miércoles, 11 de julio de 2012

Capítulo 39. El accidente

Suena el teléfono móvil. ¿Quién será a estas horas? Son las 3 y media de la mañana. Lo cojo medio  dormida.
-¿Diga?
-Patricia María Pizarro.
-Sí, soy yo. ¿Algún problema?
-Es usted la compañera sentimental de Daniel Martínez. ¿Cierto?
-Cierto, ¿Quién es usted?
-Le llamamos desde la comisaría. Acabamos de encontrar el coche de su pareja accidentado.
-Imposible. Daniel se encuentra conmigo. - Dani se despierta.
-¿Qué pasa?
-En el coche viene su documentación.
-Vamos, que si no me cree hable con él mismo. - Le tiendo el teléfono. - Dani, es para ti.
-¿Sí?... No, no le presté en coche a nadie...No, no entiendo lo que ocurre...Será eso probablemente... Sí, en seguida voy para allá. ¿Donde exactamente?...Vale, de acuerdo, en un momento estoy allí. - Se levanta y cuelga. - Que me han robado el coche.
-¿Entonces se canceló el viaje?
-Ah no, eso sí que no. Me voy, a ver si no me retienen mucho.
-Espera que voy contigo. - Nos vestimos y vamos a la comisaría. Un rato después de que llegamos ya nos dicen quién es el que llevaba el coche y por qué ha tenido el accidente. El que se había llevado el coche era Xavi y la causa era un pinchazo en el tubo del líquido de los frenos. Alguien quería matar a Dani, otra vez.
-A ver si va a ser verdad lo que dijo Jaime y que sí que hay alguien que me quiere matar.
-A ver Dani, tranquilicémosnos. ¿Tenemos que quedarnos para algo?
-Solo estar localizados.
-De acuerdo, es que teníamos pensado un viaje a Italia y el avión sale en unas horas.
-Vayanse, no hay problema. Estad localizados por cualquier cosa. Pueden irse. Buen viaje, seguiremos investigando.
-Gracias. Adios. - Nos volvemos a casa. - Dani, tranquilo. Míralo por el lado bueno. Xavi te ha salvado y ya no volverá a molestar a Hiba. Un 2x1, como en el carrefour.
-Vale, miraré por el lado bueno. Vámonos a casa. - Llegamos a casa y nos volvemos a acostar.
Seguimos durmiendo otro par de horas hasta que suena el despertador. Desayunamos, ya que nos acostamos vestidos, y vamos rumbo al aeropuerto. Llegamos a Roma en un par de horas y allí cogemos el tren hacia Levanto. Es un pueblo precioso y tranquilo. Ese fin de semana lo pasamos la mayor parte del tiempo tomando el sol en la playa y por las noches viendo el pueblo iluminado con las suaves farolas. Eso hace que se nos pase rapidísimo y cundo queremos darnos cuenta que volvemos a estar en el aeropuerto para volver a España y a la rutina. Algún día os contaré con más detalle de este maravilloso viaje.

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