miércoles, 30 de mayo de 2012

Capítulo 23. No me fío


[…..…..…..…..…..…..RAÚL…..…..…..…..…..…..]
-Raúl, cariño, tengo que hablar contigo.
-Dime rusita
-A ver como te digo esto porque me temo que me vas a decir que no, además tampoco es que tenga yo muchas ganas...
-Habla.
-He estado hablando con el marido de mi hermana
-¿Y qué?
-Que me ha dicho que un amigo suyo va a venir a España a no se qué y que si pudiésemos acogerle un par de semanas hasta que encontrase algo mejor.
-¿Es de confianza?
-Ahí es la cosa, que no me ha hablado de él. Me ha dicho que si no se queda no tengo por qué saber nada de él, vamos, no me lo ha dicho, eso lo supongo.
-No me fío nada.
-Hombre, yo supongo que como ha dicho “buen amigo” será de confianza
-No me fío
-Vamos a hablar con Philip otra vez. - Coge el portatil y le manda la petición de llamada. Menos mal que con el tiempo he ido aprendiendo algo de ruso.
-¡Hola hermanita! ¿Qué tal?
-Bien. Anya ¿puedes llamar a Philip un momento?
-Sí – Llega un hombre, ese debe de ser Philip. He de decir que a la familia Hiba no la conozco, solo a Iryna, y porque es la mujer de mi primo.
-Philip, que hemos estado hablando de lo del amigo ese tuyo.
-¿Y qué decís?
-Es que no nos fiamos... y menos si no nos cuentas nada de él.
-Se llama Dominique Fliórov. Es comerciante y va a España a hacer negocio. Tiene permiso de residencia, por si ese tema os preocupaba
-Ya no sé que decir...
-Os pagará sin problema.
-No tiene que pagar nada... cuentanos más
-¿Qué mas quieres saber?
-Verle. - Digo.
-Te envío una foto cuando pueda.
-Cuanto antes - Nos despedimos. - No sé Hiba, me sigue sin convencer mucho...
-Podemos aceptar que se quede unos días nada más, que busque tranquílamente un hotel
-Bueno, vale, me has convencido. Que se quede unos días, pero solo unos días.
-Si tampoco quiero yo que se quede mucho
[…...…...…...…...…...ANDREA…...…...…...…...…...]]
-Buenas de nuevo Vabaragio.
-Buenas
-Acabo de hablar con mi cuñada. Me ha dicho que si puede quedarse aunque solo unos días.
-¿Cuántos?
-No sé, no me han especificado. Pero hay un problema. Quieren verle.
-Pues no sé que decir...
-Empecemos su rusificación.
-Empecemos.
-Necesito la maquinilla. Confíe, soy de profesión peluquero. - Le traen la maquinilla -Despídase del pelo. Crece rápido – Me siento, me empieza a rapar el pelo. -¿Puedo mirarme ya?
-Como quiera, se va a ver ahora raro, solo tiene que acostumbrarse. - Me miro
-¡Ay!
-Tardará en acostumbrarse, ya se lo he dicho – Asiento. - Le faltaría lo que le dije de las gafas. Tengo una migo en una óptica, que puede ayudarnos

1 comentario: