He estado
hablando con mi padre. Le he dicho que se vuelva al pueblo que
nosotros nos vamos a quedar aquí un rato esta noche de copas y que
si eso ya nos quedábamos en un hostal. Me ha dicho que si no nos
vamos a ir muy tarde viene a por nosotros. Le hemos dicho sobre las
dos. Ahora estamos en un bar echando una partida a los dardos. El
local tiene dos puertas.
-Patri, voy al
baño, ¿me acompañas?
-Sí, claro. -
Voy con ella. Raúl me llama y me giro – Espera. - Me giro.
-¿Tienes
suelto?
-Sí, en mi
bolso – Me giro. - ¿Hiba? - Entro - Hiba, ¿donde estás? - Me giro
y miro por la puerta. ¿Hi...
[…...........................RAÚL…...........................]
Esta manía de
tener los bolsos tan grandes, en el local apenas hay gente y los que
estamos estamos en la zona de los dardos.
-¡Patricia! -
Esta tirada en el suelo. ¿Hiba donde está? Me agacho intento
despertarla. Pido ayuda al camarero y viene. Le doy unos golpecitos
es la cara, parece que empieza a reaccionar.
-¡Ay mi
cabeza! ¡Hiba!
-¿Estás bien
Patri? ¿Llamamos al médico?
-No hace falta,
estoy bien.
[…...........................HIBA…...........................]
Estoy muy
asustada, llevo las manos atadas y la boca tapada. Llegamos a un
sitio que está muy oscuro, tengo los ojos echarcados de lágrimas,
no veo bien pero creo que es un campo. Para, me saca del coche, me
lleva por un camino y llegamos a lo que creo que es un casa semi en
ruinas. Me quita el esparadrapo de la boca y me desata las manos, yo
estoy llorando. Me vuelve a atar a la pata de una mesa vieja.
-Xavier, ¿Qué
quieres de mi?
-Pero yo no.
¿Para qué voy a volver contigo? ¿Para que me sigas pegando?
-No te creo
-¡Pues
deberías hacerlo! - Me grita. Las lágrimas me salen de mis ojos
descontroladamente – Shhh, no llores. - Se acerca a mí e intenta
acariciarme la cara.
-¡No me
toques!
-Yo te tocaré
todo lo que me de la gana, que para eso eres mía.
-¡Yo no soy de
nadie!
-¡Cállate!
-me da un bofetón, no recuerdo haberme sentido peor en todo lo que
llevo de vida, y eso que no es la primera vez que me pega, que ya
estoy acostumbrada. Pero, al estar en esta casa, sin nadie que
pueda ayudarme, ni defenderme, ni siquiera separarle, me siento
fatal. Necesito gritar pero a la vez pienso que lo mejor es
quedarme callada, podría ponerse nervioso y pasar a más. Pero
inevitablemente grito, cuando me vuelve a dar
-¡Déjame en
paz! - Pero por el contrario me vuelve a dar ya no tengo más
lágrimas en los ojos para llorar.
-¡Te he dicho
que te calles! - Ya no vuelve a darme una bofetada, nada más se queda
quieto mirándome, yo estoy muerta de miedo, no sé qué hacer ahora.
-Así me gusta, que estés calladita.. ¿Ves cómo no era difícil,
nena?- Se agacha a mi altura, estoy sentada en el suelo. - Ahora, me vas
a dar un beso, ¿queda claro? -me dice sonriendo maléficamente, como lo
lleva haciendo desde que me ha secuestrado, prácticamente desde que
le conocí, en realidad. Me agarra la cara para que no me mueva y me
besa, pero le muerdo el labio - ¡Gilipollas, me has hecho daño! -me
grita, yo sonrío, he conseguido hacerle sufrir un poquito, pero es
entonces cuando vuelve a pegarme, me pega más fuerte de lo normal.
Ya me vuelven a salir lágrimas de los ojos. Grito, me duele. - He
dicho antes que te calles, no me gustaría tener que repetírtelo de
nuevo.
-Haces esto
porque sabes que eres un cobarde, por eso me pegas, porque necesitas
que los demás piensen que tienes poder sobre todos, necesitas
aparentar que tienes esa valentía que no te encuentro por ningún
sitio
-¿Perdona?
¿Estás insinuando que me acojono por cualquier cosa?
