Capítulo 13. ¡Dani, mira!

Se me olvidó anoche bajar la persiana de la habitación y ahora entra mucha luz por la ventana. Estoy tumbada de lado y Dani abrazándome escondiendo su cara en mi cuello

-Agg, la luz

-Buenos días. - Me giro y le doy un beso

-Buenos días, peque.

-¿Qué tal has dormido?

-Puf, bien... Vaya nochecita, ¿qué te dio anoche?

-Se me cruzó el cable... Me salió la vena

-Que te salga más esa vena... - Me besa

-Eso creo que va a tardar

-¿Cuánto?

-No sé, creo que al menos hasta que nazca Carla...Ahora me molesta... ¿entiendes lo que te digo?

-Si... - Me besa y se pone encima mío haciendo fuerzas con los brazos. - Pero cuando nazca Carla no podremos hacer mucho... - Me besa el cuello

-¿Te has levantado calentito hoy, eh? - Me río. - Ya sacaremos tiempo de debajo de las piedras si hace falta. Además sabes que yo no hago mucho ruido. Así que eso no es escusa.

-Me he levantado calentito. - Me mira. - ¿No lo notas? - Me guiña un ojo. - Podemos... - sigue con mi cuello

-No, que te estoy diciendo que me molesta hoy esto. - Le pongo su mano en mi barriga. - Demasiado esfuerzo físico ayer

-¿Y el cuello?

-Ya lo estás haciendo... - Le sonrío pícaramente. - -¿Y si nos vamos a desayunar unos churritos?

-No tengo hambre... - Me sigue besando el cuello. ¿Cómo le puede gustar tanto el cuello?

-Tú no tendrás hambre pero nosotras dos sí... Pero si quieres esperamos un poco

-Mejor... - Sigue.

-Dani, ya, que vas a acabar haciendo chupetón... - Sigue, ¿para qué parar? - Dani, ya. - Le empujo hacia arriba suavemente, en gesto de que pare.

-Me habías dicho que sí... - Vuelve a bajar, a ver si me gana.

-Te he dicho que ya lo estabas haciendo... pero lo que no quiero es hagas chupetón, y poco debe faltar para que se quede la marca... sabes que se me queda enseguida.

-Pues me muevo por todo el cuello... - Me besa por todo el cuello y baja a mi escote.

-Ya te estás emocionando...

-Como que no te gusta...

-Me gusta, pero ya te he dicho que no me apetece hoy. Piensa un poco en tu hija, no solo en el sexo

-Sí que pienso, peque.

-Pues entiende que hoy no me apetece. - Se levanta y se pone los boxers. Se mete en el baño. Ya se ha picado... - Chacho, Dani, no te piques por estas tonterías.

-No estoy picado.

-No... que va.

-¡Que no, joder!

-Baja esos humos que hace mucho calor como para poner la chimenea. - Sale del baño, aún picado y baja a desayunar. - ¿Es que te das cuenta que te enfadas por tonterías? Luego te quejas de tu cuñada...

-Patricia, ya.

-Nah, que siempre tiene que ser lo que tú digas. ¿Pues sabes qué te digo? Que alguna vez tengo que pensar por lo que yo quiera. Déjame las llaves del coche que me voy a por churros. - Me visto con algo fresquito, hoy hace mucho calor y cojo el coche para ir a la churrería del pueblo. Para un antojo que tengo a Dani le da igual... pues ale, me lo doy yo. Llego. - ¡Buenos días Samuel!

-¡Buenas!

-Lo mío de siempre. - Me da un plato con churros y un cortado y empiezo a desayunar. Se fija en que vengo sola.

-¿Y el novio?

-En casa, no le apetecía salir. - Suena mi móvil. - ¿Si?

-Peque...

-¿Ahora vienes con el peque, no?

-Si...

-¿Qué quieres?

-¿Dónde estás?

-Pues si te he dicho que venía a por churros en la papelería no estoy. Vamos, al menos creo.

-¿Estás enfadada?

-No, estoy molesta por las tonterías de crío que se te escapan algunas veces...

-¿Voy?

-Como no vengas en patinete... - Me cuelga. - Samuel, toma, cóbrate. - Le doy un billete de 10 euros, me da la vuelta y salgo. Vuelvo a casa. Dani está en la ducha. Voy al cuarto de baño y me siento en el bidé. No me ha oído entrar. Sale de la ducha y ni me ve.

-Bueno, ahora soy un asesino, te mato y ni te enteras. - Se sobresalta

-¡Joder, que susto!

-Claro, debí suponer que no me esperabas aquí. - No me hace caso y se va a la habitación.

-Bueno, encima voy a ser yo la que tiene que pedir perdón

-Patri, como si no hubiese pasado nada, vale? - Se tumba en la cama con el móvil

-Vale. - Me tumbo a su lado en la cama. - Pues como si no hubiese pasado nada.

-Vale. - Sigue con el móvil.

-¿Qué haces?

-Mirar twitter.

-¿Y qué te cuentan?

-Nada interesante.

-Dani, no me hagas actuar como si no hubiese pasado nada cuando tú no lo vas a hacer.

-¿Que he dicho ahora?

-No, qué NO me has dicho

-¿El qué?

-Un hola, por ejemplo.

-Hola.

-Ahora... - Me besa muy apasionadamente. Le devuelvo el beso de la misma manera hasta que noto una patadita de la niña. - ¡Dani mira! - Le pongo una mano en mi barriga

-¿Qué? No siento nada

-Espera, espera, que ahora no. - Vuelvo a notar otra patadita. - ¡Ahora! - Sonríe y vuelve a besarme como antes. Cuando veo que se está emocionando le doy un toque en el brazo. Se quita molesto.

-Ya te he dicho lo que pasa...entiendelo

-que si... - Mira su móvil.

-Que si no, no lo entiendes... No entiendes ni qué es llevarlo esta barriga a cuestas -Antes estabas más atento al embarazo, Daniel.

-Con la noche que me diste me has cambiado...

-Llevas muchos días así.

-Pues es que tengo ganas, ¡hija! - Se le suelta la toalla. - Mierda. - Se tapa.

-¿Ahora te vas a avergonzar porque te vea?

-Es que coge frio

-Ya, frío... - Me río. Coge unos boxers y se los pone. Se vuelve a tumbar en la cama

-El planing de hoy es estar tumbados en la cama, ¿no? Para qué hacer más.

-Es que no hay nada que hacer...

-¿Eso de que no hay nada que hacer es discutible, eh? - Me río

-El que hay que hacer?

-Pues cambiar las sábanas lo primero, hacer la comida...

-La comida tu, yo cambio las sabanas

-Ah! que vamos a hacer algo... - Le digo en tono irónico y se ríe.

-Yo preferiria hacer otra cosa, pero como la niñita no quiere...

-Chst... dilo en plural

-Pues venga, arriba. Ya que no vamos a hacer nada. - Nos levantamos y me dirijo a la cocina. - ¿Qué hago para comer?