sábado, 3 de marzo de 2012

Capítulo 155


[…...........................NACHO…...........................]
A ver si no tarda mucho más esta muchacha en salir de la farmacia. Por fin alzo la vista y la veo venir con la bolsita en la muñeca con las manos metidas en los bolsillos del pantalón.
-¿Han tenido que fabricar el látex para los preservativos, no? Porque lo que has tardado...
-Había mucha gente... hice un poco de tiempo, me da corte comprarlos cuando cuando hay tantos clientes.
-Haberme dado un whatsapp e iba yo, que a mi no me da corte. Vamos a casa. Por cierto, habrá que ir un día de estos a casa de tus padres a coger mi cámara de fotos que como no hiciste el favor de traérmela el domingo.
-Se me olvidó. Lo siento.
-No pasa nada, poni. - Aprovecha que el semáforo está en rojo para darme un beso - ¿Me das un chicle de esos? - Busca en su bolso. Me lo tiende y abro la boca. - Dentro. - No tardamos en llegar a nuestra casa. Nuestra, que raro me suena decir, eso estoy acostumbrado al determinante mi delante de casa, pero como ella se ha venido a vivir conmigo es nuestra. Mi hermano dice que vamos demasiado rápido pero en el fondo era simplemente para que pudiera irse ella de casa de sus padres.
-En qué piensas.
-Nada, en qué parece que a algunos les dan el carné en la tómbola
-Sí, ya ves. Tengo ganas de llegar a casa, tengo ganas de hacer pis. Cuando lleguemos me dejas fuera y mientras yo subo vas metiendo el coche en el garaje. - Sonrío a modo de afirmación. Llegamos al portal del edificio, freno y sale Cris – No tardes en subir. - Entra en el portal corriendo y abro la puerta de la cochera, aparco el coche en mi plaza y subo las escaleras, paso del ascensor, es un primero.
-Ya subí.
-Y yo ya hice pis – Sale del cuarto de baño sin la camiseta y los pantalones desabrochados. La miro de arriba a abajo sonriendo. - Te he ahorrado trabajo, más energía que tienes para lo otro. Se va acercando a mí.
-¿Hoy tienes tú la iniciativa, no, guapa?
-Sí, el pequeño poni se ha vuelto caballo de rodeo – Se ríe de su propio comentario y acto seguido me besa efusivamente, de esa forma que tanto me gusta, con un suave mordisco al final. Me agarra de la mano y vamos a la habitación, al final si va a ser verdad lo del caballo de rodeo. Ella siempre con una sonrisa pícara en la cara. Parece un chica muy inocente y timidilla pero una vez que se lanza... tiene de timidilla lo que yo de justin bieber, me río de mi comparación. Llegamos junto a la cama y me empuja. Mientras ella termina de quitarse los pantalones me coloco bien en la cama y me dispongo yo a quitarme la ropa también pero solo me da tiempo la camisera; me vuelve a empujar quedando ella con las rodillas a ambos lados de mí. Me desabrocha el cinturón y los botones del pantalón. Se agacha y me va dejando suaves besos desde la parte más baja de mi barriga rozándome levemente con la barbilla ciertas partes que aunque no nombre entendéis. Se entretiene un rato en mi cuello.
-Cris, deja el cuello, cari, que vas a acabar haciendo chupetón – Se separa de mi haciendo pucheritos como los niños pequeños – Vale, pero pequeño – Sonríe y vuelve a mi cuello. Mientras ella está entretenida en mi cuello mordiendo y succionando, eso ha sonado un poco vampiro, le voy desabrochando el sujetador. ¡Difícil! ¡Qué duros están los corchetes – ¿Es nuevo el sujetador, verdad?
-Sí – Dice separándose un segundo sus labios de mi cuello y volviendo a él. Por fin consigo desabrocharlo – Listo, mañana ponte el pañuelo, si quieres te dejo mi palestina.
-Yo tengo, pero ahora lo justo sería que te la devolviese.
-No.
-¿Por qué no?
-Porque trabajo en la tele y me ven y eso se nota mucho.
-¿Y por qué tiene que verse?
-Porque en el cuello se ve
-¿Y quién te ha dicho a ti que va a ser en el cuello? - Me mira con cara extrañada. Nos hago girar en la cama quedando ahora yo arriba y me agacho a sus costillas de la parte más alta de la barriga, por debajo de su pecho y llevo a cabo el mismo procedimiento que había hecho ella, yo tardo menos. Subo a sus labio y la beso. Sus frías manos pasean a lo largo de los laterales de mi espalda y me provoca un escalofrío. Noto sus manos entre nosotros sobre la tira de mis boxers tirando de ellos hacia abajo, y yo hago lo mismo con ella. Ahora, como todo buen deporte de riego, a ponerse los medios de protección y al lío.
Empezamos haciendo uso de las manos, recordando viejos tiempos, aunque aquel día fue una situación al final un poco más incómoda porque por ese entonces estaba Marissa. No tardamos al pasar a la acción de verdad. Y qué acción

1 comentario:

  1. Jajajajajajajaja! Gran cap cupi! ;) Tambien se te dan bien estos caps a ti ;) Mira, al final te va a servir de algo el trato xD jajajaj
    SIGUIENTE GUAPISIIIMA! ^^

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