viernes, 30 de marzo de 2012

Capítulo 175


-¿Quieres que salgamos esta noche a tomar algo y te presento a mis amigos?
-Vale, pero no mucho tiempo, que mañana por la tarde tengo que estar en León.
-Vale, vamos a cenar, nos tomoamos una copa y para casa. Voy a llamar a la gente a ver quien puede o quiere salir y quedamos. - Coge su móvil y marca un numero. - Rusita... ¿qué tal?...Bien también, por Barcelona. ¿Puedes salir esta noche a tomar algo? Es que ha venido una amiga y para que conozca a la gente...Llámale tú, porque yo no tengo el número nuevo...Vale. Ya te llamo dentro de un rato para concretar hora y tal...Vale, hasta luego guapa.
-¿Con quien hablabas?
-¿Te enseño fotos y te los voy presentando? Ahora te lo digo
-Mejor será – Nos sentamos en el sofá después de sacar un montón de álbumes de foto. Nada más abrir el primer álbum aparece una foto en grande de él, no más de 16 o 17 años con una chica, muy guapa, la verdad. - ¿Quien es?
-Ella es con la que estaba hablando por teléfono. Se llama Hiba Nakaryna, es una chica rusa que llegó a España con 14 años y desde entonces está en Barcelona,. Pero este álbum prefiero no verlo
-Pues ahora me lo enseñas. - Pasa una página
-Hiba fue mi primera novia y la que, aunque suene raro, más me duró. Lo dejamos porque me fui a Madrid y decidimos que lo mejor sería separarnos, porque las relaciones a distancias nunca funcionan
-Ya, te creo. ¿Todo el álbum es de fotos vuestras? - Afirma. - Ya si eso las veré en otro momento.
-Luego te lo dejo, tú sola – Abre otro álbum. - Este es de un verano que vinieron uno tíos que tengo en Guadalajara de vacaciones y fuimos a la playa. Mira, esta foto es la que más me gusta de todo el álbum. - Me enseña una foto en la que está de pequeño en la playa con una niña rubita jugando con la arena.
-¿Quién es la niña de la foto? - Esa foto me suena, me suena muchísimo, la he visto en otra parte, pero ¿dónde? ¿quién me la ha enseñado?
-Una niña que estaba también en la playa y empezamos a jugar. Luego no volvimos a saber nada el uno del otro y no me acuerdo de nada de ella, como puedes observar tenía 3 años. No, 2, los 3 todavía no los había cumplido, eso fue en agosto.
-¿Y esta foto no me la habías enseñado ya?
-Imposible, no tengo ninguna copia, ¿por qué lo dices?
-Porque yo esa foto ya la he visto, pero no se quién me la ha enseñado.
-Es raro... yo de aquí nunca la he sacado. - Me estoy empezando a rayar con la dichosa fotito
-¿Te la puedes llevar a Madrid la escaneas y me la mandas por correo?
-Sí, claro

A la cena solo vamos a ir Raúl Hiba y yo. Terminamos de cenar y nos quedamos un rato en plan tranquilo esperando a que coloquialmente se dice “bajar la cena” Sobre las 12, la hora a la que abren las discotecas vamos dirección a una que dicen que está muy bien.
-Aviso que no tengo mucho dinero.
-Bah, si una copa tampoco es tanto, además a la discoteca que vamos como solo somos tres nos pueden colar. Ahí es donde yo trabajaba cuando... donde yo trabajaba, dejémoslo así. - Ya se a lo que se refiere, a la movida que me contó con el tío ese y las drogas. - No me gusta mucho venir aquí pero aquí trabajan mi primo y algunos amigos, así les conoces.
-¿Va mucha gente?
-No tanta, pero como es pequeña parece que hay más personas. - Dice Hiba justo a mi lado. Llegamos a la puerta de la discoteca y Raúl saluda a su primo. ¡Ay como está el primo! Figuraos chicas, 22 años que me ha dicho Raúl que tiene, alto, cachas, moreno de ojos verdes, no marrones, no verdes... como los de Dani y guapo que empacha no, sino atractivo, extremadamente atractivo. - ¿Te mola el primo de Raúl, eh pillina?
-Alegra la vista. - Le digo en un susurro y nos reímos
-No se si siguen juntos pero es el novio de mi hermana Iryna. Raúl no lo sabe y por eso no te diría nada, supongo que sería eso.
-¡Ay Hiba, si no te había visto! ¿Qué tal estás?
-Bien cuñado, ¿y tú?
-Aquí currando un poco a ver si me gano el sueldo. - Nos reímos excepto Raúl, que les mira extrañado, no sabe de qué están hablando.
-¿Os conocíais?
-Sí, su hermana y yo somos novios.
-¿Cual hermana? Como solo tiene una hermana... - Le dice en tono irónico, todos nos reímos..
-Iryna, a esa creo que no la conoces. A las 3 pequeñas no las conoces. - Raúl niega con la cabeza. - ¿Entramos o nos quedamos fuera? - Nos da unos papelitos que se saca del bolsillo y nos hace un gesto para que pasemos por otra puerta. El chico que está en la otra puerta me suena, ese me suena pero bien.
-¡Hay Raúl, cuánto tiempo sin venir desde que me dijiste que vendrías! - Se gira y se me queda mirando. Cada vez me resulta más familiar. - Tú eres Patricia.
-Eso dicen. ¿Como lo sabes?
-Nos conocimos en Madrid estas Navidades. ¿Recuerdas?
-¡Ah, sí! Para las caras tengo muy mala memoria. Yo soy más de recordar palabras.
-¡Ay si yo no recordara caras los avispados que se me habrías colado! Viene dentro del trabajo, es como un requisito, la memoria.
-Si la memoria yo también tengo que tener memoria, además memoria a muy largo plazo y una buena capacidad de improvisación, trabajo en un restaurante, soy chef. Tengo que recordar un montón de recetas y distintas formas de hacerlas, porque no cocinamos igual si hay 10 personas en el restaurante o si hay 100, hay que buscar la forma más rápida. Tu memoria y la mía son memorias distintas. - Se ríe y nos hace un gesto para que pasemos. Ésta debe de ser la zona VIP. ¡La virgen! ¿Ese es Piqué? Patri, tranquila. Nos pedimos una copa y nos ponemos a bailar.
-¡Hiba! - Oímos desde lejos, aquí la música no se oye tan alta y se habla mejor. Nos giramos.
-Cariño...
-¿Qué cojones haces aquí? - Le pregunta borde.
-Divertirme con mis amigos. ¿Algún problema?
-Sí, que vienes con los amigos
-¿Y qué pasa porque venga con ellos? - Él le hace un gesto para que lo siga y pasan por una puerta que da al almacén. Me acerco a Raúl.
-¿Has visto?
-Sí, he visto. Me da mala espina. - Se termina su copa de de un sorbo y sale corriendo hacia la calle.
-¡Raúl, cuidado! - Termino mi bebida también rápidamente y salgo corriendo tras él. - ¡Espérame! - Sale a la calle y se dirige hacia un callejón en un lateral del local y yo le sigo corriendo. Antes de llegar oigo a alguien gritando, por el too sé que es un hombre. ¿Y si...?
-¡Hijo de perra!
-Raúl no intent... - Demasiado tarde. Ya se ha abalanzado contra él y tengo que intentar hacer algo - ¡Raúl, por favor déjalo, te vas a meter en líos!¡Raúl, escúchame, para estate quieto, no compliques más las cosas! - Me acerco a Hiba. - ¿Estás bien? - Está muy asustada, tiene un golpe en la cara. La abrazo.
-Mucho muchísimo cuidado con lo que le haces a Hiba porque como le pase algo no voy a responder de mí. Delante de mi no le hace daño ni el dolor de muelas, ¿entiendes? - De repente me acuerdo que tengo las llaves del coche de Raúl en el bolso. Las busco y las saco.
-¡Raúl! - Nos mira y le enseño las llaves. Me levanto tiro de Hiba y me dirijo hacia el coche con ella de la mano casi corriendo. - Entra, corre. - Salgo del aparcamiento y doy marcha atrás para acercarme a Raúl.
-Quien avisa no es traidor. - Se monta en la parte de atrás del coche junto a ella.
-¿No sabes estar quieto? ¿Sabes que hubiera supuesto esto si no llegáis a controlaros? ¿Qué vas a hacer si ahora él dice algo? ¡Y encima te sangra el labio.
-¿Te puedes callar?
-Bueno... ¿A dónde vamos?
-A mi casa no, va a ir a buscarme – Dice Hiba casi llorando.
-Tranquila, cualquier sitio menos ahí te iba a llevar. Raúl, ¿sabes donde tiene Anna la casa? - Me hace un gesto para que frene, nos cambiamos los sitios y conduce él. Nos tardamos en llegar a una calle muy ancha de adosados y frena en delante de una de las casas. - ¿Aquí es? - Afirma. - A ver si están despiertos. ¿Te sigue sangrando el labio?
-Menos. - Salimos del coche. Hiba casi no ha hablado en todo el trayecto. Da al botoncito del timbre pero tardan mucho en contestar, no están dormidos porque hay luz en el salón
-¿Quién es? - Pregunta Miki por el telefonillo extrañado
-Miki, soy Raúl, ábrenos, por favor, es importante

