sábado, 6 de agosto de 2011

Capítulo 40

Ahora que querrá

- Sí claro, como no

- ¿Puedes ir a quitarte el vestido? – Levanto una ceja – Me refiero a cambiarte de ropa, no vayas a pensar mal – Le sonrío, él no sonríe. Voy a la habitación a cambiarme y me pongo las calzonas del pijama y una camiseta de tirantes, vuelvo al salón y me siento en la silla – Mejor, ¿qué me tenías que contar?

- Si no pillamos pronto a Vabaragio antes de Agosto tenéis que tener mucho cuidado con él, el programa corre peligro – Le cuento todo lo ocurrido la noche anterior con pelos y señales, el partido ya había comenzado de nuevo pero él ni se inmuta, está muy concentrado en lo que le estoy contando.

- Muy astuta, si señor – Me sonríe

- ¿Por cierto, como sabías que Vasile estaba ahí?

- Estuve un rato en el piso. Él llegó al rato de llegar yo. Tenía intención de llamarte antes, pero no me salía hacerlo

- ¿¡Cómo que no te salía!?

- Nada, déjalo

- No lo dejo – Eso de que no le salía me ha mosqueado un poco – Explícame eso, ¿como que no te salía, a que te refieres?

- No te llamé por si estabas ocupada con algo y te molestaba mi llamada.

- Dani, tus llamadas no molestan y menos si son por algo así

- Es que... te vo tan bien con Rivera...A ti a lo mejor no te molesta mi llamada pero ¿y a él?

- Dentro del casino no estu – Me callo de golpe, me acabo de dar cuenta de lo que ocurre – ¡un momento! ¡tú lo que estás es celoso!

- ¡Yo que voy a estar celoso! Celoso dice, ¡cómo si yo no tuviera cosas más importantes en las que pensar que en con quién estás o dejas de estar tú! Jajaja, espera que me ría.

- Dani, te conozco muy bien y se que no te gusta que me lleve bien con el detective, que te llevaban los demonios cuando te dije que iba a ir con él al casino, en general cuando hablo de él. A mi no me engañas, chaval, y mucho menos en este tema. Por cierto, ¿tú a mí no me dijiste que habías quedado con tus amigos para ir a cenar o no se qué?

- Y quedé con ellos, pero estuvimos un rato ahí. Les puse de excusa que era la casa de un colega, que se iba a ir de la casa, por eso sin muebles y las cajas, pero que se había tenido que ir de viaje urgente y me había dicho que fuera a regar las plantas, me esperaron en el portal y un par de minutos de estar yo ahí vi llegar el coche de Vasile , le vi salir del coche junto al de la foto que hiciste, esperé a que entraran en el edificio y bajé con los otros. Entonces nos fuimos a cenar. Y si no me crees me da igual, esa es la verdad – Se levantó de la silla y se fue a su habita, se le veía molesto. Otra señal más de que está celoso.

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