haga yo con mis sentimientos y a quien se los dirija. Creo que ya está lo suficientemente claro cuando me fui que ya no estamos juntos. Raúl me ayudó a dar el paso que yo sola tenía miedo a dar. Te odio Xavi, te odio más que a nada en el mundo. - No tuve que haberle dicho eso. Me da un puñetazo en la boca. - Cobarde, no eres lo suficiente hombre como para soltarme y dejar que intente defenderme.
-Pues no, no te voy a soltar. - Se desabrocha los botones del pantalón - Ahora vamos a hacer cositas de pareja. - Me levanta la falda del vestido y empieza a besarme las piernas. Yo me muevo y en uno de esos movimientos sin querer, o queriendo, no se, le doy un rodillazo en la mandíbula.
-¿Hace falta que saque la navaja, bonita? - Me dice
-No, no.. -ahora sí que ya me he acojonado por completo, me dejaré hacer, ha conseguido hacerme temer y no tener fuerzas ni de gritar.
-Buena chica... ¿Como se quita este puto vestido?
-Por arriba
-Pues no voy a soltarte
-No conseguirás quitármelo.
-Tendré que romper ese vestido que llevas
-No es mío
-¿De quién es?
-A ti te da igual de quien sea
-No me da igual
-¿Que pasa, que si es de otra persona no me vas a hacer lo que me ibas a hacer? - Le digo irónicamente
-Sí que te lo voy a hacer, pero es para decirle a esa persona que no se compre vestidos tan feos y horrorosos.
-No mientas, porque sé que te pongo
-Si, me pones por la figura que te hace, pero es un vestido un tanto... feo.
-Así te va, además de feo y machista, sin gusto.
-¿De verdad me ves feo?
-La duquesa de Alba ganaría un concurso de belleza antes que tú, pero a ti te salva el cuerpo, lo sabes
-Y tanto que lo sé.
-Pues ya te lo podrías creer un poco menos
-¿Por qué?
-Porque piensas que lo más importante es el cuerpo
-Mentira
-¿Qué es para ti el amor?
-El amor es.. Estar con la persona a la que quieres hasta el final, apoyándola en todo.
-¿Y tú me apoyas?
-Sí
-Sí, en la mesa para follarme mejor
-No
-¿Cuando fue la última vez que me apoyaste para algo, que me animaste a hacer algo?
-Hace poco.
-Cuando, por qué, porque te convenía. La última vez que me apoyaste fue para protestar y sabías perfectamente que si lo hacía me iban a echar del trabajo, y así lo hicieron. ¿Tu crees que eso cuenta como apoyo?
-Pues sí
-Otra vez que me apoyaste. Cuando me quedé embarazada. ¿También me apoyaste verdad? Me apoyaste a que abortara.
-Pues claro, no tienes edad para tener un hijo.
-¿Y cuando los voy a tener, con 50? Tengo 29 años, no 12. Cuando me "apoyas", entre comillas, siempre es porque te conviene a ti que yo haga una cosa o la otra
-No tienes razón.
-Yo creo que sí. Dime una sola razón por la que no tengo que pensar eso
-Yo te quiero
-¿Y por eso me pegas?
-Eh.. Te pego porque.. Porque... No lo sé.
-Tienes que tener algún motivo
-Te has portado mal antes.
-¿Y tú no te estás portando mal? Ahora voy a coger yo y te voy a pegar por eso. Porque mi madre de pequeña me reñía cuando pegaba a alguna de mis hermanas
-A mi no.
-¿Por qué no?
-No lo sé
-Te gusta sentir superior.
-Soy superior
-Claro, ¿y yo soy mujer y solo sirvo para follar, no?
-Ajam.
-De toda la vida, nunca hemos servido para nada más
-No.
-¿Entonces? Aclárate
-Eso, que no servís para nada más que para follar.
-Si te estoy dando la razón - Le digo irónicamente
-Ah, pues bien. - Se agacha otra vez y saca su navaja y raja el vestido - Así estás más bonita
-Gracias. Supongo. - Le digo irónicamente. Acerca sus labios a mi cuello y me besa de vez en cuando los intercala con suaves mordiscos. Me desabrocha el sujetador, ya que tiene el broche delante
-Va a ser la mejor noche de sexo de tu vida.
-No quiero
-Si quieres
-No quiero
-Vamos a hacerlo, quieras o no.
-¿Y si pongo la excusa de la regla?
-No te creeré
-Pues tendrás que obligarme
-Eso haré
-¿No lo irás a hacer de verdad?
-Claro que sí - Me baja las bragas y me doy cuenta que sí que lo va a hacer. Se baja los pantalones y sus boxer y me acaricia mi... ya me entendéis
-No, por favor.
-Uy, que no...
-Xavi no, por favor, te lo suplico. Tú no eres así
-Tú no sabes cómo soy
-Sí lo sé y sé que tú no haces esto
-No,no lo sabes.
-Por favor... - Le digo ya llorando
-No voy a parar.
-Xavi, por favor... - Se tumba encima de mi con las manos apoyadas en el suelo y así me penetra. Chillo de dolor
-¿En serio te duele? - Me dice irónicamente.
-¡Ah, me duele! - Empiezo a llorar. Penetra demasiado rápido y no tengo lubricada la vagina, y no solo demasiado rápido, sino demasiado fuerte también. Noto que me está dando en el fondo de la vagina. Chillo, me duele mucho. Noto que acaba de correrse, ya tengo miedo. Saca su pene de mi vagina y lo pone en mi cara y muevo la cara.
-Comémela.
-No
-Sí.
-No lo voy a hacer
-Sí que lo vas a hacer.
-¿Como me vas a obligar? - Me pega un tortazo, me abre la boca e introduce su erecto pene en ésta. Le muerdo y chilla. Alarga el brazo y agarra su navaja.
-Como vuelvas a morder, mueres.
-Pues prefiero morir antes que chupártela
-No hagas algo de lo que puedas arrepentirte más tarde.
-Tú mismo lo has dicho
-He dicho que me la chupes.
-Me has dicho que no haga nada de lo que puedas arrepentirme mas tarde - Cierro la boca y ladeo la cara
-Chupámela. - Niego con la cabeza
-Que sí.
-Oblígame
-¿Y si no quiero?
-Pues nada
-Joo
-No te hagas el inocente
-Que me la comas, coño. - Niego otra vez. Me la mete en la boca a la fuerza, pero moviendome consigo zafarme de él y me doy la vuelta
-Ven aquí.
-No puedo ir porque no me puedo moverme
-Pues gírate y cómemela.
-Lo que quieras menos eso, sabes que vomito
-Me da igual.
-A mi no. Además, luego no te va a gustar que te vomite encima
-Mientras que me la chupes me da igual. Eso o uso tu culito que lo tengo más cerca
-Vale, la chupo, pero luego no te enfades porque te he manchado – Me doy la vuelta y dejo que me la meta en la boca, acepto, porque al final no voy a tener mas remedio que aceptar. Empiezo y cuando se corre la saco y como es natural en mí y normal por el asco que me da, vomito.
-¡Que asco!

1 comentario: