sábado, 5 de mayo de 2012

Capítulo 4. Nervios


-Dani, ¿a qué hora has quedado con tu madre para darle la noticia?
-A comer en casa de Nacho.
-¡Que nervios!
-Nervios por que peque? - Se rie
-No se, por dar la noticia, saber qué dirá tu madre...
Se volverá loca de alegría! La tuya nada... ¿no?
-Me sigue sin hablar
-Pf... que rayada... - Mira el reloj. - Venga peque, a la ducha, que si no vamos a llegar tarde.
-¿Te duchas conmigo? Solo ducha – Le sonrío pícaramente. Él tambien me sonríe picaramente.
-Vale, pero sabes que las duchas conmigo se alargan...
-Solo ducha te he dicho. Lo otro no, ahora no.
-¿Y esta noche? - Me abraza por detrás.
-No se sa'e, no se sa'e.
-Pues si no va a haber tema en la ducha te duchas tú sola. - Me dice para intentar picarme.
-Pues me ducho yo sola...
-Pues vale. - Me voy al cuarto de baño y me desvisto. Al minuto de entrar en la ducha noto unas manos acariciando mi tripa.
-¿Te creías que iba de verdad lo de no ducharme contigo? - Me pregunta cariñoso besandome el cuello tiernamente.
-Solo ducha.
-Déjame tocarte un poco, que luego te entran celos de la play. - Me pega más a él.
-Esta noche después de la boda de mi hermano
-¡Hostias, es verdad, que tenemos boda!
-¿Ya se te había olvidado? El alzehimer, Dani, el alzehimer...
-Vamos solo a la ceremonia y nos volvemos.
-No, no. Vamos a comer, tengo que intentar hacer las paces con mi madre
-Vaaale... Se termina de duchar y sale.
-Estás picado.
-Mucho, llevo semanas a dos velas...
-Mentiroso... ¿y el día de mi cumple?
-Eso para mí es mucho tiempo.
-Esta noche, ¿vale?
-Mas te vale. - Sale del baño.Termino de ducharme y me voy a la habitación con él, casi se ha terminado de vestir, la prisa que se da cuando le da la gana...
-¿Sabes por qué no me gusta ahora con el embarazo?
-No.
-Me molesta, la nena se queja. - Río, el no. - Así que la culpa no es mía.
-Si no quieres lo dices y ya.
-Que sí que quiero, pazguato.
-No pondrías escusas idiotas.
-Yo no pongo escusas, háblalo con tu hija...
-¿Lo ves?-Esa me parece una...
-Yo a eso no lo llamo escusa... es la verdad
-Patri, déjalo.
-Vale. - Que borde se pone a veces...

[….......….......….......DANI….......….......….......]
Llegamos a casa de Nacho. Mis padres no ha llegado, Cris tampoco está
-Hola. - Digo todavía un poco molesto.
-Buenas Nacho, ¿y Cris?
-Ahora viene. Pasad, pasad, no os quedéis en la calle. - Entramos y me siento en el sofá.
-¿Y Tina y Fernando?
-Cris ha ido a buscarles, que se había pendido... Con esto de que me he cambiado de piso ya no saben como llegar, al otro iban ya por memoria. - Se ríe. Me río yo también. Patri se sienta a mi lado pero no la abrazo como hago siempre. Estoy picado todavía.
-Voy a la cocina un momento, a ver si se ha terminado de hacer la comida. - Nacho se va y Patri apoya su cabeza en mi hombro.
-A veces te enfadas por tonterías – Me dice.
-Es que tú sabes como soy
-Y tú sabes como estoy, que yo ahora equivalgo por dos...
-Pero yo puedo con dos.
-¡Pero Dani!. - Suena el telefonillo.
-¡VOY! - Gita Nacho desde la cocina saliendo al salón. Nacho abre la puerta del portal y un minuto escaso después aparecen por la puerta Cris y mis padres. Me levanto y me acerco a ellos.
-Daniel, que ya ni llamas. - Dice mi madre tras darle un beso
-Es que si eh... - Ahí mi hermano picando.
-Hola. - Tras saludos y demás empezamos a comer, cuando terminamos de comer Patri se acerca a mí. - ¿Lo decimos ya?
-¿Pero tú o yo?
-Creo que aquí estos dos tienen algo que deciros. - Dice mi hermano intentando acabar esto cuanto antes.
-Creo que aquí uno se tendría que callar.
-Daniel...
-Tina, deja a los niños, si siempre están igual.
-Pues es que... - Joder, me cuesta empezar, no se como empezar
-Que vais a tener una nieta. - Ale a saco. Sonrío y miro a Patri
-¿Tú? Siempre pensé que oiría eso de tu hermano, pero de ti... - Me dice mi padre con una sonrisa. Mi madre no dice nada, lo está procesando todavía, creo. Algo raro sí que es.
-¿Por qué es raro para mí?
-No te veía yo con esa responsabilidad... además, tú mismo lo dijiste un día, “Yo niños... como que no”
-Bueno... - Patri se ríe, yo no. Por fin Tina se dispone a hablar.
-¡Ay mi niño, que ha asentado la cabeza por fin! - Sonrío. Se levanta y nos abraza a Patri y a mí. - ¡Felicidades!
-Gracias. - Sonrío. Miro el reloj, casi las cinco. - Nos tenemos que ir dentro de poco, esta noche se casa mi hermano y tenemos que arreglarnos, ¿no, Dani?

1 comentario:

  1. Buenooooo ahora estos dos picados... Este Daniel.. jajaja siguienteee! ;) genial el cap! :D

    ResponderEliminar