martes, 10 de julio de 2012

Capítulo 34. Rutina de domingo

Suena el despertador, como cada domingo de primavera y verano desde que nació Carla, a las 5 y media. Me visto con ropa deportiva, me peino con una coleta alta y salgo a la calle a correr un poco. Aunque diréis que es demasiado pronto yo creo que es la mejor hora, a mi me gusta, no me encuentro con nadie por la calle, a excepción de los que, como yo, también salen a esa hora para su ejercicio matutino, incluso algunas veces, a la vuelta, me encuentro con un grupo de gente haciendo taichi en el parque cercano a casa por el que voy a correr. Cuando regreso a casa me ducho, desayuno con el albornoz puesto un zumo de frutas y unas tostadas con aceite, me preparo para el trabajo y bajo a la cafetería. Como cada domingo, Domingo, el dueño de la multitienda de al lado está esperándome.
-Buenos días, bonita.
-Buenos días, Domingo. Siempre te toca esperar a ti.
-Pero espero porque quiero. Me empiezo a preparar cuando te oigo pasar por delante de mi casa corriendo de regreso a tu casa. Cuando pasas por la puerta el perro ladra y me despierto. Lo que tardo pasar de cosa que duerme a humano. en vestirme y en venir dando un paseíto.
-Ya sé dónde vives. - Sonrío. - Toma, tu desayuno de los domingos. Los churritos están en proceso, a ver si no tarda mucho el muchacho. Mira ahí está.
-¡Buenos días!
-Buenas Cristóbal. ¿Qué tal tu padre?
-Bien, como siempre, me voy que tengo prisa.
-Pásate cuando quieras
-Me acabo de dar cuenta de que todos los somingos igual, ¿y si grabamos la conversación esa y así la semana que viene no tenemos que hablar? - Nos reímos.
-Es verdad, mayor rutina imposible.
-Rutina, puntualidad y casualidad todo junto
-Ya ves... ¿Me trae luego tu mujer la tarta de gominolas para la muchacha de la comunión?
-Sí, luego te la trae ella.
-Perfecto. Y por cierto, cuando me traigas el pan traeme también un par de bolsas de patatas fritas, que  me acabo de dar cuenta que solo tengo panchitos.
-Ningún problema, a ver si no se me olvida.
-¿Y conseguiste pedir la marca esa que te dije, la que probaste aquí aquel días?
-Sí, cuando me traigan el pedido las traen. A ver como se venden...
-Aquí tienes compradora segura. - Se termina el desayuno y se va.
Son las 11 y media, Dani tiene que estar al bajar, como todos los domingos antes de llevarla de paseo por el parque. Antes de llegar él alguien entra.
-Patricia, cielo.
-¡Papá! ¿Qué haces aquí? - Pregunto extrañada.
-Tu madre me ha hecho venir. El Corte Inglés no se qué movida tenía hoy que abría y con un nosecuanto de descuento y como ella no tiene todavía el traje de la boda de tu primo... me ha hecho venir para comprar uno. Ya verás que ganas tengo yo de desperdiciar un domingo de tiendas. Con lo agustito que estaría echando la partida con los colegas... ¿Y la niña?
-Con Dani en casa. ¿Y tienes que ir con ella obligatoriamente? Si quieres quédate con la niña y la usas de escusa. Además Dani debería descansar por una movida que le ha pasado y yo ha casa a comer hoy no subo, tengo reserva para una comunión.
-¡Ay! Que se venga la pequeña de compras también. Aunque se queje tu madre me hace compañía. Así estaremos menos rato.
-Bien pensado. Dani estará al bajar. Ahora le mando un mensaje para que se baje el biberón por si se alarga mucho la jornada. - Le mando un mensaje, a los 2 minutos Dani baja.
-Buenos días, Andrés.
-Muy buenas ¿como está la peque?
-Bien, como siempre, no se pilla ni un resfriado.
-Eso está bien. - Carla se incorpora de la silla. - Hola preciosa
-¡Mírale, si se le cae la baba! - Digo riendo. - Bueno padre, iros ya  que si no mamá se va a empezar a enfadar y decir que tardas mucho.
-Me da igual. Un beso cariño. - Me da un beso de padre. - Adiós Danié.
-Adiós suegro.
-Llámame cuando terminéis. Por cierto, si llora le das algo para morder y listo, no requiere de más.
-Tomo nota. - Coge el carricoche de la niña y se va.
-¿Y yo qué hago sin niña? Voy a estar raro.
-Limpia la casa o descansa, que falta te hace
-Me puedo quedar un ratito.
-Me voy a ir en breve a preparar el comedor para la comunión.
-¿Os echo una mano? Me quedo en la barra y os ponéis Inma y tú a colocar las mesas y tal...
-No mejor tú entras conmigo. ¿Quieres algo?
-Cocacola, pero ¿tienes cambio?
-Domingo.
-Vamos, que no. Te pago en casa
 -Tener tengo, pero poco, prefiero guardar para luego. ¡Ay, que fallo! me acabo de acordar que no tengo nada para los críos. Quédate un momento, voy a la multitienda, no tardo. - Me quito el delantal y voy a la multitienda. - Domingo, te necesito urgentemente para algo que me acabo de darme cuenta.
-Dime.
-Que no he comprado las chuches de los chavalines de la comunión, ¿me pones unos cucuruchos con algo? Que no tenga muchas gominolas, que para eso ya tienen la tarta.
-Vale, luego te llevo todo.

2 comentarios:

  1. Aaaais la rutina! que mala es! jajajaja SIGUIENTE!!!
    PD: a ver si se soluciona el problema de Dani... S: Pobre! ;)
    NEEXT!
    Menudo maratoon de caps! jajaja ;)

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