lunes, 5 de marzo de 2012

Capítulo 157


28 de febrero de 2012. Una mañana tranquila y casual de Barcelona. Todo ocurre con normalidad en la ciudad, incluso en los juzgados. En una pequeña sala de los juzgados de Barcelona, no con mucha gente y con algo de secretismo respecto al exterior, está a punto de comenzar un juicio común. El denunciante, Ricardo Lafer y el acusado, Raúl Gómez; ambos con antecedentes penales por posesión y posible tráfico de drogas no legales de la categoría de estimulantes mayores. En un extremo de la sala está la gran puerta de madera. Situándose en la puerta, al fondo está la mesa en la que estará sentado el juez durante el juicio. Al lado derecho de la mesa principal se encuentra la mesa de los fiscales y en el extremo opuesto, los abogados de las dos partes beligerantes. En frente de la mesa principal, en primera fila, los asientos con demandante y acusado, uno a cada mitad de la sala, y detrás de ellos los demás asientos para los que acudan y los testigos.
Entra el magistrado en la sala, todos los allí presentes se levantan esperando a que tome asiento el juez. La tensión y el nerviosismo pueden palparse en el ambiente. El magistrado comienza a hablar
-Se presenta a auto de procesamiento a D.Raúl Gómez García por agresión con daños físicos a D. Ricardo Lafer Ginés acaecido en Barcelona en fecha 20 de septiembre del año 2009. - La sala está en silencio. Solo se oye el tic-tac del gran reloj sobre la puerta de entrada. El juez da la palabra a los fiscales.
-Que salga a declarar el acusado.
-¿No es menos cierto, señor Gómez, que años atrás, anterior a lo que hoy se juzga, estuvo en esta misma sala acusado de tráfico de estupefacientes?
-Sí, es cierto, pero no se aportaron pruebas suficientes para lo que me habían acusado y me eliminaron todos los cargos que me imputaron anteriormente. Fue una denuncia falsa.
-¿Y tiene alguna idea de quien pudo haber sido o qué motivo hubiera tenido para hacerlo?
-Pues no, ni una ligera idea de quien pudo ser y mucho menos si tenía algún motivo. ¿Pero qué tipo de preguntas son éstas?
-El que pregunta aquí soy yo, pero ya que ha preguntado voy a contestar. Hay que tener todo en cuenta a la hora de acusar a una persona. Le he preguntado eso por si pensaba que la persona que lo hizo fuese mi cliente. ¿Está todo aclarado? - Afirma con la cabeza rápidamente, se frota las manos para que no se note el leve temblor. - Ahora vayamos con las preguntas sobre el hecho en cuestión. ¿Con quién se encontraba usted momentos antes de los hechos?
-Esa tarde estuve con los amigos pero en ese junto momento estaba solamente con mi novia de entonces, Lara Álvarez. Veníamos de...
-No le he preguntado qué había hecho o donde había venido – Raúl agacha la cabeza con algo de frustración y de impaciencia. - Con eso de “entonces” quiere decir que ya no – Afirma - ¿Cual fue el motivo por el que decidieron dejar la relación?
-Protesto señoría – Dice la abogada del acusado – Pregunta impropia. Mi cliente no tiene el porqué de responder preguntas personales de ese tipo.
-Se admite
-De acuerdo, aunque podría tener relación con el caso. Cambio de pregunta si así lo desea. ¿Tiene o ha tenido alguna relación directa con el señor Lafer?
-Directa, lo que se dice directa no. Nos conocíamos de asuntos pasados, una serie de problemas. Compartimos oficio en el bar donde... - Ricardo mira a Raúl con una nota de miedo en los ojos a que se sepa más de lo que debe saberse. Raúl gira la cabeza mirándole - ...trabajábamos. - Ricardo suspira más relajado.
-Bien... En el momento de los hechos ¿tuvo algún motivo concreto, además de las posibles rencillas pasadas, para la agresión? ¿Qué se le pasó por la cabeza?
-Fue un reflejo de protección a mi novia. Su cliente intentó agredirla primeramente a ella y yo intenté separarle de ella con un empujón que me devolvió y eso fue llevando a más.
-¿Y acostumbra a llevar un bate de béisbol en el coche?
-Si me hubiese dejado terminar la frase en una de las preguntas hubiera sabido la respuesta. Habíamos estado los amigos jugando al béisbol esa tarde, por eso llevábamos el bate en el coche. ¿Le vale o especifico más? Hora, campo... ya que nos ponemos
-Me vale, no hace falta. Mi última pregunta. ¿Como se declara?
-¿Yo? Culpable, lo hice.
-Perfecto. Finalicé.
-Puede sentarse el acusado – Se dirige a su asiento siempre bajo la atenta mirada de los dos policías y de su abogada que sigue todos sus movimientos – Que salga a declarar el demandante – Lafer mira por toda la sala sin mucho ánimo de querer salir, su mirada vuelve a expresar el mismo miedo que expresaba cuando Raúl dijo lo del bar. Decide levantarse y la abogada de Raúl empieza a hacerle varias preguntas.
-Como su abogado ha comenzado a preguntar sobre el pasado y sacar los antecedentes voy a hacerlo yo también porque según el historial usted también tiene antecedentes por lo mismo. Trabajaban juntos ¿es cierto? - Afirma rápidamente - ¿Qué casualidad que cuando le acusaron a usted de tráfico de sustancias ilegales y dejaron de trabajar juntos, al poco tiempo acusaron a mi cliente por eso también, no cree?
