La hora de la comida, el comedor se empieza a llenar.
La comida empieza a salir de la cocina con bastante fluidez, ya
habíamos preparado todo para eso, tengo ganas de irme. Cuando todo
está servido, salgo al comedor para comprobar que todo está bien
eso, inevitablemente, hace que me encuentre con Dani.
-Patri, cuqui, que hoy no has subido a saludar, ¿te ha
pasado algo? - Me dice Flo en cuento llego junto a él.
-Llegué un poquito tarde y no me dio tiempo. Lo siento
tio Flo. – Le doy un beso en la mejilla y otro a Anna, que está a
su lado – ¿Está todo bien?
-Como siempre – Después de una pequeña conversación
vuelvo a la cocina. Ahí no hay ya casi trabajo, a esperar que
terminen de comer para fregar las cosas y comer nosotros.
-Patri – Me giro hacia la puerta.
-Dime Anna, ¿pasa algo?
-Quiero hablar un momentito contigo, ¿puedo?
-Claro.
-Me ha dicho Dani que te has ido – Afirmo - ¿Por qué?
-¿No has oído ni leído que ha dicho sobre mí?
-Pero no lo diría a posta.
-Anna, un rato antes de eso la tuvimos en una bocatería,
estaba enfadado. Y de todas formas, aunque lo dijese de mentira... yo
tengo entendido que no le gusta mentir. Pues no voy a dejar que
mienta.
-¿Y dónde estás?
-Si no se lo dices a Dani te lo digo – Afirma – En
casa de Raúl. - Se me queda mirando con cara rara.
-¿Qué bicho viviente se va a querer ir a casa de su ex
a vivir?
-No he dicho a vivir, claro que no quiero quedarme ahí,
pero ahora no tengo de otra. Dani piensa igual que tu, no pensará
que estoy con él. En realidad fui ayer... no se como, empecé a
caminar y llegué a su casa. Y sería conveniente que bajes al
plató, te tienen que estar esperando. - Afirma.
-Paciencia – Sonríe y creo que yo también.
-Buenas tardes Patri. ¿Podemos hablar o te pillo en mal
momento?
-Sentada en la puerta de la cafetería de mi hermano que
estoy esperándole, así que, el mejor momento para hablar, que me
aburro. ¿quieres algo?
-Sí, quería ofrecerte trabajo, aunque sería aquí, en
el pueblo, pero los fines de semana.
-¿Qué es?
-Hemos tenido problemas con el encargado del restaurante
que viene los fines de semana y estamos sin nadie en ese puesto. He
pensado que podrías venir tú, aunque fuese este sábado, hasta que
encontremos a alguien. Yo te pago el tren si quieres. ¿Qué dices,
me ayudas?
-Claro Juampe, ya sabes que para lo que quieras. Este
sábado y los que quieras, así veo a la niña de chuspi que desde
el bautizo que no la veo... debe de estar muy grande
-Vaya madrina – Se ríe – Ha crecido mucho, come
demasiado bien – Me río yo.
-Ya este finde me paso por su casa, por cierto, me
tendría que quedar en tu casa.
-¿Y por qué no le pides a Dani las llaves de la casa
que tiene aquí?
-No me hablo con él, una larga historia. Te dejo, que
viene mi hermano.
-Adiós, y muchas gracias
-De nada, sabes que al trabajo no le hago ascos y menos
como están las cosas ahora. Chao – Le oigo reír y cuelga. Mi
hermano llega a mi lado.
-¿What do you do here? - Me dice con un perfecto acento
inglés del Casar, es decir, acento nulo.
-Como vayas a Londres esta semana santa con ese acento
se van a reír de ti
-No voy a Londres, voy a Liverpool.
-Me da lo mismo.
-¿Puedes responder mi pregunta?
-I have to speak with you and after work...
-Hasta ahí no llego, además a esas velocidades. De qué
quieres hablar, ¿hablar, no?
-Sí. Quería decirte que como me comentaste que te ibas
a quedar solo en casa he pensado una cosa – Pone su típica cara de
“miedo me da” - Me voy contigo.
-Sí, venga, ¿y qué más.?
-Por favor, no tengo casa. Hemos discutido y me he ido.
-Discutir, y con razón, si es lo creo. Lo he oído.
Vale, vente a mi casa, al manos hasta que encuentres algo.
-¡Gracia! - Le abrazo. - Esta noche ya me quedo dónde
estoy y mañana, cuando baje, me bajo la maleta y la meto en tu
coche.
-Como quieras. ¿Un café?
-Vale, pero yo invito, que estoy contenta por algo que
me acaba de pasar. ¿Te cuento?
-Como sé que me lo vas a contar quiera o no te voy a
decir que sí.
-Me acaba de llamar Juampe, ¿sabes a quién me refiero?
- Afirma – Pues me ha dicho que me vaya los fines de semana a
trabajar a su restaurante.
-Chacho, hermana, te gusta trabajar más que a los
chinos, - Me río.
-Fíjate el trabajo que tiene que haber en un
restaurante en un pueblo como Hospital.
-También – Seguimos hablando, hoy no tiene muchos
clientes en la cafetería, como todas las tardes. La puerta se abre.
Me giro para ver quien es.
-Me voy. Mañana vengo yo directamente, no hace falta
que pases a por mí – Me voy corriendo, no quiero ni siquiera
verle. Llego a casa de Raúl, no se si estará ya en casa. Llamo y me
abre. - Raúl, que me voy mañana.
-¿Y eso?A mi no me molestas aquí.
-Ya, pero prefiero irme con mi hermano, así, por las
mañanas ya no tengo que levantarme tan temprano para ir a la
cafetería.
-Bueno, mirándolo así tienes razón, pero ¿puedes
venir de vez en cuando por las tardes? Es que aquí en casa solo me
aburro y ya me aburro hasta de salir a correr.
-Vale, vengo por las tardes.
-Por cierto, este fin de semana voy a Barcelona, ¿te
vienes? Aunque ya no estemos juntos te conozca mi madre, que tenía
ganas, ya sabes.
-Imposible, tengo que trabajar, me ha llamado Juampe
para ir a su restaurante los sábados.
-Te gusta trabajar más que a los chinos...
-¡Lo mismo me ha dicho mi hermano! Es temprano, ¿vamos
a dar una vuelta?
-Debaría ir a comprarme pantalones, si me acompañas...
-Venga, vamos.
Hola Sara, me encanta tu historia y te quería decir, a parte de eso, que yo tengo una Danna. Aquí te dejo el link por si te interesa :) - tequieromartinez.blogspot.com ;)
ResponderEliminarle he echado un vistazo, me gusta. Ya me lo leeré en Semana Santa entero, de momento lo voy a seguir por donde va...
EliminarJoeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee que con Martinez no se arreglan las cosas... al contrario! van a peooor! jajajajaj Madre miiia! :S
ResponderEliminarGrandes caps, este y el anterioooor! ;) Si señor! Ole tu! Y mamón Daniel por decir lo q dijo, aunq no lo pensase de verdad ;)
SIGUIENTE!!!
PD: A patricia le gusta trabajar mas que a los chinos ;)