lunes, 19 de marzo de 2012

Capítulo 168


-Harto estoy ya de todo esto. Las fotos están sacadas de contexto. Es más, yo no me relaciono con ella. La conozco porque fue novia de mi amigo Raúl. Ya está, ni siquiera somos amigos - ¿Qué?
-Carlos, cuantos quedan en el comedor
-Pocos – Me voy a cambiar, y voy a fichar rápidamente. Ya no soporto más. ¿Que no se relaciona conmigo? ¿Que solo me conoce porque fui novia de Raúl? Pues ahora si que no me va a conocer. Voy a casa lo más rápido que puedo. Cuando llego lo primero que hago es coger mi maleta de encima del armario y la pongo abierta sobre la cama. Abro el armario y voy metiendo mi ropa en la maleta. Ni siquiera me molesto en doblarla. Está todo a presión. Son las seis y media, Dani tiene que estar al llegar. Me siento en el sofá con la maleta a un lado y la mochila del portátil. Abro twitter en el móvil, la noticia no se ha hecho esperar. Me entretengo mirando los mensajes de twitter hasta que llega Dani. Son casi las siete de la tarde y oigo el ascensor, segundos después la puerta de la casa se abre y Dani entra.
-¿Qué haces ahí con las maletas?
-Me voy.
-¿Por qué? No te vayas.
-¿Por qué le pides que no se vaya de tu casa a alguien con quien no te relacionas?
-¿Por qué dices eso? - Le tiendo el móvil para que lea los twitts sobre sus declaraciones. Su cara cambia de gesto en cuestión de décimas de segundos. Me levanto le doy las llaves de casa.
-Adiós. - Salgo de casa, sale tras de mi. Me mira pidiéndome perdón, pero es demasiado cobarde como para ser capaz de decírmelo con palabras. Se cierra la puerta del ascensor y comienza a descender hasta que llega a la planta baja. Cuando la puerta se abre lo primero que veo es Dani.
-Yo no dije nada de lo que dicen ahí.
-Daniel, no mientas. He comprobado con mis propios sentidos como lo decías. Ya me ha quedado claro que no soy absolutamente nada para ti. Volveré cuando me haya instalado en algún sitio a por mis cosas personales. Adiós. - Salgo del portal y miro hacia atrás antes de llegar a la calle y Dani ya se ha ido. Empiezo a andar, no se donde ir. Andando llego a casa de Raúl. Llamo al timbre del telefonillo pero no me abre nadie. Me siento en los escalones que hay para llegar a la puerta. Al poco rato un vecino entra en el portal y como hace un poco de frío entro yo también en el portal y me siento en las escaleras. Tengo hambre, no he comido todavía y me está entrando sueño. Miro el reloj, las nueve y veinte pasadas, casi y veinticinco. La luz de la escalera se enciende y oigo la puerta del garaje y posteriormente a alguien subir por las escaleras silbado y enredando con las llaves.
-¿Patricia? - Le miro - ¿Qué haces aquí? - Me levanto y le abrazo, empiezo a llorar otra vez. Coge mi maleta y sube los cinco escalones que hay hasta el ascensor y yo le sigo hasta que llegamos a su casa. Deja la maleta junto la puerta y me lleva al sofá. - ¿Ahora si que me vas a decir qué es lo que pasa?
-Me he ido, Raúl, y no quiero volver. Ya estoy cansada de Dani y no aguanto más estar con una persona a la que le importo una mierda – Le cuento lo que pasó y lo que dijo Dani sobre mi. - El problema que tengo ahora es que no tengo a donde ir.
-¡Cómo que no tienes a dónde ir! De momento esta noche ya tienes donde quedarte, yo te quiero, lo sabes, y no te voy a dejar sola nunca, ¿entiendes? - Me abraza. Mis tripas rugen y se da cuenta de ello. Se aparta de mí y se ríe. - ¿Cenamos? - Afirmo rápidamente. - El problema es que no hay nada para cenar. ¿Pedimos unas pizzas? - Afirmo sonriendo. - Ves a darte una ducha si quieres, mientras tanto voy llamando a telepizza.
-Gracias.
-Ya sabes donde están las cosas. - Me da un beso en la mejilla y voy hacia el cuarto de baño a ducharme. Cuando salgo de la ducha las pizzas ya están en la mesa – Hice unas patatas para acompañar. - Empezamos a cenar, no tengo ninguna gana de reirme pero me hace reír, no lo puedo evitar. Después de cenar nos sentamos en el sofá para ver la tele. Demasiados canales, no sabemos que poner. Nos hartamos de cambiar canales y dejamos el estaba, hay una película aunque está empezada. En seguida me entra sueño y empiezo bostezar. - ¿Quieres que vayamos a dormir?
-Como quieras. Dame una manta, con eso me vale.
-Eso ni se te ocurra, ¿como te vas a quedar en el sofá con una manta con el frío que hace hoy?
-Si no pasa nada. No me importa, de verdad.
-¡Como si fuera la primera vez! Súbete, vas a dormir mejor y más cómoda. No hay ningún problema de que subas, lo sabes
-Vale, pero porque se que no me vas a dejar quedarme aquí abajo. ¿Nos vamos entonces? - Sonríe.
-Venga, vámonos a dormir – Subimos las escaleras y nos vamos a la cama; nos echamos y no tardo mucho en dormirme.

Llego a la productora, son las 10 de la mañana y me dirijo directamente a la sala de fichaje, no voy ni siquiera a pasarme a ver si ha llegado Florentino. Llego a la sala de fichaje... ¿no se da cuenta de que no quiero nada?
-Dani ¿qué haces aquí?
-Quiero hablar contigo.
-No hay nada de qué hablar.
-Yo creo que si.
-¿Lo dijiste?
-Sí pero...
-No hay peros. Aunque lo dijeses para quitarte a la prensa de encima no hay escusa que valga. Has dicho que no somos amigos, pues si no somos amigos no vamos a vivir en la misma casa. No quiero nada contigo. Tú eras mi mejor amigo, te quería como a mi hermano y ya veo como me lo pagas.
-Entonces...
-Entonces nada. Yo no voy a volver a casa y no me intentes convencer porque no lo vas a hacer.
-Tuve que haberte hecho caso aquella vez que me dijiste que nos acabaríamos separando por culpa de Lara
-Lara no tiene nada que ver con esto. La única culpa de esto la tienes tú. No eres capaz de pensar en los demás cuando dices las cosas... hay palabras que duelen, aunque sean mentira. Así que... vete a trabajar y déjame trabajar a mí. Yo ya he hablado, no tengo más que hablar contigo.
-Tú sabrás lo que haces, si quieres ahora estar como nómada viviendo en casa de sus amigas hasta conseguir la suya propia. Tú sabrás si prefieres buscar una casa de “acogida”
-Sí prefiero eso a estar contigo. Por favor, vete, que tengo que trabajar – Se va. Saco mi móvil del bolsillo y le mando un sms a Raúl. “Raúl, no le digs a Dani q he estado en tu casa, no qiero q sepa dnd estoy”

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