lunes, 26 de marzo de 2012

Capítulo 174


Al salir de los juzgados nos vamos a tomar un piscolabis como dice mi abuela, palabra que me hace mucha gracia. Me parece fantástico , fantástico no alucinante como tanto Anna como Miki lo mismo están hablando en castellano con nosotros como en catalán con el camarero
-¿ Y por que os a dado ahora por casaros?
-No hay motivo concreto dice Anna con un tono no muy convincente . Como se nota cuando miente y sobe todo yo que le conozco muy bien
-Haré como que me lo creo. Si Miki es a lo Dani , sin papeles por el medio...
-pero con contentar a ala señora ... en fin tampoco se va a notar tanto en casa
-Bueno , pues me lo creeré... ¡Qué va, no me lo creo!
-Yo tampoco me creo que haya sido porque os ha dado el venazo.
-Vale, os lo decimos.
-Miki no
-Si conociéndote se van acabar enterando.
-Bueno vale. Su madre tiene una casa en alquiler en Madrid y quiere echar a los inquilinos porque están dando problemas pero tienen una clausula por 5 años. Hemos estado investigando y hemos descubierto que si nosotros poníamos la excusa de que nos íbamos a casar y necesitábamos el piso tenían la obligación de irse, aunque con una compensación económica o no se qué cosas. Es una gilipollez pero como de todas formas estábamos pensando lo de los papeles para pareja de hecho... nos vamos a lo otro directamente, no van a cambiar las cosas mucho. Pero no digáis nada, que no es plan de que sepan nada. Nos hemos casado y ya.
-Descuida, cuqui, no vamos a decir nada – Dice Raúl dando el último sorbo a su cocacola. Cuando se acerca la hora de comer Raúl y yo nos vamos a casa de su madre a comer.
-Tú debes de ser Patricia.
-Supongo que sí, al menos así me dicen que me llamo – Digo sonriendo. Ella se ríe. Después de las presentaciones empezamos a comer. Esto será la escalivada que me dijo Raúl. - Está muy rico esto. ¿Me puedes dar la receta?
-Aunque parezca que no es difícil si quieres que te quede bien, hay que saber cocinar relativamente bien, no hace falta ser un Ferrán Adriá.
-Yo casi – Me río. - Son chef del Casa María Palos. No es el bulli ni tiene estrellas michelín pero para ser un restaurante de pueblo pequeño es bastante grande y bueno.
-Pensé que estabas en la productora del programa.
-Lo era, pero me ofrecieron el otro trabajo y decidí aceptarlo.
-Pues te voy a dar la receta, a ver que tal te sale. - Coge un papel y un bolígrafo y empieza a apuntar. - ¿Y en qué pueblo estás?
-Se llama Hospital de Órbigo.
-¿Dónde está?
-En León, mamá. Es el pueblo de Dani
-Ah, vale, es que yo de pueblos de España no conozco, de Barcelona pocas veces he salido y cuando lo he hecho ha sido a Madrid a ver a Raúl.
-Si no pasa nada, es normal. No toda la gente conoce un pueblo como ese. Podría decirse que es un pueblo de paso para la ruta del Camino de Santiago desde hace... buf... desde que empezó eso del Camino de Santiago. Si casi vivimos de eso en el restaurante, de los peregrinos que quieres comer comida típica del pueblo. La sopa de trucha y demás comidas hechas con truchas. - Se ríe.
-¿Raúl y no me dijiste un día que el pueblo de Dani era Astorga?
-Allí nació. En Hospital de Órbigo tiene a su familia, por decirlo de alguna forma.
-Ah! Vale, ya entiendo. Toma Patricia, la receta.
-Gracias


