lunes, 27 de febrero de 2012

Capítulo 150


Llegamos al piso de Raúl, ¡que raro, funciona el ascensor!
-Creo que debería ducharme, me siento pegotoso ¿como puedo estar yo más cansado que tú? Encima has ganado, no valgo para el pádel.
-Tengo práctica, juego mucho. ¿Te he hecho correr? - Le digo con una sonrisa pícara. Se ríe. Me acerco a él y paso mis brazos por sus hombros y entrelaza mis manos detrás de su nuca. Él apoya sus manos en mi cintura y nos miramos sonriendo como bobos. - ¿Tú no te ibas a ir a duchar?
-Sí, pero haces que me quede en pausa – Me da un pico pero le agarro la nuca para que ese pico sea un beso más en condiciones – Voy a ducharme. - Él se va y yo me siento en el sofá tras encender la televisión y coger el mando a distancia. Voy pasando canales rápidamente. ¡Ay, madre! Los hombres de Paco, ¡cuánto tiempo sin ver esa serie. Suena el teléfono ¿quien será? Voy a cogerlo
-¿Diga?
-¿Tú eres Patricia? - Afirmo – Soy la madre de Raúl. ¿Está en casa? Tengo que hablar con él.
-Está en la ducha pero si quiere le dejo un mensaje.
-No, ya le llamo luego. Y tutéame, que somos familia.
-Vale, de acuerdo. ¿Entonces no le digo nada a Raúl?
-Solo que he llamado
-Yo se lo digo, descuida
-Ya hablaremos más detenidamente, a ver si te pasas por el pueblo algún fin de semana
-Esa es la idea, a ver si no tardamos en ir - Oigo el agua de la ducha que empieza a correr en el baño. - Bueno, adiós
-Adiós, un beso. - Cuelga. Voy a la puerta del cuarto de baño.
-Nene, ¿puedo pasar? Tengo pis.
-Pasa – Abro la puerta. ¡Ay, que calentito con el calefactor!
-Ha llamado tu madre. Que luego te llama. - Se me ha ocurrido una cosa, voy a liarla. Me desabrocho la chaqueta del chándal y después de quitármela me quito también la camiseta. Pero... Me da igual, lo voy a hacer. No me apetece ser siempre la niña buena. Raúl creo que me está hablando pero no le estoy escuchando
-¿Sigues ahí?
-Sí – Termino de desvestirme, cojo una toalla del armario de las toallas y me la enrollo - ¿Te falta mucho?
-Pues creo que sí. Estaría menos tiempo pero se tarda más en que el agua salga a una temperatura medianamente aceptable que en la ducha en si. No hay forma de regularla y tengo frío. - Venga Patri, saca tu lado salvaje, deja la timidez para otro momento. Yo misma me río dándome ánimos.
-Yo te la regulo – Pero no exactamente el agua, pienso, vamos, no creo que lo haya dicho en voz alta – Para el agua – Cierra el grifo, muevo la cortina hacia un lado de la ducha. Me mira, sonríe, dejo caer la toalla, me mira sorprendido y entro en la ducha con él - ¿Sigues teniendo frío?
-No tanto ya. - Se acerca a mi y me abraza – Ya si que no tengo frío – Me ha mojado. Alargo el brazo para abrir el grifo otra vez para que caiga el agua sobre nosotros. - Pon el tapón – Lo pongo con ayuda del pie. Ha pensado bien lo del tapón. Si apagamos el agua de la ducha tendremos más agua en la bañera para no congelarnos de frío. Me besa apoyando sus manos contra la pared quedando yo entre la pared y él, me da que esto va a ir a más en cuestión de segundos.. Mañana tocará ir a por la pastilla, pero me da igual, merecerá la pena. Acerco mis labios a su cuello, sé que le gusta, en realidad... ¿a quién no? Me voy agachando sin separar mis labios de su cuello haciendo que él también se vaya agachando; mi finalidad es que nos sentemos, será mejor mirándolo desde todos los puntos. Tardamos más en lo que se podría llamar sentarse que en empezar a... supongo que ya me entendéis con esto que digo. El agua cae sobre nosotros a una temperatura perfecta y eso ayuda a este efusivo momento de pasión de pareja para que sea definitivamente único, pero que no se cumple en su totalidad debido a la falta de previsión del hecho y medidas de protección reglamentarias, pero aún así he disfrutado lo mismo. Medio llena está la bañera con agua calentita así que él cierra el grifo y aprovechamos el agua que hay. Se acomoda, dentro de las posibilidades de comodidad que tiene una bañera de tamaño normal que hay en una casa corriente de cualquier ciudad, y yo me acomodo junto a él.
Así pasa el tiempo. No se cuantas horas llevaremos así, el agua debería estar fría pero el ambiente cálido del baño no deja que se enfríe, un punto que nos beneficia para seguir así, a gusto, tranquilos, pasando de todo y de todos. ¿Qué importa el tiempo cuando lo pasas con la persona a la que quieres, sin moveros, sin hablar, pero incluso sin hacer nada os demostráis lo que sentís uno por el otro. Sonrío y suspiro, no puedo evitarlo, un suspiro de felicidad, de tranquilidad; de momento todo va genial, me siento feliz a pesar de los problemas que estoy teniendo con Daniel. Pero no debo confiarme mucho, me suele pasar que cuando mejor estoy me vienen los peores problemas. Desearía que esta vez no me pasase.

1 comentario:

  1. OOOooohhh que boooniiito jajajajaj Empieza el trato! ;) Vienes con las pilas a topee eeh?? jajajaj Gran cap guapsiima!
    PD: Me ha encantado el ultimo parrafooo ;)
    SIGUIENTE!

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