sábado, 18 de febrero de 2012

Capítulo 143

Llegamos a la puerta del edificio de RNE y justo cuando llegamos veo a mi hermano a lo lejos y le saludo con la mano y acelera un poco su paso cuando nos ve,
-¿Qué haces aquí?
-A hacerte gasto con unos cafés. Por cierto, me ha dicho Raúl que te diga que le tienes que hacer nosequé en el ordenador, que no le va y como le dijiste un día que a ti se te daba bien...me ha dicho eso, que te avise a ver si puedes hacer tú algo
-Vale. - Vamos siguiéndole mientras abre la puerta y entramos – El domingo voy. Os tenéis que esperar un momento a que yo prepare y organice las cosinas dentro.
-Los preparo yo sino, que sabes que a mi no me importa hacerlos, si no me gustase no te estaría ayudando por las mañanas aquí – Se ríe.
-Haz lo que quieras, se te da hacer cafés a ti mejor que a mí. Toda la clientela me lo dice cuando no vienes por las mañanas. - Me río yo, me alborota el pelo, le echo una mirada inquietante y se va sonriendo. Yo entro en la barra directa a la cafetera. Abro el bote en el que echa mi hermano el café molido, no hay. Cojo el paquete de café, lo abro y echo unos pocos en la maquinita de moler. Luego echo un poco en la cafetera y la enciendo. Espero que no tarde mucho en hacerse.
-Mientras tanto vamos a entablar conversación que casi no hemos hablado desde que salimos del trabajo. ¿De dónde eres? ¿Español no, verdad?
-Yo nací en Poitiers, cerca de París, pero tengo ascendencia danesa, española y francesa. Mi abuelo fue un republicano español que tuvo que huir de España cuando Franco ganó la guerra civil y su hija, mi madre, se lanzó a la aventura y se fue a vivir a París, allí conoció a mi padre y salí yo. ¿Y tú?
-Mi historia es mucho más simple y menos emocionante. Mis padres se conocieron en la fiesta del pueblo y salimos nosotros. - Digo señalándome a mi y a mi hermano que sale en este mismo momento por la puerta del almacén. - Bueno, él nació en el pueblo, yo en la ciudad.
-Pero eres tú más de campo que yo. ¿No ibas a hacer los cafés?
-En marcha están.
-Ya me encargo yo. Para ti el capuccino que te debo de esta mañana que al final te fuiste al curro y no te lo hice y ¿para tu amigo?
-Un cortado – Salgo de detrás de la barra y me siento con Elías en una mesa. - Por cierto, quiero comentar una cuestión. Te he visto antes con Raúl Gómez y he supuesto que eras su novia. Dime si estoy en lo cierto o no.
-Has supuesto bien. Sí, soy su novia desde hace cuatro meses casi cinco – Aunque en realidad, ahora que me doy cuenta, no ha habido petición de “¿Quieres ser mi novia?” ni viceversa. - Ya lo sabe mucha gente por fotos en las revistas, me da igual contarlo.
-Pues no te debería dar igual, es tu vida privada y nadie tiene por qué saberla.
-Cuando estás con alguien con un poquito de fama ya sabes a lo que te enfrentas. Además de que sé moverme muy bien en el terreno famosil y de twitter también, lo manejo mucho, llevo 6 años de mi vida compartiéndolos bajo el mismo techo con Martínez. Sé muy bien como funciona eso de las revistas, como quieran enterarse de una cosa se enteran aunque sea mentira. Sé mucho de esa vida por Dani
-Y gracias a él estoy yo con mi novia – Dice mi hermano a mi lado poniendo nuestros cafés en la mesa. Trae otro – Este para mí, me quedo con vosotros – Os debería aclarar lo que ha dicho mi hermano. Por mi hermano podría decirse que Dani y yo estamos semiunidos por parentela lejana: su prima es la novia de mi hermano
-Y me has dicho antes que tu historia no es emocionante. Me resulta más emocionante eso que algo como lo mío. ¿Y como es vivir con alguien como Dani?
-La verdad no coincidimos mucho en casa ahora, él con su novia, yo con le mío... antes sí pero vamos, es algo normal. En casa hay risas y tal pero también hay discusiones, como en cualquier casa en la que se comparta piso. - Seguimos hablando de cosas sin importancia hasta que me suena el tono de llamadas del móvil. Es Raúl – Hola cariño.
-¿Donde estás? Te he llamado a casa cuando vi que no me habías contestado por whatsapp pero no hay nadie.
-Estoy en la cafetería de mi hermano con un compañero de cocina tomando unos cafeles, si quieres te espero aquí y nos vamos a dar una vuelta, a ver una peli a tu casa o algo.
-Vale, en la radio ¿no? - Afirmo – Pues en na y menos estoy ahí. Hasta ahora cuqui
-Hasta ahora
-Te quiero – Cuelga.
-Bueno Elías, un placer haber podido hablar contigo tranquilamente. Me tengo que ir que va a venir Raúl a buscarme. Mañana nos vemos. Manito, mañana aporto el capital que no llevo suelto.
-No hace falta Patri, te debía el café, te lo dije esta mañana. Uno no me va a sacar de pobre. Además los tratos son los tratos, te dije que te invitaba a uno y yo te invito, aunque sea en mi cafetería – Río y le doy un beso fuerte en la mejilla agarrándole la cara .
-Si es que te como.
-No seas como mamá – Se queja. Yo me voy riéndome. Solo estoy un par de minutos esperando en la calle a Raúl que viene con su coche recién lavado.
-¿Donde quiere la princesa que vayamos?
-Hace buen tiempo, ¿vamos al retiro a dar un paseo y me cuentas donde se esconden Carlitos y Mónica en las bromas del programa?
-Venga, vamos al retiro a retirarnos de la gente – Sonrío y le doy un beso antes de que arranque el coche. Tengo el presentimiento que va a ser una buena tarde en el retiro

1 comentario:

  1. Que genial! jajajaj que naturales todos, me encaaanta! ;) Siguienteee haber como sigue esto guaapisiisima! ;)

    ResponderEliminar