domingo, 25 de marzo de 2012

Capítulo 173

[…..............................................DANI…..............................................]
-Joder Dani, ¿Qué te pasa conmigo últimamente? ¿Como ya no puedes buscar bronca con Patricia la tomas conmigo, no? Creo que no he dicho nada para que te pongas ahora así - ¿Pero ésta que dice?
-¿A qué coño vienes ahora?
-No a qué vienes tú. ¿Tienes algún problema conmigo?
-Contigo no. El problema eres tú y ya no quiero problemas en mi casa.
-¿Qué quieres decir con eso?
-Sabes perfectamente lo que te quiero decir. Las otras dos veces me dejabas tú cuando te aburriste de mí, ahora no voy a esperar a que lo hagas.
-¿Y qué he hecho yo para que digas eso?
-Desde que apareciste en mi vida por esta tercera vez han empezado los problemas con Patricia. Si os odiáis porque no podéis estar a menos de 10 metros, si hacéis las paces porque sois amigas... Patricia se ha ido por tu culpa.
-¡No, si ahora tengo yo la culpa de que ella se haya ido! Y de que se hayan extinguido los dinosaurios también tengo yo la culpa... Pues si yo fuera la culpable de que ella se fuera no hubiésemos vuelto a hablar. Al menos yo sé dónde está y tú no.
-Pasó por León y seguro que ahora está en su pueblo. Seguro que ahora está sin trabajo, viviendo mantenida por su mamá.
-Eso te aseguro que no, ella se fue de Madrid por trabajo. Pero no te voy a decir nada, como soy un problema para ti no tengo por qué decirte nada. Si quieres saber algo apáñatelas. ¿No tenías un amigo detective?
-No, si aquí todo el mundo sabe donde está menos yo.
-Por algo será. - Suspira – No creas que voy a llorar porque has cortado conmigo, porque se que esto es lo que te jode y es ahora lo que quiero. Me voy quizá nos veremos esta noche de fiesta o algo. Adios.
-¡Espera! - Le digo antes de que se vaya. Se gira – Tú que te llevas con el gato que yo. ¿Te lo llevas tú hasta que a Patricia le de la gana llevárselo? Que es suyo pero me lo he quedado yo.
-Yo me lo llevo si tanto te molesta. - Me levanto a por el transportín. Ella se acerca al gato – Boris, bonito, ven – Le coge y lo mete en el transportín que había dejado yo encima de la mesa. En una bolsa grande le meto también la comida y la arena del gato. - Venga, que vas a hacerle compañía a Miko, a ver si os lleváis bien, espero que sí. Adios, ya nos veremos. - Me sonríe y se va. ¿Por qué me jode tanto que esté tan bien? Lo sabe y por eso lo hace. Seguro que al salir por la puerta ya ha empezado a llorar
[…..............................................LARA…..............................................]
¿Éste se pensará ahora que voy a estar mal porque me ha dejado? ¡Ja! No tengo yo otra cosa mejor que hacer. Encima le he hecho un favor. Voy a llamar a Patricia para decirle que Boris está conmigo. Llego al coche, meto las bolsas en el maletero y la cajita con el gato en los asientos de atrás sujetada con el cinturón. Me siento y marco el número de Patricia, me lo se porque es como el mío pero cambiando los dos últimos números. Da dos toques.
-Lara ahora no puedo hablar – Me dice bajito – Te llamo luego, ¿vale?
-Vale, como quieras. Luego hablamos. Adios – Cuelga. ¿Qué pasará? Llego a mi casa y saco a Boris. Miko ni se inmuta de su presencia. - Miko... - Me oye y viene hacia mí. Ve a Boris que está junto a mí y se le queda mirando. Si los gatos pudieran expresar lo que piensan diría que está extrañado. - Miko, te he traído un amigo para unos días. Quiero que os llevéis bien – Aquí estoy, como una tonta hablando con dos gatos, como si me entendieran. Quizá me entiendan, no lo se. - Venga, haceros amigos mientras me voy a cambiar de ropa. - ¿Y si llamo a Romi para salir esta noche? Luego la llamo, a ver si no tiene planes y hacemos una salida de chicas, que hace mucho que no lo hacemos. Vuelvo al salón, Miko está encima de una caja que le tengo en la cristalera del balcón, al sol y Boris sentado en frente de la puerta del pasillo y es lo primero que veo nada mas llegar al salón. Cada uno a su bola. Llamo a Romina.
-Hola Romi. ¿Qué tal estás?
-Bien, aquí en casa sin hacer nada. ¿Qué quieres?
-Que si salíamos esta noche y hacíamos noche de chicas.
-Vale. ¿Y no sales esta noche con Dani? Para un sábado que no tiene actuación no sale.
-Saldrá, pero con sus amigos. Ya no estamos juntos.
-¡Ay, pobre!
-Ni pobre ni nada. Así mejor. Salimos o no.
-Sí, claro. Para estar en casa viendo la tele estamos en la calle pasándolo bien.
-¿A las 10 y media donde siempre?
-Vale guapa, como quieras. Luego nos vemos. Chao. - Me despido y cuelgo. Me siento en el sofá. No me apetece hacer nada para comer, pero tengo hambre. ¿Qué hora es? No son las 11 todavía. Suena mi móvil.
-Lara, siento lo de antes, es que no podía hablar estaba... en una movida, ya te contaré si viene al caso, aunque quizá te enteres el lunes. ¿Querías algo?
-Sí, decirte que no te preocupes por tu gatito, que lo tengo yo en casa haciéndole compañía a Miko.
-¿Y eso?
-Una movida muy grande. Le dije a Dani que si me traía y me dijo que sí, que lo gatos se llevan mejor conmigo que con él
-Para eso no hace falta mucho. Prefiero que esté contigo. Sé que le vas a cuidar bien. - Me río. - Ya hablaremos más tranquilas. Un saludo de parte de Raúl, que estoy con él y la demás peña de Barcelona.
-Otro para él.
-Te dejo guapa, dale un abrazo a Boris de mi parte, se deja.
-Vale, yo se lo doy

