miércoles, 14 de septiembre de 2011

Capítulo 56

Cuando terminamos de cenar yo me voy con Boris al patio, necesito pensar. Llevo un rato dándole vueltas a todo, bueno y malo; a lo que me viene bien pensar y a lo que no tanto, cuando vibra mi móvil en el bolsillo. Es un sms del detective Rivera. Lo abro:
"Cuando tns idea d volvr? X lo vsto Andrea se va d vacacions. Vy tras él. T llmo cuando sepa algo"
En ese mismo instante lo único que se me pasa por la mente es buscar a Dani y enseñarle el mensaje de texto del detective . Voy al salón, no está; a su habitación, tampoco; al baño; la puerta está abierta y no hay nadie. ¡Donde está este crío cuando se le necesita! Vuelvo al salón.
- Mamá, papá ¿tenéis una remota idea de dónde puede estar Dani?
- ¿No estará duchándose? - Dice mi madre con el ganchillo en la mano.
- No, mamá, en el baño no hay nadie - En ese momento mi padre alza la vista por encima del Marca.
- Hija, pues la casa tampoco es tan grande, perder no se puede perder.
A ver Patri piensa, no está en ningún lado de la casa. ¡Un momento! si no está dentro ¿donde está? ¡Pues fuera! Voy hacia la puerta de la entrada casi corriendo y la abro. ¡Pero qué pasa aquí!
- ¡Mamá! - Voy hacia el salón hecha una furia. - Fuiste tú verdad, te fuiste de la lengua como de costumbre, no mamá, no fuiste capaz de guardar un pelín las cosas que pasen en esta casa verdad. Contesta.
- ¿Pero qué te pasa?
- Qué me pasa mamá, qué me pasa. ¿Tú me preguntas que me pasa? Lo que me pasa es que cuando he salido a la calle me he encontrado a Dani rodeado de un grupito de diez o quince chica histéricas. Fuiste tú quien contó qué Dani Martínez estaba aquí, en casa de la madre de su compañera de piso.
- Bueno vale, quizá si se me escapó, pero solo se lo dije a tu tía.
- ¡A mi tía! Bfff, ya lo debe saber todo el pueblo. Mira mamá mañana o como mucho pasado mañana nos vamos, ya está, yo así no puedo estar de vacaciones.
- No te vayas, es todavía muy pronto.
- Será muy pronto y todo lo que tu quieras, pero hay cosas que no se deben contar y más aún cuando te suplican que no las cuentes. Si te dijimos que no dijeras nada no fue por el simple hecho de que te guardaras algo, sino para evitar lo que está pasando ahí fuera y va a pasar en unos días como sigamos aquí. Con tu don exagerado de palabras me has arruinado mis tranquilas vacaciones con mi compañero de piso, com-pa-ñe-ro de pi-so - Esto último lo digo silabeando - Solo eso, no lo que tú te crees que somos. Ahora nos vas a tener a los dos hasta que volvamos a Madrid huyendo de una camada de paparazzis y un puto grupo de mafiosos italianos - Esto último me lo he debido de callar, pero cuando se me suelta la lengua no pienso ni lo que digo, hablo y luego pienso.
- A qué te refieres con lo de los mafiosos italianos - Dice mi padre otra vez alzando la vista por encima del periódico deportivo, no lo había hecho en toda la discusión.
- Movidas mías. Ahora lo que me pasa es lo que hay ahí fuera y como voy a salir yo a la calle como acabe viniendo la prensa.
Voy otra vez hacia la puerta de la entrada que antes cerré de un portazo. 1,2,3,4...10 11, 12. Me intento relajar antes de salir a la calle a meter a Dani para dentro, bueno más bien a ahuyentar a las, en algunos casos, temibles fans. Parece que ya estoy más tranquila. Abro la puerta y salgo a la calle. Hago para saber para hacerme notar y hace efecto, todas me miran, Dani no.
- Perdón, ¿interrumpo algo?

2 comentarios:

  1. ¡¡Qué movidacas!! Como son las fans histéricas eh? Siguiente siguiente! ¿Por qué no mira le mira Dani?

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