viernes, 18 de noviembre de 2011

Capítulo 95


Estamos en casa de Rivera.
-Esta dirección no me suena en absoluto. ¿Tenéis en el coche un GPS?
-En el Iphone podemos verlo. Tengo un programa de posicionamiento y búsqueda de direcciones. Exactamente no es un GPS pero para lo que lo queremos sirve. - Dani coge el papel y teclea la dirección en el móvil. Esperamos un poco ¡Qué lentitud de internet últimamente - ¿Castellón?
-¿Castellón? - Decimos el detective y yo creo que a coro y con el mismo tono.
-Sí, aquí pone que esta calle está en Castellón. Mirad si no me creéis – Nos tiende el teléfono móvil, al menos hace amago de ello.
-Si te creemos cari, te creemos. No necesitamos pruebas de nada.
-Ahora lo que hay que saber es qué hay ahí – Dice Rivera mientras se toca la barbilla.
-Tiendas, es una zona de tiendas. Solo hay tiendas.
-Pues habrá que ir – No está Rivera muy hablador, solo contesta con frases cortas.
-Nosotros no sería conveniente que fuésemos así, sin ningún motivo concreto. El conocimiento de que Dani está ahí ya levantaría la sospecha y la vigilancia de los italianos. En todo caso lo mejor sería que, para que vaya alguien...
-El problema es que me han visto ya mucho, dentro de poco van a sospechar ya como me sigan viendo. Se me ha ocurrido algo. ¿Daniel, podrías hablar con tus jefes para conseguir hacer algo con el programa nuevo en Castellón?
-¿Hacer algo en Castellón? ¿Algo tipo fiesta o similar?
-Lo que sea.
-Si quiere se lo pregunto, pero no se. Yo no cuento mucho en qué hacer y dejar de hacer. Lo intentaré, pero no prometo nada.

Yo sigo pensando en esa dirección y en qué puede ser. ¡Ay, quema! En verano me cuesta mucho regular el agua de la ducha, como las tuberías dan parte a la fachada de la calle donde da durante toda la tarde el sol, mira, paso. Ya se me ha quitado el champú y salgo ¡Ay, que fría! Cierro el grifo tiro de la toalla y salgo de la ducha. Me seco un poco, me rodeo el cuerpo con la toalla y voy a mi habitación, no sin antes encontrarme con Dani en el pasillo, no se si ya os lo he dicho, pero siempre que salgo del baño me lo encuentro en el pasillo entrando o saliendo de su habitación o esperando para entrar o cualquier otro asunto. Me pongo mi pijama y voy hacia la cocina para terminar de hacer la cena pero me detengo en le salón.
-¿Has hecho tú la cena?
-Si llamas hacer la cena a meter un táper en el microondas para que se descongele... sí, he hecho la cena.
-Bueno, eso no es exactamente hacer la cena, pero vale como tal - Empezamos a cenar más bien en silencio, hasta que me decido a hablar. - ¿Qué piensas sobre lo de Castellón?
-Nada, en particular, que además de con Flo y Pablo podría hablarlo con Chuspi.
-Haz lo que quieras, ahora depende de ti.

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