sábado, 24 de marzo de 2012

Capítulo 172


-Chicos, os aviso, nos acaban de dar una reserva para el lunes, así que os quiero perfectos ¿de acuerdo? Que son unos cuantos. - Todos afirmamos. - Son unos 25-30, no han concretado porque dice que no sabe exactamente quien va a venir a la comida. Que no querían reservar con tanta antelación pero como el lunes es fiesta por si venía mucha gente y eso. Y por cierto, quiero daros las gracias por aceptar trabajar el lunes, creo que aunque nos quitemos un día de descanso, que ya os lo compensaré, nos vendrá bastante bien económicamente. Ya podéis iros. Patri, espera 5 minutos, recojo los papeles y nos vamos.
-Vale, tranquilo, si hasta que tu no te vayas no me voy a ir yo. Por cierto, ¿son del pueblo?
-Ah, no se. El que ha hecho la reserva sí, aunque ya no vive aquí desde hace tres, cuatro meses, encontró trabajo en León. Vamos, no encontró, sino que trabajaba aquí en la misma empresa y le han pasado a las oficinas. No se si vendrá con los amigos, con la familia, que ayer fue el cumpleaños de su hermano, con sus compañeros de trabajo... Aunque por lo que tengo yo entendido con los del curro no... no se lleva muy bien, aunque hay que tener en cuenta que solo lleva cuatro meses trabajando. Además, a uno de los compañeros le mola la novia de él y te puedes imaginar, no, pero espera, porque la novia también se las trae, le gusta mucho provocar. Como ves en este pueblo sabemos todo de todos.
-Ya veo, y sobre todo tú, que eres como el “relaciones públicas” del pueblo. - Se ríe
-Más o menos. Pero también lo saben de mí. Te puedes imaginar todo lo que me han dicho por ser capaz de despedir a mi cuñado.
-Pero si no le despediste, sigue trabajando aquí.
-Sigue trabajando aquí pero con nuevo contrato, le “eché”, entre comillas, por decirlo de alguna manera precisa y le volví a contratar, lo mismo que hice contigo. Pero eso sí, las noticias a veces se cuentan a medias. Ha llegado la primera solamente, la otra queda por llegar
-Ya llegará
-Supongo. Venga vámonos. - Salimos a la calle y nos montamos en el coche. - He pensado, me dijiste el otro día que cuando te cogieras algo por aquí preferirías que fuera comprado.
-Cierto, porque aunque no se cuanto tiempo voy a estar aquí, que claro que por mí todo el tiempo posible, me gustaría tener una casita aquí.
-¿Y por qué en vez de cogerte algo por el centro del pueblo no te la haces tú? Bueno, los constructores, pero la mandas tú.
-Me costaría un ojo de la cara y no tengo una renta para eso.
-Tampoco tanto. Conozco a un hombre que quiere vender su parcela porque se va del pueblo, no es grande y además el precio es muy económico y ya tiene la casa, es muy bonita. Podrías ir a ver que te parece, puede que en el fondo te salga más económico que las casas, que aunque parezca que no, son caras.
-Eso no hace falta que me lo jures, ya lo he visto, que he visto una por 30000 y hay que reformarla bastante. ¿Por cierto, tú que los sábados te levantas sobre las seis para ir a León. ¿Me llevas?
-Sí, claro. - Llegamos a casa, estoy muy cansada y me acuesto en cuanto llegamos además, me toca madrugar. Buenas noches. Por cierto, se me olvidó decíroslo, no me he ido el fin de semana pasado a Barcelona porque estuvimos hablando Raúl y yo que al final no iba, así que este finde. Mañana me toca ir a León para coger el AVE. Suena el despertador. Ay, que pereza, las 5 y cuarto, a levantarse. Me levanto y me visto. Voy al cuarto de baño a lavarme un poco la cara, hacer pis y peinarme, que me he levantado con unos pelos que ya los querría un león. - Buenos días – Me dice Jaumpe bajito al salir del baño yo.
-Buenos días. - Entra él en el baño y yo voy a la cocina a desayunar algo. Son las seis y diez cuando estamos montando en el coche para ir a la ciudad. Me lleva en la misma puerta de la estación y entro, a las 9 sale el tren.
-El AVE con destino Barcelona está a punto de llegar a la estación. Vayan bajando hacia los pasillos de entrada. - Dicen por megafonía. Cojo mi mochila y me dirijo hacia la vía. En poco mas de quince minutos estoy ya con destino a Barcelona. Cuando estoy llegando llamo a Raúl por teléfono.
-Raúl, ¿estás ya en Barcelona?
-Sí, ¿cuando llegas tu?
-En un rato. Estoy en el AVE, ya hemos pasado Zaragoza.
-Vale, pues voy a buscarte a la estación y luego me acompañas a firmar, ¿no te importa acompañarme, verdad?
-Claro que no.
Ya estoy con Raúl de camino al juzgado para que vaya a firmar.
-¿A que impresiona esto? - Afirmo. Estoy nerviosa, ¿por qué? No se. Lo nota y me agarra la mano. Entramos en una sala.
-Hoy viene con compañía, eh... – Se ríe levemente. - Hace bien, pasar esto en pareja. - Me suelta la mano rápidamente.
-No, no es mi pareja, es solo una amiga
-Bueno, lo que sea, dejémoslo en compañía. Tome, firme. - Firma y nos vamos.
-Ya me conozco todo esto. Las salas de juicio están por ahí, en ese pasillo largo. En este de la derecha están los despachos de los abogados que están aquí, y este que vamos a ver ahora está el registro civil y más despachos, pero no solo de abogados con sus respectivos procuradores, pero cada uno no lo controlo, por ejemplo, el segundo es el de de nacionalidad. - Miro hacia el pasillo. ¿Esos que están ahí no nos Miki y Anna?
-Raúl, ¿no son Miki y Anna? - Afirma - Parecen nerviosos.
-¿Vamos? - Nos dirigimos hacia ellos, cuando Anna nos ve parece apurada, como cortada por vernos allí.
-Hey... ¿Qué hacéis aquí?- Miki está hablando por teléfono, no le entiendo está hablando en catalán
-Hola chicos. He venido a firmar y como Patri se ha venido a pasar el finde me ha acompañado. ¿Y vosotros? - Miki, cuelga y se acerca a nosotros.
-Joder, todo me tiene que salir mal últimamente. Hola chicos, ¿tenéis prisa? - Negamos. Anna le mira nerviosa, moviendo la cabeza de un lado para otro negando – Anna, no hay más remedio. - Acaba aceptando, ¿qué será? - ¿Lo digo yo o lo dices tú? - Le hace un gesto para que lo diga él. - Que nos vamos a casar.
-Ay, felicidades, cuquis.
-Pero estamos esperando a que venga su hermana y su novio para hacer de testigos, pero no llegan, están un atasco. Así que acabo de pensar que si en vez de dejarlo para otro día hacéis de testigos vosotros.
-¿Nosotros? ¿Y no hay que hacer nada antes?
-No.
-Pues venga, por mi vale. - Yo afirmo también – Venga, os ayudamos.
-Pero una cosa os voy a decir, no digáis nada, que queremos dar la noticia en el directo, es una sorpresa. - Dice Anna en tono de súplica
-Vale, como queráis

