Que cansada
estoy y me duele la herida de la mano, pero mirando el día por el
lado bueno estoy ya en mi nueva casa. Suena el teléfono. No me sale
el número, ¿quien será?
-¿Diga?
-Hola Patri,
soy Lara - ¿Lara?
-¿Desde donde me llamas? No me sale tu númro
-¿Desde donde me llamas? No me sale tu númro
-Ah, vale,
¿pasa algo?
-¿Tendrás
vacaciones?
-Supongo, algo
tendremos. Jose dice que cuando se va él no quiere dejar el
restaurante abierto. ¿Por qué me lo preguntas?
-Por si te
apetecen unas vacaciones en Bilbao con todos?
-Ah, vale, pues
sí, pero no sé cuándo me las darán
-Cuando
me digas, esta gente las tienen en agosto y yo como ahora estoy con
las motos... tampoco es que trabaje mucho, la verdad
-Hablo con mi
jefe y se lo digo, luego te llamo, ¿vale?
-Vale – Voy
al patio, donde está Jose con su mujer
-¿Puedo hablar
un momento contigo?
-Sí, claro –
Se acerca a mí
-¿Vas a cerrar
este agosto el restaurante? Si nos vamos de vacaciones digo, que no
haya malos entendidos
-Sí, claro
-Del 30 de
julio al 20, en principio. La idea era de todo el mes pero como hemos
tenido la semana esa de las obras... ya tantas perdidas no
-Vayas
vacacioncitas, ¿eh? - Nos reímos - Pues ya está la conversación,
era solo eso - Vuelvo a entrar y vuelvo a llamar a Lara – Chiqui,
que ya se cuándo tengo las vacaciones
-¿Cuando?
-del 30 de
julio al 20 de agosto. Que se va el niño de vacaciones y cierra el
restaurante
-Ah! Pues
genial. ¿Avisas a Dani por favor?
-¿Yo? Avisa tú
a Raúl y que se lo diga
-¿Qué ha
pasado?
-No me hablo
con él – Le digo tanjantemente
-¿No
lo habéis arreglado aún? - Niego. - Pues deberíais,
sé que lo está pasando mal. ¿Por qué crees que discutimos?
-Lo siento, no
querría ser la culpable de vuestra ruptura. - Le digo con un tono de
decepción en mi voz. Me siento culpable.
-No te
preocupes. Se puso muy tonto cuando discutisteis, y sigue, en el
programa se le nota mucho, lo hace sin ganas. Qué te voy a decir a
ti, si no lo verás.
-¿Que no? Sí,
me gusta el programa, no está el solo y aunque lo estuviese, el
programa me gusta. Además, en el restaurante, como lo ponemos allí,
lo vemos. Y una cosa es que estemos enfadados y otra que no me caiga
bien, además su trabajo lo hace genial.
-Pues hagamos
como que no he dicho nada. Hacemos eso entonces. Nosotros quedamos en
algo y te llamamos o quieres participar tú en los debates.
-Me da igual,
decidid vosotros y luego me comentáis. Bueno chiqui, te dejo, que
estoy preparando mi casa nueva. A ver si venís y os la enseño, es
un chalé.
-Moza como
vives. Has pasado de compartir piso a comprarte un chalé en el
pueblo.
-Tenía mis
ahorros y además el dueño de la casa me la ha dejado a precio de
saldo, quería irse.
-¡Qué suerte!
Oye Patri, que me llaman para currar. Ya hablamos. Chao – Nos
despedimos y cuelga. Me suena el tono de los whatsapp, es de Raúl,
¿A que le ha dicho ya Lara lo de la casa?
“Q me ha
dicho un pajarito, q ya tienes la casa nueva?”
“Sí, ayer x
la tarde me dieron las llaves. A ver si vienes.” “El proximo
finde voy a Madrid con Chuspi y empiezo la mudanza, me echas una
mano?”
“Claro”
“Allí nos vemos” “Me mandas una foto de la casa nueva”
“En un
ratino, que esté un poco mas colocada” “Ya hablamos, q estoy
ocupá”
“OK” Vuelvo
con Jose y su mujer al patio, no hay más que hacer dentro
-Patri, ¿a
comer sí te vienes no? Porque como no te alimentes de aire no sé
qué vas a comer aquí.
-Esta tarde
tendré que ir a comprar, pero haber sí hay, hay huevos – Se ríen
– No hay aceite ni nada pero no pasa nada, uno se las puede apañar.
Pero sí, ahora me voy con vosotros, sería conveniente.
-Pues venga,
vámonos ya si eso, que tengo hambre ya
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