viernes, 25 de noviembre de 2011

Capítulo 100


-¡Feliz cumple, mi vida! - Es lo primero que oigo aún con los ojos cerrados. Ruedo sobre la cama, abro los ojos un poco y lo primero y único que veo es la cara de Miki sonriéndome. Le doy un beso como buenamente puedo con el sueño que tengo
-Bueno días – Digo medio dormida pero sonriendo - ¿Qué hora es?
-Las 9 y media, es temprano, pero quiero llevarte a un sitio antes de que te vayas a trabajar.
-Un ratito más... - Me arropo aún más con la sábana, y no es porque tenga frío, que hace de todo menos frío. Figuraos, 9 de agosto en Madrid y encima se me olvidó anoche abrir la ventana, está ahora mismo la habitación que parece un horno.
-No, que si no no llegamos – Dice Miki creo que poniéndose de pie – Vamos Annita... - Me tira del brazo intentándome levantar de la cama
-Me haces daño – Me suelta pero en ese momento empieza a darme pequeños golpecitos con los dedos. Qué persona más pesada – Vele, enreda, ya me levanto, pero déjame de dar con el dedo, que molesta – Se aparta y yo me levanto, de mala gana, pero me levanto. - ¿Contento?
-Por el momento. Ahora vístete, prepárate que nos vamos a desayunar – Sale de la habitación con su ropa en la mano y entra en el cuarto de baño. Pues si dice que a salir habrá que vestirse. Paso de pensar, me voy a poner lo primero que pille. Miro la silla de la habitación, ahí puse ayer la ropa que recogí del tendedero y la pereza me impidió meterla en el armario. Este vestido mismo, es fresquito y cómodo pero viste, que es más arreglado me refiero. Me cambio de ropa interior y me pongo el vestido. Oigo abrirse la puerta del todo y me giro - ¡Qué guapa! - Sonrío. Ay, no. Las náuseas otra vez no ¿y qué narices voy a echar si no tengo nada en el estómago?Voy corriendo hacia el cuarto de baño, me pongo de rodillas sobre el inodoro y vomito, como últimamente lo único que hago además de comer - ¿Necesitas ayuda? - Dice asomándose por la puerta sin mirar, para este tema es bastante escrupuloso
-No, estoy bien, de verdad. - Digo poniéndome de pie - ¿Me he manchado?
-No parece. Nos vamos a prefieres que nos quedemos en casa.
-No, vámonos. Un poco de brisa matinal no me vendrá mal, además, tengo hambre
-¿Como puedes pensar en comer después de vomitar?
-¿Como puedo hacer otra cosa después de esto? - Digo señalándome a la barriga. - Anoche no pusiste ninguna pega, desde luego.
-No me vayas a comparar una cosa con otra...Entonces ¿te terminas de arreglar y nos vamos. no? - Le guiño un ojo, me da un beso en la mejilla y sale del baño. Me peino me lavo la cara y me maquillo un poco, tengo una cara de zombie fusilado que no puedo con ella entre el sueño que tengo y lo pálida que estoy.
Salimos de mi casa y nos montamos en el coche. Hacemos todo el trayecto casi sin hablar hasta que llegamos a la puerta de una cafetería y aparca. - Aquí es – Salimos del coche y entramos en la cafetería. Es preciosa, es amplia, hay muchas plantas, los colores de todo están a juego y más cosas que no me voy a poner a decir porque no tengo palabras para expresarlo. Pedimos el desayuno y nos lo comemos mientras vamos hablando de tonterías. - Espérame un momento, en seguida vengo – Se pone de pie y sale del establecimiento. Habrá ido al coche a por algo, quizá. Escasos minutos después vuelve a entrar con las manos detrás de la espalda. Cuando pasa por delante de los espejos del local veo que lleva una bolsa y la reconozco, es de la joyería a la que llevé a Dani cuando el cumpleaños de Patricia, estoy segura que ahora a sido él quien ha llevado a Miki. Se sienta y se saca las manos de detrás de la espalda y me enseña la bolsa.
-Miki, esto es muy caro.
-¡Y tú qué sabes! - Me dice con tono de niño pequeños
-Sí, lo sé. Bueno, da igual.
-Toma, feliz cumple.
-Gracias cielo

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