jueves, 22 de marzo de 2012

Capítulo 171


Una hora y media llevo de viaje hacia León, un fin de semana que vaya a Madrid en coche me podré traer a Boris, mientras tanto se tiene que quedar en casa de Dani, espero que lo cuide bien. Suena mi teléfono.
-¿Diga?
-¡Prima Patri!
-¿Chiqui, qué tal el cumple? ¿Lo celebrabas hoy, no?
-En ello estoy, pero te quiero decir algo. Me acaba de decir mi madre que fuiste tu la que me regalaste las entradas para ir a Granada a ver a Marínez. Hace casi un mes que me las dio mi madre pero no sabía que eran tuyas. Ya decía yo que era raro que mamá me comprase algo así. Gracias, de verdad. No deberías haberte molestado.
-Si no ha sido molestia, ha sido más un favor a un amigo. Cuando vaya al pueblo ya te contaré. Ahora chiqui, te tengo que dejar que estoy en el tren y hay muy mala cobertura. Ya te llamaré. - Se despide y cuelgo. Me pongo a enredar viendo las fotos del móvil y se me pasa el resto del viaje volando. Salgo de la estación y veo a Chuspi con la niña de lejos. - Ui, ¿Qué haces aquí?
-Hemos ido a acompañar a la mami al trabajo y me acordé de que llegarías sobre esta hora y decidí esperarte. ¿No te ha gustado la sorpresa?
-Pues claro – Oigo a Valeria en el cochecito.
-Parece que se ha despertado al oír tu voz, se había quedado dormida – Me río.
-¿Puedo cogerla un momento?
-Claro – La saco del carricoche y la abrazo suavemente, ella pasa sus brazo alrededor de mi, teniendo en cuenta que es una niña que no tiene ni un año. ¡Como quiero yo a esta niña! - ¿Nos vamos?
-Venga – Hasta mayo no empiezo oficialmente en el nuevo curro y estoy aprovechando para arreglar el papeleo en León. Odio el papeleo... hay muchos papeles. Llegamos a casa de Chuspi, es casi hora de cenar.
-¿Puedes ir cambiando a la niña mientras hago la cena, por favor? - Afirmo rápidamente, cojo a la niña, la llevo a su habitación y la tumbo en el cambiador. ¿Sabrá quién soy yo? No creo, es todavía muy pequeña, pero ya me ha dicho Chuspi que cuando oye mi nombre empieza a mirar a todos lados, eso es algo muy cuqui y gratificante si es verdad que lo hace. - ¿Tortilla francesa te vale? Es que no se que hacer así, rápido
-Vale, si quieres las hago yo y te quedas tú con la niña.
-Mejor será, ya te quedarán mejor que a mí, aunque para que te quede mejor que a mi... no le hace falta mucho, todas secas y tiesas.
-Sí, será mejor – Nos reímos y creo que Valeria también, será pequeña pero muy lista. Voy a la cocina y cojo un par de huevos de la nevera y empiezo a hacer las tortillas. Poco tiempo después aparece en la cocina con la peque en brazo dirigiéndose al rincón donde tiene el biberón.
-Mmmm, que bien huele.
-Mejor sabrá.
-Seguro – Se sienta en una de las sillas de la cocina y le da el biberón a la niña mientras hablamos de tonterías.
-¿Tienes orégano? - Me señala un estante y alzo la mano y tanteo para buscarlo. Noto algo que podría ser y lo cojo. Abro el bote y le echo un poco a la tortilla antes de que se termine de hacer con la que estoy y por encima a la otra. Se levanta con la niña en brazos y me da dos platos. Pongo la tortilla en ellos y les echo unos chorritos de salsa barbacoa, la del mercadona que está muy buena, y pimienta negra - ¿A que así nunca la había probado? - Niega con la cabeza.
-Si quieres pongo yo la mesa y llevas a la niña a la camita.
-Vale – Me acerco a él – Vamos, peque, con la tita Patri – Cojo a Valeria y la llevo a su habitación. Por el camino casi se ha quedado dormida. La tumbo en su cuna y la arropo. Cuando vuelvo a la cocina para cenar la mesa está ya servida. Me siento y empezamos a cenar. - Que cosa más cuqui, de verdad.
-¿Y tú no te animas?
-Si... por el Espíritu Santo. Si tuviera pareja a lo mejor.
-Cierto... La verdad es una experiencia muy bonita, y eso que no me llamaba la atención. Vino y... bueno pues que venga entonces. - Me río.
-Pues a mi si me gustaría en un futuro. Cuando encuentre a la persona adecuada.
-En cualquier momento esa persona aparecerá llamando al teléfono, por no decir puerta que es lo que se dice siempre, hablando de teléfono, ¿está sonando, no? Voy a ver quien es. - Se levanta y va hacia el salón. ¿Quién será a estas horas? Termino de comerme lo que me queda de tortilla y voy hacia el salón a ver si me entero de algo. - Si...Que sí, que si la veo se lo digo...No, no la he visto...Espera un momento que acueste a la niña y ahora vuelvo - ¿Será Dani? Él llamando justo después de decir Chuspi lo de la llamada. ¿Y si es él? No creo, porque tal y como están las cosas... de todas formas supongo que en algún momento se solucionarán – Es Dani, Richi le ha dicho que te ha visto esta tarde en la estación de tren, no se si me habrá visto a mí, como haya sido así adiós todo. - Hablamos en un susurro
-Da igual, que sepa que estoy hoy aquí, mañana me voy ¿Tienes el teléfono de Richi? - Afirma – Dámelo, que voy a llamarle - . Me apunta el número e inmediatamente después le llamo. - Richi, soy Patricia, la amiga de Dani, ¿te acuerdas de mí?
-Sí, claro, te he visto esta mañana en la estación. ¿Qué haces por León tú sola?
-Unas movidas.
-¿Y qué estás en casa de Chuspi?
-¿Por qué lo dices?
-Porque te vi con él, simplemente eso. Lo supuse.
-Pues sí, estoy en su casa. Me he ido de Madrid porque discutí con Dani y no quiero verle. Ahora le has dicho dónde estoy y vendrá este finde a buscarme. Gracias – Esto último irónicamente.
-Lo siento, estábamos hablando saliste a conversación y le comenté que te había visto un rato antes. Si llego a saberlo no le digo nada. Lo siento, de verdad
-Ya da igual

