martes, 8 de noviembre de 2011

Capítulo 92


Lara y yo seguimos un buen rato hablando sobre nuestras diferencias.
-¿Vamos a buscar a Dani?
-Claro, como Madrid es tan pequeño lo encontramos ahí en cinco minutos. - Dice irónicamente mientras sonríe.
-Sé donde está, siempre que sale “un momento” de casa se va a un pequeño bar que hay en esta calle, es muy amigo del dueño y cuando se aburre se va para allá y se ponen a hablar de baloncesto, sobre todo.
-Vamos si quieres, pero vamos, en un rato me tengo que ir a hacer unas cosillas del trabajo. Por cierto, hablando de trabajo, ¿tu exactamente que haces en el programa?
-Era cocinera, pero ahora por lo visto soy encargada, exactamente no se qué tengo que hacer, Flo me dijo que ocuparme de que todo vaya con normalidad, aunque creo que me viene un poco grande.
-Ya verás como no. Al final que hacemos, nos vamos o nos quedamos.
-Vamonos. - Cojo la cartera y las llaves de casa y salimos hacia la calle. Vamos al bar que dije y allí encontramos a Dani - ¡Daniel! - Se gira y se queda mirándono.
-No os habéis matado. Y yo que había comprado para quitar la sangre del suelo... - Levanta el brazo sujetando una bolsa del supermercado que hay por aquí cerca – Mira, no es broma – Se ríe, y los demás también, tanto nosotras como su amigo. - ¿Sabéis lo feliz que me hace que hayáis acabado bien? Al menos aparentemente – Abre los brazos y tanto Lara como yo vamos hacia él y le abrazamos. Abrazo múltiple, lo llamo yo. Si supiera que a mi también me alegra muchísimo que hayamos arreglado las movidas que teníamos, las movidas tontas y con la facilidad con la que se han arreglado. Ojalá todo se arreglase así, no habría guerras. - Entonces qué pasa, este fin de semana a liarla parda en el pueblo de ésta.
-De esta señorita será – Dice Lara con intentos fallidos de levantar la ceja – No se levantar la ceja, os lo imagináis.
-No, de ésta – ella pone cara de niña pequeña cuando se enfada, como el típico “ahora me enfado y no respiro” pero no tarda en empezar a reir.
Estamos en el bar un buen rato tomándonos unas coca colas tranquilamente, hasta que suenan el móvil de Dani y el mío, a la vez, sí. Miro la pantallita, es un sms nuevo. Le doy a abrir y veo que es de Rivera. Lo leo.
“Dentro de 30 minutos en el lago”
¿Qué pretende, que estemos en media hora en el retiro? Pero qué cree que tenemos aquí superpoderes y nos teletransportamos.
-Lara, cariño nos ha salido un compromiso urgente.
-No pasa nada, si yo me tengo que ir a hacer unos asuntos de trabajo, así que me tenía que ir en breve. Que os sea leve
-Igualmente. Vamos Dani, que no llegamos – Salimos corriendo del bar y vamos al garaje del edificio a coger el coche. Menos mal que a Dani le ha dado hoy por llevar las llaves del coche con las llaves de casa, juntas. ¿Por qué? Averigua, pero gracias a eso hemos adelantado tiempo. Imaginaos si ahora tiene que subir a casa, coger las llaves. Estoy por decirle que las deje ahí. ¡La virgen, cuanto tráfico un día de diario temprano que es todavía, que no es la hora de la salida de los trabajos! O al menos me lo parece a mí, como no estoy acostumbrada a pasar a esta hora con el coche. Llegamos a donde quedamos con el detective lo más rápido posible y allí está Rivera, como no. De verdad, o cuando llama ya está en el sitio donde se ha quedado o se teletrasporta, porque por mucha prisa que nos demos siempre llega él antes. Está apoyado en el tronco de un árbol y cuando nos ve de lejos de incorpora - Rivera, ¿ocurre algo?

1 comentario:

  1. BIEEEEN! Lara y Patri pamiguitas! ^^
    2º CAP LA LECHE DE GUAY! ;)
    3º SIGUIENTE!
    4º Cada dia te superas maaas! *__*
    5º Que intrigoooosoooo! :P jajajaj
    6º CRACK! ;)

    ResponderEliminar