-Mírate el
otro día con Raúl. Cuando viste que se defendía cuando le pegaste
paraste ¿o no tengo razón? - Le digo un poco sobrada, creo que
ahora me va a dar otra vez
-En aquel
momento me di cuenta de que estabas tú delante, y sabes que te
quiero.
-¿Como no te
vas a dar cuenta de que estaba yo delante cuando empezaste a pegarle
porque nos separó?
-Quería decir
que tu presencia seguramente le impulsaba a él a defenderte, y para
nada quería quedar mal delante de los que se hacen llamar tus
amigos.
-Lo que tu no
soportas es que yo tenga amigos
-Yo tengo
amigos.
-¿Y yo?
-Tú no.
-¿Y Raúl que
es? - Le digo ya enfadada
-Un falso. -
Eso ya no lo aguanto.
-A mi me insultas si quieres pero a él le dejas
-A mi me insultas si quieres pero a él le dejas
-¿Qué pasa?
¿Estás enamorada de él?
-A ti ya te da
igual qué haga yo con mis sentimientos y a quien se los dirija. Creo
que ya está lo suficientemente claro cuando me fui que ya no estamos
juntos. Raúl me ayudó a dar el paso que yo sola tenía miedo a dar.
Te odio Xavi, te odio más que a nada en el mundo. - No tuve que
haberle dicho eso. Me da un puñetazo en la boca. - Cobarde, no
eres lo suficiente hombre como para soltarme y dejar que intente defenderme.
-Pues no, no te
voy a soltar. - Se desabrocha los botones del pantalón - Ahora vamos
a hacer cositas de pareja. - Me levanta la falda del vestido y
empieza a besarme las piernas. Yo me muevo y en uno de esos
movimientos sin querer, o queriendo, no se, le doy un rodillazo en la
mandíbula.
-¿Hace falta
que saque la navaja, bonita? - Me dice
-No, no..
-ahora sí que ya me he acojonado por completo, me dejaré hacer, ha
conseguido hacerme temer y no tener fuerzas ni de gritar.
-Buena chica...
¿Como se quita este puto vestido?
-Por arriba
-Pues no voy a soltarte
-Pues no voy a soltarte
-No
conseguirás quitármelo.
-Tendré que
romper ese vestido que llevas
-No es mío
-¿De quién
es?
-A ti te da
igual de quien sea
-No me da
igual
-¿Que pasa,
que si es de otra persona no me vas a hacer lo que me ibas a hacer? -
Le digo irónicamente
-Sí que te lo
voy a hacer, pero es para decirle a esa persona que no se compre
vestidos tan feos y horrorosos.
-No mientas, porque sé que te pongo
-No mientas, porque sé que te pongo
-Si, me pones
por la figura que te hace, pero es un vestido un tanto... feo.
-Así te va,
además de feo y machista, sin gusto.
-¿De verdad me
ves feo?
-La duquesa de
Alba ganaría un concurso de belleza antes que tú, pero a ti te salva
el cuerpo, lo sabes
-Y tanto que lo
sé.
-Pues ya te lo
podrías creer un poco menos
-¿Por qué?
-¿Por qué?
-Porque piensas
que lo más importante es el cuerpo
-Mentira
-¿Qué es para
ti el amor?
-El amor es..
Estar con la persona a la que quieres hasta el final, apoyándola en
todo.
-¿Y tú me apoyas?
-Sí
-Sí
-Sí, en la
mesa para follarme mejor
-No
-¿Cuando fue
la última vez que me apoyaste para algo, que me animaste a hacer
algo?
-Hace poco.
-Cuando, por
qué, porque te convenía. La última vez que me apoyaste fue
para protestar y sabías perfectamente que si lo hacía me iban a
echar del trabajo, y así lo hicieron. ¿Tu crees que eso cuenta como
apoyo?
-Pues sí
-Otra vez que
me apoyaste. Cuando me quedé embarazada. ¿También me apoyaste
verdad? Me apoyaste a que abortara.
-Pues claro, no
tienes edad para tener un hijo.
-¿Y cuando los
voy a tener, con 50? Tengo 29 años, no 12. Cuando me "apoyas",
entre comillas, siempre es porque te conviene a ti que yo haga una
cosa o la otra
-No tienes
razón.
-Yo creo que
sí. Dime una sola razón por la que no tengo que pensar eso
-Yo te quiero
-¿Y por eso me
pegas?