martes, 20 de marzo de 2012

Capítulo 170

Ya llevo varias semanas viniendo los viernes a Hospital de Órbigo y volviendo los domingos por la noche. ¿Qué he ganado con esto? Que los lunes libro, hay que mirarlo por el buen lado, aunque se hace muy, muy, muy pesado. Hoy es 14 de abril, es el cumple de mi prima Sara, que luego no se me olvide llamarla.
-Patricia, quiero hablar contigo, es bastante serio. - ¿Qué pasará? Veréis, a que no sigo con él trabajando, lo veo.
-¿He hecho algo mal?
-¿Por qué cada vez que se dice que hay que hablar se piensa que es por algo malo?
-Dijiste que era algo serio
-Serio, no malo. Me gustaría ofrecerte algo, pero para eso tendrías que rechazar algo... en realidad todo.
-¿Qué ocurre? ¿Que quieres?
-¿Te acuerdas que te dije si habías tenido experiencia como chef?
-Sí, y te dije que sí, que en cuatro lo era... - Un momento, ya se lo que quiere, que me quede aquí. - Juampe, claro que me quedo trabajando contigo. No quiero volver a Madrid, demasiado mal lo estoy pasando ahí con discusiones con Dani cada dos días y eso que no nos vemos, además está peligrando el trabajo allí porque peligra el programa y algo así no lo voy a desperdiciar. Al menos voy a probar, a ver que tal y si me gusta me quedo. ¿Te parece bien?
-Perfecto, a ver si con tu ayuda soy capaz de sacar adelante el restaurante de como me lo ha dejado ese incompetente de Adrián. A esto llamábamos al tío ese del programa de MTV y le pone fino.
-Tampoco lo hace tan mal el pobre chaval, lo que pasa es que no está acostumbrado y no tiene la voz que se necesita para dirigir una cocina, los cocineros se pasan lo que dice por la sexualidad, no tiene autoridad,
-Además con eso de que es el mas joven del equipo... pero de todas formas. Yo no estaría tan seguro de eso. Hay veces que se va, tu misma me lo dijiste ayer mismo.
-Se agobia pero es por lo que te he dicho y el pequeño dices... solo nos llevamos dos años. Yo si que era la pequeña en la productora.
-Me da igual por qué sea. No ha hecho su trabajo y no tengo más remedio que echarle. Espera– Se levanta y va hacia la cocina. Un minuto después vuelve con Adrián. Le noto asustado, creo que se teme lo que hemos estado hablando. - Tengo que hablar con vosotros. Adrián, desde que llegaste a este restaurante se está yendo a pique, no tienes las capacidades que me dijiste que tenías para dirigir una cocina. Eres parte de mi familia y te juro que es lo más difícil del mundo decirle a un familiar estas cosas y ya veremos si cuando se entere tu hermana podré seguir durmiendo en la cama, pero no tengo más remedio. Tienes que irte, yo quiero lo mejor para mi restaurante y creo que eso implica que no estés tú. - Adrián, para que sepáis quien es es el hermanastro de la mujer de Juan Pedro, y le quiere muchísimo, el pobre se quedó sin madre de muy pequeño. Sé que necesita el trabajo, tengo que intentar impedir que le eche.
-¡Pero puede quedarse de cocinero! - Grito de una forma medio desesperada para conseguir que Adrián se quede.
-Esa es una opción, eso si que no lo haces mal. Vale. Tú eliges, vuelves de cocinero o te vas.
-Necesito el trabajo así que me quedo de cocinero otra vez, lo prefiero. Está a punto de nacer el niño y no puedo ahora quedarme sin trabajo. Ahora más que nunca lo necesito
-Pues entonces así quedamos. Adrián, vuelves de cocinero y Patricia pasas a chef. Pero Adrián, ¿sabes cuál es tu problema?
-Sí, que no tengo autoridad.
-Exactamente.
-Pues eso es lo que habrá que arreglar para un futuro, además, con el niño... Quiero arreglar eso
-Yo te enseño – Le digo yo
-Gracias, ¿Patricia, no?
-Sí. De nada

Vuelvo a Madrid, el último día que estoy en Madrid y doy la noticia de que me voy.
-Patricia...
-Dime Raúl
-¿Por qué te vas? Si te vas ya no nos veremos
-Raúl, quiero ese trabajo. Además de que quiero cambiar de ambiente un poco eso es para lo que en realidad estudié, no para ser encargada de cocina. Para eso hubiese estudiado restauración y no cocina.
-¿Pero y nosotros?
-Vosotros vais a estar en mi mente siempre. Además vendré los fines de semana.
-Pero yo me voy a Barcelona los fines de semana, por el lío prefiero ir a firmar todos los findes y así no hay forma de que pongan pega alguna.
-Pues este fin de semana me voy contigo a Barcelona. Te lo debía.
-¿Y Flo sabe que te vas?
-Todavía no. He quedado con él con Pablo y Jorge para presentar mi dimisión después del programa, si quieres curiosear en flocución estaremos
Termina el programa y voy al camerino de Flo para hablarles sobre mi marcha. Allí ya está Pablo.
-Hola Patricia. No creo que Florentino tarde mucho. Jorge no puede venir
-Espero, tengo que irme, tengo que estar mañana en León.
-¿Y eso?
-Ahora os cuento a los dos – Efectivamente, Flo no tarda en subir.
-Siento el retraso, los fans. Setaos. Si es rápido mejor, que hay que ir a grabar unas cosas.
-Sí, es rápido si vosotros queréis y no hacéis las cosas más difíciles de lo que son, que ya lo son bastante. Quiero presentar mi dimisión en el puesto.
-¿Por qué? - Miro hacia la puerta y ahí veo asomadas la cabeza de Anna, de Raúl, de Cris y Javi. Les hago un gesto con el que quiero interpretar si está Dani y lo interpretan bien. Todos niegan, es silencio.
-Juampe me ha ofrecido un trabajo en su restaurante, pero no se lo digáis a Dani, por favor. No quiero que sepa que estoy allí. He traído todos los papeles reglamentarios, solo me quedan vuestras firmas. Por favor, dejadme ir, es mi oportunidad para trabajar en lo que verdaderamente me gusta, trabajar en lo que estudié.
-Si quieres irte nosotros no somos nadie para impedirlo... Eres libre de elegir con quien trabajas, dónde y en qué condiciones. - Pablo firma, a Flo no le veo con mucha intención
-Flo, por favor. Tan difícil es para ti como lo es para mí. Y piensa que yo me voy de Madrid, que rehago mi vida, que tengo que empezar desde 1, porque a gente conozco allí, al menos... No lo pongas más difícil, además me tengo que ir ya, que en dos hora sale el tren y me tengo que despedir.
-Voy a firmar solo si me haces una promesa. - Afirmo. - Que vendrás a vernos todos los fines de semana.
-Pues claro – Le digo abrazándole. Cuando me separo firma el documento. Oficialmente ya estoy fuera de la productora. - Os voy a echar muchísimo de menos. Tanto a vosotros dos, como a los cuatro asomados a la puerta como a los que ni siquiera saben que estoy aquí ahora mismo
-Y nosotros a ti. - Todos los que estaban en la puerta entran y me abrazan - ¿Qué vamos a hacer ahora sin tu sonrisa todas las mañanas?
-Y sin tu lasaña – Dice Anna intentando reír para aguantar las lágrimas pero no es capaz.
-Os quiero a todos, y lo sabéis. Este finde ya tengo planes, pero al próximo prometo venir y os cuento que tal mi nueva vida. ¿De acuerdo?
-¿Y donde te vas? - Dice Javi intrigado.
-A Hospital de Órbigo, pero no se lo digáis a Dani, por favor.
-Descuida – Me despido de todos y salgo de la sala en busca de Mónica y María, mis compinches en todo, mis cuquis desde que las conocí. Odio las despedidas

