Voy
a llamar a Juange para dar la noticia. Cojo el móvil y busco en la
agenda su número
-Hola
Patri
-Anna
se ha despertado ya. ¿Como está Miki, sigues con él?
-Sí,
estoy aquí en su casa. Está un poco mas tranquilo. ¿Se lo digo?
-Dile
que se ponga, haz el favor, me gustaría decírselo yo
-Miki,
es para ti – Oigo los ruidos típicos de movimiento de teléfono -
¿Sí?
-¿Cómo
está?
-Buenos
días a ti también. A eso llamaba, para decir que ya se ha
despertado – Una pequeña pausa silenciosa, este silencio sí me
gusta, es silencio de felicidad – Bueno qué, no vas a decir nada –
Digo yo para romper el silencio.
-¿No
estará sola, no?
-No,
ahora Dani está con ella – Mierda, me he tenido que callar.
-¿Dani?
No quiero que Daniel esté con ella. Cuando yo llegue quiero que él
no esté. No quiero que se acerque a ella mas que lo estrictamente
necesario y no la hable fuera del programa. Ya te dije que por su
culpa estamos así.
-No
le eches la culpa a él. Aquí nadie tiene la culpa. Fue una mala
jugada del destino o de la suerte, no se. Nadie tiene la culpa de que
nosotros hubiésemos ido por ese lugar y que dos tíos estuvieran
acechando y os atacaran.
-Estaban
acechando
-Sí,
así que la culpa no fue de Dani. Quizá hubiera ocurrido en otro
lugar si no llegáis a estar allí.
-De
todas formas no quiero que Daniel esté allí y espero que se haya
ido cuando llegue. Me cambio de ropa y voy para allá así que ya se
puede ir yendo – Cuelga.
-Ahora
vengo David - En condiciones normales no le diría a Dani que se
fuera pero teniendo Miki los nervios como los tiene es mejor no
tentar a la suerte y que no se encuentren. Le mando un sms a Dani
“Sal al pasillo” y voy hacia el pasillo y está en la puerta de
la habitación. - Dani, vete. Viene Miki, sigue enfadado contigo
-¿Y
por qué me tengo que ir? - Dice con tono de resistencia
-Dani,
por favor, vete. Hazlo por Anna, evitad los problemas. Él está
enfadado, no te pongas a su nivel enfadándote tú también. Pasa de
él y vete. Vete con tu hermano a ver si entre los dos conseguís
algo con lo de las fotos.
-Vale,
pero que sepa que no me voy porque lo ha dicho él, sino porque a mi
me da la gana – Vuelve a entrar, se despide de Anna y de mi– Por
cierto dile al médico que le mire el perolo porque muy bien no... -
Se va. Entro yo en la habitación
-Hola
cuqui. ¿Como te encuentras, dentro de lo que cabe?
-Bueno,
me duelen las costillas al reirme, y el brazo pero no me encuentro
muy mal
-¿Reírte?
¿Y por qué te has reído? - Vaya pregunta más tonta, con Dani allí
-Se
ha puesto a decirme cosas que me han hecho gracia. No me cree. -
Recuerdo las palabras de Dani al irse ¿y si le ha afectado la caída
no solo físicamente?
-Cosas
como qué, qué es en lo que no te cree
-Dice
que yo estaba embarazada, y eso no es verdad y no me cree. Sabré yo
lo que me pasa o no, además algo así se sabe perfectamente y no
solo físicamente. - Sonríe, pero quita su sonrisa en cuanto ve que
yo no sonrío. Dani tenía razón, Anna no está del todo bien. No se
acuerda de que estaba embarazada – Patri, ¿por qué no te ríes?
-Es
que no es de risa Anna, Dani tiene razón, si estabas embarazada,
perdiste el niño con la caída. Iba a ser un niño y estabais
pensando ya el nombre, teníais dos nombres, uno de ellos era Manel y
el otro Jordi. Los padrinos íbamos a ser Dani y yo.
-Patricia,
que no. Te estás confundiendo Patri. Yo no he estado embarazada
nunca
Uff... empieza lo fuerte... :S haber como sigue esto
ResponderEliminar