miércoles, 7 de marzo de 2012

Capítulo 159


-Patri, ¿has visto la cuore de ayer? - Me dice una de las peluqueras del programa.
-No. ¿qué pasa? - Busca en su bolso, saca la revista y busca una página.
-Toma, esto pasa - ¡No, sino voy a poder salir de casa con éstos! Y cómo les gusta decir las cosas para sacar el lado morboso. Es una foto de cuando nos fuimos Dani y yo a cenar el domingo con Nacho y Anna al mejicano. - Pasa la página – Paso la página. Ahí hay fotos de Raúl en Barcelona, en la puerta de los juzgados. Tiene que tener relación con lo que no quiere contarme, pero ahora si que me lo va a contar y si no lo hace ya me sacaré mis medios para enterarme de qué ocurre.
-Gracias por enseñármelo. ¿Necesitas la revista?
-No, ya la he leído, puedes llevártela. Pero a poder ser llévala mañana a la productora
-Gracias. Mañana nos vemos, que voy a ir a hablar con Raúl.
-Suerte – Voy a casa de Raúl, la puerta del portal está abierta y subo. Doy al timbre y oigo un ruido. Está. No me abre, vuelvo a dar al timbre, tampoco. Cojo el teléfono y le llamo. ¿Por qué ni me coge el teléfono ni me abre la puerta si sé perfectamente que está en casa? Me quedo quieta, si hacer ruido, que se piense que me he ido. Veo a su vecino de en frente en la puerta del ascensor. Tengo un plan, me conoce.
-Pedro. ¿puede hacerme un favor? - Afirma - ¿Me puede dejar el teléfono un momento para llamar a Raúl, que no está en casa?
-Sí, por supuesto – Me tiende el teléfono y marco su número. A los dos toques lo coge.
-¿Diga?
-Raúl, ¿dónde estás? - Acerco mi oído a la puerta.
-Haciendo unos recados.
-¿Y por qué te oigo hablar en casa? Llevo media hora en la puerta de tu casa. ¿Puedes abrirme de un vez? - Oigo unos pasos y la manilla de la puerta moverse hasta que la puerta se abre. - Gracias. - Le digo en tono irónico por el teléfono del vecino. - gracias por el favor, Pedro.
-De nada, chica.
-¿Qué haces aquí?
-Quiero hablar contigo de tu repentino y rápido viaje a Bercelona y preguntarte por qué llevas hoy toda la mañana y casi toda la tarde evitándome.
-Yo no te evito.
-Vete a otra persona con ese cuentecito. ¿Qué paso en Barcelona para tener que ir a los juzgados? - Se muerde el labio superior.
-Nada, ¿qué juzgados? – Saco la revista del bolso y la abro por la página de su foto.
-¿Y entonces qué hacías ahí? - Se queda callado durante unos segundos pensando qué decir.
-Unas historias con unas tierras y eso... - Sé que me está mintiendo, parpadea mucho, cuando hace ese gesto involuntario es que está mintiendo.
-No me mientas, Raúl.
-¿Por qué tendría yo que mentirte? Somos novios. Se supone que confías en mi y yo confío en ti.
-Eso, se supone – Me agarra del brazo y me va llevando hacia la puerta. - ¡Ya sé por qué no me quieres decir nada, porque te liaste con Lara y tienes miedo a que se te escape o me entere o algo, ¿verdad?
-No tienes ni una ligera idea de por qué es. Y a Lara no la metas en esto, que yo no me pongo histérico porque estés en casa con Dani. Ella estaba allí pero no estuvimos juntos.
-Ya, eso he de creermelo.
-Lo que tú digas, me da igual lo que pienses, pero ahora vete que tengo que hacer cosas – Me echa de su casa de forma brusca, me ha hecho daño en el brazo.
-Pero Rau... - Cierra la puerta con un portazo - ¡Raúl! ¡Raúl, ábreme. A mi no me haces esto! Raúl, no te hagas el sordo y explícame qué pasa, al menos podrías devolverme la revista, que no es mía... - Abre la puerta una mínima rendija, lo suficiente para que le quepa el brazo y me da la revista y cierra rápidamente. - ¡Raúl, escúchame! - Creo que algún vecino ya está asomado a la escalera por las voces y los golpes que estoy dando - Lo primero que exijo es respeto a ti y a todo bicho viviente de este planeta. ¿Así quieres que haya confianza?
-Lárgate Patricia. No te voy a decir nada. No quiero que sepas nada. No te importa nada lo que haga en y con mi vida fuera de nuestra realación
-¿Qué me largue dices? Pues luego no vuelvas a buscarme – Ya estoy llorando – Si ahora te importo tan poco como para ser capaz de echarme de tu casa de esta manera después de todo lo que he hecho yo por ti, luego cuando me busques me vas a importar tú una mierda a mí. ¿entiendes?
-Deja de decir tonterías y vete – Creo que él está llorando también
-No son tonterías, es la verdad, y la mayor verdad que vas a oír en tu vida. Me voy, pero para no volver. No vayas a pensar que yo voy a estar para cuando te apetezca.
-Lo que si que no vas a estar son las 24h del día los 365 días del año pegada a mí metiéndote en mi vida personal. Yo no me meto en tu vida y no voy a dejar que lo hagas en la mía.
-Tú lo que eres es un egoísta, que solo eres capaz de pensar en ti y eres tan cobarde que no te atreves a decirme todo esto a la cara. - Me callo - Te lo vuelvo a preguntar por última vez antes de irme. ¿Me lo vas a contar?
-No. Déjame en paz.
-Adiós – Seguramente éste haya sido el adiós que mas me haya dolido de todos los malos adioses que he dicho en mi vida. Bajo al rellano. Necesito enterarme qué es lo que pasó en Barcelona y por qué esa foto en la puerta de los juzgados. Así, a lo mejor, sabiendo lo que pasa y si le encuentro escusa podré llegarlo a perdonar algún día. Cojo mi móvil y marco. Tarda en cogerlo - ¿Rivera, podemos hablar? Te tengo trabajo

1 comentario:

  1. Uuuuuuuuuuuuuuuufffssss... que mal... :S Joooe... pobre patri... haber como sigue esto :)
    SIGUIENTE! madre mia! q intriiiga! ;)

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