lunes, 19 de marzo de 2012

Capítulo 169

La hora de la comida, el comedor se empieza a llenar. La comida empieza a salir de la cocina con bastante fluidez, ya habíamos preparado todo para eso, tengo ganas de irme. Cuando todo está servido, salgo al comedor para comprobar que todo está bien eso, inevitablemente, hace que me encuentre con Dani.
-Patri, cuqui, que hoy no has subido a saludar, ¿te ha pasado algo? - Me dice Flo en cuento llego junto a él.
-Llegué un poquito tarde y no me dio tiempo. Lo siento tio Flo. – Le doy un beso en la mejilla y otro a Anna, que está a su lado – ¿Está todo bien?
-Como siempre – Después de una pequeña conversación vuelvo a la cocina. Ahí no hay ya casi trabajo, a esperar que terminen de comer para fregar las cosas y comer nosotros.
-Patri – Me giro hacia la puerta.
-Dime Anna, ¿pasa algo?
-Quiero hablar un momentito contigo, ¿puedo?
-Claro.
-Me ha dicho Dani que te has ido – Afirmo - ¿Por qué?
-¿No has oído ni leído que ha dicho sobre mí?
-Pero no lo diría a posta.
-Anna, un rato antes de eso la tuvimos en una bocatería, estaba enfadado. Y de todas formas, aunque lo dijese de mentira... yo tengo entendido que no le gusta mentir. Pues no voy a dejar que mienta.
-¿Y dónde estás?
-Si no se lo dices a Dani te lo digo – Afirma – En casa de Raúl. - Se me queda mirando con cara rara.
-¿Qué bicho viviente se va a querer ir a casa de su ex a vivir?
-No he dicho a vivir, claro que no quiero quedarme ahí, pero ahora no tengo de otra. Dani piensa igual que tu, no pensará que estoy con él. En realidad fui ayer... no se como, empecé a caminar y llegué a su casa. Y sería conveniente que bajes al plató, te tienen que estar esperando. - Afirma.
-Paciencia – Sonríe y creo que yo también.

-Buenas tardes Patri. ¿Podemos hablar o te pillo en mal momento?
-Sentada en la puerta de la cafetería de mi hermano que estoy esperándole, así que, el mejor momento para hablar, que me aburro. ¿quieres algo?
-Sí, quería ofrecerte trabajo, aunque sería aquí, en el pueblo, pero los fines de semana.
-¿Qué es?
-Hemos tenido problemas con el encargado del restaurante que viene los fines de semana y estamos sin nadie en ese puesto. He pensado que podrías venir tú, aunque fuese este sábado, hasta que encontremos a alguien. Yo te pago el tren si quieres. ¿Qué dices, me ayudas?
-Claro Juampe, ya sabes que para lo que quieras. Este sábado y los que quieras, así veo a la niña de chuspi que desde el bautizo que no la veo... debe de estar muy grande
-Vaya madrina – Se ríe – Ha crecido mucho, come demasiado bien – Me río yo.
-Ya este finde me paso por su casa, por cierto, me tendría que quedar en tu casa.
-¿Y por qué no le pides a Dani las llaves de la casa que tiene aquí?
-No me hablo con él, una larga historia. Te dejo, que viene mi hermano.
-Adiós, y muchas gracias
-De nada, sabes que al trabajo no le hago ascos y menos como están las cosas ahora. Chao – Le oigo reír y cuelga. Mi hermano llega a mi lado.
-¿What do you do here? - Me dice con un perfecto acento inglés del Casar, es decir, acento nulo.
-Como vayas a Londres esta semana santa con ese acento se van a reír de ti
-No voy a Londres, voy a Liverpool.
-Me da lo mismo.
-¿Puedes responder mi pregunta?
-I have to speak with you and after work...
-Hasta ahí no llego, además a esas velocidades. De qué quieres hablar, ¿hablar, no?
-Sí. Quería decirte que como me comentaste que te ibas a quedar solo en casa he pensado una cosa – Pone su típica cara de “miedo me da” - Me voy contigo.
-Sí, venga, ¿y qué más.?
-Por favor, no tengo casa. Hemos discutido y me he ido.
-Discutir, y con razón, si es lo creo. Lo he oído. Vale, vente a mi casa, al manos hasta que encuentres algo.
-¡Gracia! - Le abrazo. - Esta noche ya me quedo dónde estoy y mañana, cuando baje, me bajo la maleta y la meto en tu coche.
-Como quieras. ¿Un café?
-Vale, pero yo invito, que estoy contenta por algo que me acaba de pasar. ¿Te cuento?
-Como sé que me lo vas a contar quiera o no te voy a decir que sí.
-Me acaba de llamar Juampe, ¿sabes a quién me refiero? - Afirma – Pues me ha dicho que me vaya los fines de semana a trabajar a su restaurante.
-Chacho, hermana, te gusta trabajar más que a los chinos, - Me río.
-Fíjate el trabajo que tiene que haber en un restaurante en un pueblo como Hospital.
-También – Seguimos hablando, hoy no tiene muchos clientes en la cafetería, como todas las tardes. La puerta se abre. Me giro para ver quien es.
-Me voy. Mañana vengo yo directamente, no hace falta que pases a por mí – Me voy corriendo, no quiero ni siquiera verle. Llego a casa de Raúl, no se si estará ya en casa. Llamo y me abre. - Raúl, que me voy mañana.
-¿Y eso?A mi no me molestas aquí.
-Ya, pero prefiero irme con mi hermano, así, por las mañanas ya no tengo que levantarme tan temprano para ir a la cafetería.
-Bueno, mirándolo así tienes razón, pero ¿puedes venir de vez en cuando por las tardes? Es que aquí en casa solo me aburro y ya me aburro hasta de salir a correr.
-Vale, vengo por las tardes.
-Por cierto, este fin de semana voy a Barcelona, ¿te vienes? Aunque ya no estemos juntos te conozca mi madre, que tenía ganas, ya sabes.
-Imposible, tengo que trabajar, me ha llamado Juampe para ir a su restaurante los sábados.
-Te gusta trabajar más que a los chinos...
-¡Lo mismo me ha dicho mi hermano! Es temprano, ¿vamos a dar una vuelta?
-Debaría ir a comprarme pantalones, si me acompañas...
-Venga, vamos.