-No se. Quizá como nos movíamos por los mismos círculos y nos vieran alguna vez cerca quien fuese pensó que teníamos algo en común.
-De acuerdo. Yo voy a ser mucho más breve que su abogado. Cuéntenos su versión de los hechos. El señor Gómez dice que intentó agredir a su novia.
-Estaba hablando con ella, nada más. Ni siquiera le dije nada que le pudiera ofender.
-Eso ya lo sabremos cuando salga ella a declarar, no se puede hablar sobre lo que le ofende a otra persona o lo que deja de ofenderle. ¿Y usted se defendió, o al menos lo intentó, del ataque?
-Pues claro. Pero no le puedo concretas mucho porque, además de que ya ha pasado mucho tiempo, al perder el conocimiento por el golpe no me acuerdo muy bien.
-No pasa nada. No voy a pedirle que concrete. Con esta última pregunta finalizo. ¿Por qué, sabiendo que las relaciones entre mi cliente y usted no estaban lo que se dice bien, se acercó a él aún a sabiendas de lo que podría ocurrir?
-Es una calle. ¿Ahora no se puede andar por la calle?
-No he dicho en ningún momento eso. Solamente que, quizá, si es cierto que lo único que hacía es pasar por ahí por casualidad, que piense lo que quiera pero le digo que no creo mucho en la casualidad, no tuvo el porqué de acercarse, no saquemos las palabras de su contexto. Parece que no, pero está muy bien asesorado, sabe como responder sin decir lo que no quiere que se sepa. Está muy bien asesorado o tiene ya práctica. Aquí puedo dar finalizado el interrogatorio por mi parte. - Tras la orden Ricardo se sienta y empiezan a declarar los testigos, entre ellos Lara Álvarez. Tras largo rato entre unos testigos y otros, (algunos de parte de Raúl diciendo que se defendió y que es verdad que quería defender a la chica; otros de parte de Ricardo diciendo que le atacó sin motivo.) el magistrado se dispone a hablar para dar el veredicto final y la sentencia.
-Tras escuchar las posiciones de todos los participantes he llegado a un veredicto, aunque no lo tengo muy claro del todo. Declaro al acusado...culpable – La abogada de Raúl se lleva las manos a la cara en una muestra de frustración. El acusado agacha la cabeza en forma de aceptación, parece que él tenía claro lo que iba a salir de sentencia – El acusado está obligado a pagar todos los gastos del juicio al señor Lafer y una indemnización de 20000€, que se rebajarán a 15000 si los aporta en un periodo menor a 30 días al señor Lafer. También, teniendo en cuenta su ciudad de residencia y su trabajo y sobre todo por petición suya y de su abogada Alba Helena Marín, llevar todo con el mayor secretismo posible puesto a la fama del acusado, solo va a contar con la vigilancia preventiva durante quince días y la obligación de venir a firmar al menos una vez al mes en los próximo 3 años. Si en un futuro el acusado volviere a tener una demanda de este estilo ya se le sentenciaría directamente con la prisión preventiva. Se levanta la sesión. - Todos los asistentes, incluido Lafer y su abogado empiezan a salir de la sala. Todos no, Raúl sigue en su anterior asiento con los ojos cerrados y la mandíbula apretada. A un lado suyo, agachada a su altura se encuentra Lara, y en la mesa, todavía, su abogada
[…..................Raúl…..................]
-¿Y yo ahora qué le digo a Patricia?
-Tú sabrás que es lo mejor. Busca las palabras idóneas para que no se... ¿asuste? - Me dice acariciándome la espalda
-Creo que lo mejor sería que no le dijese nada
-No creo que eso sea lo mejor. Ella te quiere, sabrá aceptarlo debe saber la verd...
-Raúl, deberías recurrir – Dice Alba, mi abogada poniéndose de pie a mi lado cortando a Lara.
-No.
-No me vayas a quedar ahora así, que llevaba siete juicios seguidos ganando. Recurre, la sentencia, intentémoslo otra vez. Voy a demostrar quién es Ricardo de verdad, y que fue el culpable del otro juicio por rencor.
-Alba, déjalo. No quiero más rollos. Lo hice y tengo que afrontar las consecuencias y plantarle casa a la situación. He de pagar por lo que hice, ya lo tenía aceptado.
-Raúl el golpe no se lo diste tú, y nadie ha dicho nada de eso. - Dice Lara levantándose
-Ni tu tampoco
-Pero porque me lo pediste.
-Cierto.
-Yo sigo pensando que deberías recurrir.
-Que no, no seas pesada. No quiero más líos sino se va a acabar filtrando todo. Dejemos las cosas como están. Volvamos a Madrid, a nuestra vida cotidiana y más o menos normal y olvidemos todo lo posible esto. Voy a firmar


1 comentario:

  1. UUuuuuufsss... que cap mas tensooo... :S Pobre Raul... yo apuesto a que el tiene la razón... seguro... una pena que quiera dejarlo asi, pero mejor, así se termina ya todo el lio y no le joden mas no? :S SIGUIENTE! :) Graan cap! si señor! bien documentada sobre el tema pareces estar jajajaj lo tuyo te habrá costado ;) Mu grande Cupii! ^^
    SIGUIENTE!

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