Voy
con Pablo a la comisaría a decir lo que he visto
-A
ver, Patricia, ahora en serio. Cuéntanos todo lo que pasó antes,
durante y después.
-A
ver. Fuimos a cenar a casa de un amigo que vive por ahí, por la zona
más de las parcelas y entonces decidimos todos irnos. Mi novio y yo
íbamos detrás de ellos pero más lejos y por eso lo vimos creo que
sin que nos vieran a nosotros.
-¿Y
qué ocurrió exactamente?
-Estábamos
pasando por ahí, como ya he dicho mi novio y yo mas rezagados cuando
Raúl, mi novio vio algo raro entre los dos pequeños portalillos que
hay, pero ya no nos dio tiempo a llamar a Anna ni a Miki. En ese
mismo momento saltaron a la calle y atacaron a Anna y a su novio. Me
fijé esta mañana bien, que pasé por ahí y me he dado cuenta que
quizá la cámara que hay en la farola que alumbra la calle en la que
desemboca esas escaleras pudo haber grabado algo.
-¿Y
no puede describir como eran las dos personas que atacaron a su
amiga? - Me dice un compañero de Andrés que estaba con él.
-No
les puede ver la cara, estaban disfrazados de papá nöel con la
barba, es lo único que pude ver. Estaba un tanto oscuro.
-En
fin, enséñanos el lugar e iremos
Les
doy la dirección y me dejan marcharme. Vuelvo a la cafetería con mi
hermano. Ya no hay tanto trabajo y estamos un poco más relajados. Al
rato de haber llegado yo, un buen rato después, aparecen en la
cafetería Nacho con su compañero de grupo para despedirse de
nosotros después de haber hecho la entrevista.
-Nacho,
¿tienes algo que hacer ahora?
-No,
tengo vacaciones, ¿necesitas algo?
-¿Me
puedes llevar a casa a cambiarme de ropa y luego al hospital?
-Claro.
¿Te vas ya?
-Sí,
te estaba esperando – Me despido de mi hermano y me voy con Nacho
hacia el coche – Manito, mañana te doy la chaqueta – Me hace un
gesto de afirmación y salgo por la puerta – Nacho, ¡espera! -
Llegamos a mi casa y le invito a subir, no es plan de que se quede
abajo en el coche. Vale, me acabo de acordar, las llaves, menos mal
que, como no es la primera vez y, como nos llevamos bien con la
vecina le quedamos una copia de la llave. Llamo al timbre, espero que
estén. Oigo ruidos así que sí – Hola Lola, ¿me puedes dar la
llave de casa? Es que ayer salí sin ella porque iba con Dani y como
que nos dispersamos.
-Claro
– Entra y sale al cabo de un minuto escaso con las llaves – Toma
– Se queda en la puerta esperando, se la tengo que devolver ahora,
que esto pasa hoy y pasará más de una vez. Abro la puerta y le
devuelvo la llave – Vas muy guapa, aunque con la chaqueta...
-Buf,
es una movida muy larga. Salí anoche y todavía no he pasado por
casa. Probablemente en los periódicos se entere por qué – Miro
hacia atrás, Nacho está sujetando la puerta mientras habla por
teléfono más bien serio.
-Patri,
si quieres que te lleve a ver a Anna date prisa, que me acaban de
salir unos asuntos que es mejor solucionar cuanto antes
-Bueno
Lola, muchas gracias otra vez – Entra en casa y yo me voy
rápidamente a la mía a cambiarme de ropa – Nacho, ¿sabes si tu
hermano ha venido a cambiarse de ropa?
-Le
he dicho que se ponga algo mío.
-Vale
– Me pongo lo primero que pillo: unas bermudas vaqueras blancas con las medias y
una camiseta roja con unas botas altas por la rodilla. - Vámonos. -
Cojo las llaves, la cartera y el móvil y bajamos las escaleras como
alma que lleva el demonio. Nos montamos en el coche y arranca –
¿qué es lo qué pasa?
-Con
qué
-Con
la llamada – Le noto preocupado.
-Lo
vas a saber tú el miércoles – Pongo morritos, a modo de enfado –
Nos han pillado. A Cris y a mi nos han pillado juntos
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