Capítulo 168


-Harto estoy ya de todo esto. Las fotos están sacadas de contexto. Es más, yo no me relaciono con ella. La conozco porque fue novia de mi amigo Raúl. Ya está, ni siquiera somos amigos - ¿Qué?
-Carlos, cuantos quedan en el comedor
-Pocos – Me voy a cambiar, y voy a fichar rápidamente. Ya no soporto más. ¿Que no se relaciona conmigo? ¿Que solo me conoce porque fui novia de Raúl? Pues ahora si que no me va a conocer. Voy a casa lo más rápido que puedo. Cuando llego lo primero que hago es coger mi maleta de encima del armario y la pongo abierta sobre la cama. Abro el armario y voy metiendo mi ropa en la maleta. Ni siquiera me molesto en doblarla. Está todo a presión. Son las seis y media, Dani tiene que estar al llegar. Me siento en el sofá con la maleta a un lado y la mochila del portátil. Abro twitter en el móvil, la noticia no se ha hecho esperar. Me entretengo mirando los mensajes de twitter hasta que llega Dani. Son casi las siete de la tarde y oigo el ascensor, segundos después la puerta de la casa se abre y Dani entra.
-¿Qué haces ahí con las maletas?
-Me voy.
-¿Por qué? No te vayas.
-¿Por qué le pides que no se vaya de tu casa a alguien con quien no te relacionas?
-¿Por qué dices eso? - Le tiendo el móvil para que lea los twitts sobre sus declaraciones. Su cara cambia de gesto en cuestión de décimas de segundos. Me levanto le doy las llaves de casa.
-Adiós. - Salgo de casa, sale tras de mi. Me mira pidiéndome perdón, pero es demasiado cobarde como para ser capaz de decírmelo con palabras. Se cierra la puerta del ascensor y comienza a descender hasta que llega a la planta baja. Cuando la puerta se abre lo primero que veo es Dani.
-Yo no dije nada de lo que dicen ahí.
-Daniel, no mientas. He comprobado con mis propios sentidos como lo decías. Ya me ha quedado claro que no soy absolutamente nada para ti. Volveré cuando me haya instalado en algún sitio a por mis cosas personales. Adiós. - Salgo del portal y miro hacia atrás antes de llegar a la calle y Dani ya se ha ido. Empiezo a andar, no se donde ir. Andando llego a casa de Raúl. Llamo al timbre del telefonillo pero no me abre nadie. Me siento en los escalones que hay para llegar a la puerta. Al poco rato un vecino entra en el portal y como hace un poco de frío entro yo también en el portal y me siento en las escaleras. Tengo hambre, no he comido todavía y me está entrando sueño. Miro el reloj, las nueve y veinte pasadas, casi y veinticinco. La luz de la escalera se enciende y oigo la puerta del garaje y posteriormente a alguien subir por las escaleras silbado y enredando con las llaves.
-¿Patricia? - Le miro - ¿Qué haces aquí? - Me levanto y le abrazo, empiezo a llorar otra vez. Coge mi maleta y sube los cinco escalones que hay hasta el ascensor y yo le sigo hasta que llegamos a su casa. Deja la maleta junto la puerta y me lleva al sofá. - ¿Ahora si que me vas a decir qué es lo que pasa?
-Me he ido, Raúl, y no quiero volver. Ya estoy cansada de Dani y no aguanto más estar con una persona a la que le importo una mierda – Le cuento lo que pasó y lo que dijo Dani sobre mi. - El problema que tengo ahora es que no tengo a donde ir.
-¡Cómo que no tienes a dónde ir! De momento esta noche ya tienes donde quedarte, yo te quiero, lo sabes, y no te voy a dejar sola nunca, ¿entiendes? - Me abraza. Mis tripas rugen y se da cuenta de ello. Se aparta de mí y se ríe. - ¿Cenamos? - Afirmo rápidamente. - El problema es que no hay nada para cenar. ¿Pedimos unas pizzas? - Afirmo sonriendo. - Ves a darte una ducha si quieres, mientras tanto voy llamando a telepizza.
-Gracias.
-Ya sabes donde están las cosas. - Me da un beso en la mejilla y voy hacia el cuarto de baño a ducharme. Cuando salgo de la ducha las pizzas ya están en la mesa – Hice unas patatas para acompañar. - Empezamos a cenar, no tengo ninguna gana de reirme pero me hace reír, no lo puedo evitar. Después de cenar nos sentamos en el sofá para ver la tele. Demasiados canales, no sabemos que poner. Nos hartamos de cambiar canales y dejamos el estaba, hay una película aunque está empezada. En seguida me entra sueño y empiezo bostezar. - ¿Quieres que vayamos a dormir?
-Como quieras. Dame una manta, con eso me vale.
-Eso ni se te ocurra, ¿como te vas a quedar en el sofá con una manta con el frío que hace hoy?
-Si no pasa nada. No me importa, de verdad.
-¡Como si fuera la primera vez! Súbete, vas a dormir mejor y más cómoda. No hay ningún problema de que subas, lo sabes
-Vale, pero porque se que no me vas a dejar quedarme aquí abajo. ¿Nos vamos entonces? - Sonríe.
-Venga, vámonos a dormir – Subimos las escaleras y nos vamos a la cama; nos echamos y no tardo mucho en dormirme.

Llego a la productora, son las 10 de la mañana y me dirijo directamente a la sala de fichaje, no voy ni siquiera a pasarme a ver si ha llegado Florentino. Llego a la sala de fichaje... ¿no se da cuenta de que no quiero nada?
-Dani ¿qué haces aquí?
-Quiero hablar contigo.
-No hay nada de qué hablar.
-Yo creo que si.
-¿Lo dijiste?
-Sí pero...
-No hay peros. Aunque lo dijeses para quitarte a la prensa de encima no hay escusa que valga. Has dicho que no somos amigos, pues si no somos amigos no vamos a vivir en la misma casa. No quiero nada contigo. Tú eras mi mejor amigo, te quería como a mi hermano y ya veo como me lo pagas.
-Entonces...
-Entonces nada. Yo no voy a volver a casa y no me intentes convencer porque no lo vas a hacer.
-Tuve que haberte hecho caso aquella vez que me dijiste que nos acabaríamos separando por culpa de Lara
-Lara no tiene nada que ver con esto. La única culpa de esto la tienes tú. No eres capaz de pensar en los demás cuando dices las cosas... hay palabras que duelen, aunque sean mentira. Así que... vete a trabajar y déjame trabajar a mí. Yo ya he hablado, no tengo más que hablar contigo.
-Tú sabrás lo que haces, si quieres ahora estar como nómada viviendo en casa de sus amigas hasta conseguir la suya propia. Tú sabrás si prefieres buscar una casa de “acogida”
-Sí prefiero eso a estar contigo. Por favor, vete, que tengo que trabajar – Se va. Saco mi móvil del bolsillo y le mando un sms a Raúl. “Raúl, no le digs a Dani q he estado en tu casa, no qiero q sepa dnd estoy”