-Eh.. Te pego
porque.. Porque... No lo sé.
-Tienes que
tener algún motivo
-Te has portado
mal antes.
-¿Y tú no te
estás portando mal? Ahora voy a coger yo y te voy a pegar por eso.
Porque mi madre de pequeña me reñía cuando pegaba a alguna de mis
hermanas
-A mi no.
-¿Por qué no?
-No lo sé
-Te gusta
sentir superior.
-Soy superior
-Claro, ¿y yo
soy mujer y solo sirvo para follar, no?
-Ajam.
-De toda la
vida, nunca hemos servido para nada más
-No.
-¿Entonces?
Aclárate
-Eso, que no
servís para nada más que para follar.
-Si te estoy
dando la razón - Le digo irónicamente
-Ah, pues bien.
- Se agacha otra vez y saca su navaja y raja el vestido - Así estás
más bonita
-Gracias.
Supongo. - Le digo irónicamente. Acerca sus labios a mi cuello y me besa de vez en cuando
los intercala con suaves mordiscos. Me desabrocha el sujetador, ya
que tiene el broche delante
-Va a ser la
mejor noche de sexo de tu vida.
-No quiero
-Si quieres
-No quiero
-Vamos a
hacerlo, quieras o no.
-¿Y si pongo
la excusa de la regla?
-No te creeré
-Pues tendrás
que obligarme
-Eso haré
-¿No lo irás
a hacer de verdad?
-Claro que sí
- Me baja las bragas y me doy cuenta que sí que lo va a hacer. Se
baja los pantalones y sus boxer y me acaricia mi... ya me entendéis
-No, por favor.
-Uy, que no...
-Xavi no, por
favor, te lo suplico. Tú no eres así
-Tú no sabes
cómo soy
-Sí lo sé y
sé que tú no haces esto
-No,no lo
sabes.
-Por favor... -
Le digo ya llorando
-No voy a
parar.
-Xavi, por
favor... - Se tumba encima de mi con las manos apoyadas en el suelo y
así me penetra. Chillo de dolor
-¿En serio te
duele? - Me dice irónicamente.
-¡Ah, me
duele! - Empiezo a llorar. Penetra demasiado rápido y no tengo
lubricada la vagina, y no solo demasiado rápido, sino demasiado
fuerte también. Noto que me está dando en el fondo de la vagina.
Chillo, me duele mucho. Noto que acaba de correrse, ya tengo
miedo. Saca su pene de mi vagina y lo pone en mi cara y muevo la
cara.
-Comémela.
-No
-Sí.
-No lo voy a
hacer
-Sí que lo vas
a hacer.
-¿Como me vas
a obligar? - Me pega un tortazo, me abre la boca e introduce su
erecto pene en ésta. Le muerdo y chilla. Alarga el brazo y agarra su
navaja.
-Como vuelvas a
morder, mueres.
-Pues prefiero
morir antes que chupártela
-No hagas algo
de lo que puedas arrepentirte más tarde.
-Tú mismo lo
has dicho
-He dicho que
me la chupes.
-Me has dicho
que no haga nada de lo que puedas arrepentirme mas tarde - Cierro la
boca y ladeo la cara
-Chupámela. -
Niego con la cabeza
-Que sí.
-Oblígame
-¿Y si no
quiero?
-Pues nada
-Joo
-No te hagas el
inocente
-Que me la
comas, coño. - Niego otra vez. Me la mete en la boca a la fuerza,
pero moviendome consigo zafarme de él y me doy la vuelta
-Ven aquí.
-No puedo ir
porque no me puedo moverme
-Pues gírate y
cómemela.
-Lo que quieras
menos eso, sabes que vomito
-Me da igual.
-A mi no.
Además, luego no te va a gustar que te vomite encima
-Mientras que
me la chupes me da igual. Eso o uso tu culito que lo tengo más cerca
-Vale, la chupo, pero
luego no te enfades porque te he manchado – Me doy la vuelta y dejo
que me la meta en la boca, acepto, porque al final no voy a tener mas
remedio que aceptar. Empiezo y cuando se corre la saco y como es
natural en mí y normal por el asco que me da, vomito.
-¡Que asco!
Pobre Hiba... Que hijo de P*** Nada más que objetar. :S
ResponderEliminar