domingo, 29 de abril de 2012

Capítulo 200


Estoy esperando a Dani para que me diga eso que me tiene que decir. Aparece a lo lejos y me hace un gesto para que me acerque hacia él
-Date la vuelta
-¿Por qué?
-Hazme caso...-Le digo con una sonrisa.
-Me fiaré de ti – Me giro y me pone una venda en los ojos.
-¿Ves algo?
-Negro
-Mejor – Sonrío y me coge de la cintura y del brazo para llevarme a algún sitio, supongo que al coche.
-¿A donde me llevas? - Le digo cuando noto que me ha dejado en el coche.
-Sorpresa.
-No me gustan las sorpresas. - Pasa un rato - ¿Me puedo quitar la venda?
-Hasta que no lleguemos no – A dónde iremos. Yo de este me espero cualquier cosa. Para el coche.
-¿Ya? Ya hemos parad
-Pero no hemos llegado. - Entonces hay que andar- ¡Ay madre! Yo me escalabro por ahí, me choco con algo seguro. Creo que estamos en un campo o algo parecido, el camino está lleno de piedras de todos los tamaños. Dani tiene una mano en mi cintura y la otra agarrándome el brazo para guiarme, confiaré el él, no creo que me deje caer. Llevamos un buen rato andando, definitivamente nos paramos. Noto que está detrás de mí agarrándome por lo hombros, coge aire, me va a decir algo.
-Quítate ya la venda – Me la quito y abro los ojos. Wow. Es un paraje precioso, típico del norte. Una gran explanada llana de hierba muy verde y fresca con árboles preciosos, salpicada por puntitos de colores, las flores y algunas casitas al fondo, pero lejos. Una suave brisa que me acaricia la espalda trae consigo el aroma marino. Esto hace que respire hondo – Gírate – Le hago caso y me giro. Si la vista anterior era bonita esta se queda sin calificativos, al fondo el sol empezando a ponerse, quedando en el cielo un tono rosado especial, con las gaviotas revoloteando como sombras alrededor. Los barcos pesqueros que vuelven a puerto después de toda una mañana de faena. Me siento en el paraíso, creo que nunca veré unas imágenes más bonitas que éstas. Dani me agarra las manos haciendo que me gire para quedar mirándole. - Peque, oí, sin querer una conversación tuya con Anna... - ¿Qué conversación habrá oído? Me pongo nerviosa, ¿He de ponerme nerviosa? - Esa conversación me dio en qué pensar durante toda la noche. - ¿Qué será? ¿Tanto pensó? Para que esté así tiene que ser porque hablamos de él, ¿no será...? - Y toda la noche da para pensar mucho, sobre todo recordar, pero solo momentos contigo. Intenté recordar todo el momento de la discoteca cuando... bueno, ya sabes y, bueno, me he dado cuenta que, si decidiste hacerlo conmigo, me querías y... bueno, decirte que yo tambien te quiero, que te he querido desde casi el principio pero yo no me hacía caso ni de mi mismo y cuando me oía me decía que era imposible que a una chica tan perfecta como tú le gustase un desastre como yo. Además, esos momentos en los que no te importaba acostarte conmigo en invierno cuando hacía frío, se me borraba más y más la idea de que pudieses quererme como algo más que un amigo. Te he intentado decir esto un montón de veces pero siempre me acababa entrando miedo porque pensaba que si te lo decía y tú no sentías lo mismo nustra amistad como está se iba a acabar, y que ya no volveríamos a estar igual. Tran la conversación que accidentalmente oí tengo claro que tú estás en las mismas condiciones que yo y es por eso por lo que me he atrevido, porque ya sé que sí me quieres. Yo no te voy a presionar para que me digas que sí, ni siquiera voy a presionarte para que me digas algo, si quieres salir corriendo por esa carretera puedes hacerlo, pero necesito que sepas que te quiero, que eres lo más importante que me ha pasado en toda mi vida y que me gustaría estar contigo. Que soy capaz, si hace falta, de dejarlo todo en Madrid por ti, porque Madrid ya no es nada sin tu presencia, s...
-N hace falta que te vayas de Madrid – Le corto. Me mira algo abatido, creo que cree que le voy a decir que no. Pero está muy equivocado
-¿Eso es un no...?
-No hace falta que te vayas de Madrid porque vuelvo yo.
-¿Por qué? No voy a dejar que dejes tú el trabajo, para dejar trabajos yo, que no tengo que pagar una hipoteca.
-No tengo trabajo, no hay restaurante, una larga historia, pero ¿qué mas da eso?
-¿Y entonces qué vas a hacer?
-¿No me has dicho que querías estar conmigo?
-Entonces eso es un sí. - Sonríe.
-Sí. - Le digo sonríendo. Se abalanza sobre mí abrazándome y me da un beso de esos de película. No quiero que este momento no acabe nunca. Este es el mejor viaje de toda mi vida.

FIN

2 comentarios:

  1. ¿Aquí acaba la historia? No por favoooor! Me encantaría que siguieras con esta historia, me encanta como escribes. Enhorabuena por esta pedazo de historia.

    ResponderEliminar
  2. BIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN!!!!!!!!!!!! Si señor! Final de peliculaaa! OLE OLE OLE!! ^^ Cuanto antes la 2 temp!!! :O jajaja
    Mu grande Cupii! Enorme! ;)

    ResponderEliminar