martes, 19 de julio de 2011

Capítulo 11

Estoy en casa con el pijama puesto, con un bol de palomitas apoyado en el sofá y con el ordenador portátil en las rodillas. Oigo la cerradura de la puerta.

- Hola peque, – dice Dani al abrir la puerta. Viene hacia el salón – ¿qué haces?

- Hola, nada, aquí con el twitter un rato.
- Se me ha ocurrido que podíamos pedir unas pizzas. ¿qué te parece?
- No, prefiero hacer yo la cena – en realidad no me apetecía en absoluto meterme en la cocina pero necesito una distracción para no pensar en lo ocurrido esta tarde – Dani, ¿por qué no llamas a Anna para que venga a cenar hoy con nosotros?
- Como quieras – mientras él llama a Annita yo voy mirando que hacer para cenar. ¿Y si hago lasaña? Lasaña, perfecto, si me pongo ahora me llevará un buen rato, además nos encanta, y a nuestra invitada también. Dani viene a la cocina – Ya he llamado, dice que si que viene. Y también me ha comentado que podrías hacer la lasaña esa que haces tan rica.
- Parece que la chica me ha leído el pensamiento. Pensaba hacerla.

Me meto en la cocina mientras Dani se pone a jugar a la play.
Ha pasado un rato desde que empecé miro hacia la puerta de la cocina y me encuentro a mi compañero de piso apoyado en el marco mirándome. Me asusto, no esperaba verle allí.

- ¿Te echo una mano? - Me dice

- ¡NO! tu quietecito ahí donde estás, que estás muy bien – desde luego prefiero mil veces más que él pase de mi a la hora de la cena que intente ayudarme, y se por qué lo digo – que ya sabemos lo que pasó la última vez.
- Ese día fue una pelea entre la sartén y yo. Quiero hacer las paces con tus amigas las cazuelas y los demás del grupo – dice poniendo cara de cachorrito. A esa cara no se resiste ni Hitler, seguro – déjame ayudarte
- Vale, pero me tienes que hacer caso en todo.

Al final el niño se salió con la suya. Yo no se como narices lo hace que siempre consigue lo que quiere.

A parte de la lasaña estamos haciendo un tiramisú para el postre.¡No me lo he pasado tan bien cocinando como me lo estoy pasando hoy con Dani en la vida! No paramos de reírnos ni un solo segundo, ¡qué pena que solo nos quede un mes así! Mientras la lasaña está en el horno Dani y yo nos vamos a cambiar de ropa, Anna debe estar al llegar y yo todavía con la ropa de andar por casa. Abro el armario. Cojo unos pantalones vaqueros y la camiseta que me regaló Anna por mi cumpleaños. El pelo con la coleta se va a quedar. Eso sí, me pongo la pulsera Suena el timbre.

- Yo voy – oigo correr a Dani por el pasillo hacia la puerta, bueno, lo que él llama correr – pasa Annita. ¡Ui, que guapa se ha puesto la abuela!

Salgo de la habitación y voy hacia el salón

- Hola, la cena está a punto de acabarse

- ¡Mmmmm! ¿Huele a lasaña, no?
- Y de postre una sorpresa. Oye, esas calzonas te quedan genial.
- Tu también estas muy guapa. – Dani sigue parado mirándonos como con envidia – Tú también, no seas envidioso – Anna le coge el moflete mientras dice esas palabras, que gracia.
- Ahora vuelvo voy a ver, no se me vaya a quemar la lasaña

Voy a la cocina, abro el horno y saco la cena. Creo que hoy va a ser una noche fantástica

2 comentarios:

  1. Ohhh, que guayyy!!
    ME encanta esta historia!!
    Me gusta que Anna y Dani puedan ser amigos y no necesariamente tengan que ser pareja!!!
    Adora esta historiia!!

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