sábado, 30 de julio de 2011

Capítulo 24

Comemos todos en el jardín. La paella está riquísima, como siempre, la verdad. Cuando acabamos de comer Dani y Juanito, el hijo de Flo desaparecieron. Yo me quedé en el jardín hablando con Flo y su mujer. Cuando nos queremos dar cuenta son casi las 9 de la noche.

- Creo que sería conveniente que nos vayamos, voy a buscar a Dani – Me levanto de la silla y entro en la casa. Oigo la voz de Dani en el estudio y bajo. Allí están Juanito y él jugando a la play, echando un partido de fútbol

- GOL – Grita Dani – Lo conseguí
- Qué, Messi, nos vamos o no
- Espera que se acabe esta partida, a ver si soy capaz de meter los dos goles que me quedan para empatar – Dice sin apartar la vista de la televisión - ¡Mierda, ya metió otro! Ves, me has distraído – Oigo como se rie Juan y Dani se pica mas. Unos minutos después se acaba la partida resultado: 5-2, perdiendo el mayor, Dani – Venga, vámonos

Subimos las escaleras y arriba nos estaba esperando Florentino

- Gracias por invitarnos a comer, la paella estaba buenísima – Le digo mientras nos acompaña hacia la calle – Por cierto, me he enterado que seguramente no haya que irse a Barcelona

- Qué quieres decir con eso – Dicen mis dos acompañantes

- Ya os contaré mejor cuando esté más claro – Dani abre la puerta del coche y nos montamos en él – ¿Habéis estado toda la tarde con la play?

- Mujer, toda no, hemos echado también una partida al parchís y a las cartas...

- ¿Quién gano?

- … – Dani se frota el entrecejo – Él... las dos

Madre mía, pierde al parchís, a las cartas, a la play... ¡creo que hacen una carrera y también pierde! Bueno, con el parchís estaba claro, no se que hace pero casi nunca llega el primero, yo tampoco es que sea muy fina en eso pero alguna gano. Lo únicos juegos de mesa que se les da bien a él y a mi también son el poker y el monopoli, si hay dinerillo de por medio, aunque sea de mentira... ¡la cosa cambia! Pongo los 40 principales en la radio, suena Bruno Mars con Lazy song, me encanta esta canción, cuanto tiempo llevaba sin escucharla. Llegamos a casa con el comité de bienvenida de Boris, ¡que gatito más agradable! Me voy a la habitación a ponerme el pijama. Cuando salgo de mi cuarto me encuentro a Daniel en la puerta de la cocina con los brazos en jarra y ¡el mandil! Qué raro le veo con el mandil, además no es que sea de su talla, tiene que estar un poco incómodo

- La cena hoy la hago yo – Levanto una ceja y él sonríe, algo quiere – Ya has visto que esta mañana he hecho las tortitas y no ha pasado nada. Voy a hacer mi especialidad, filetes de pollo rebozados en puré de patatas

- Con cuidado, ¿vale?


Llevaba bastante tiempo sin hacer los filetes así, están muy ricos, debéis probarlos. Pero cuando los hago yo sola no me quedan igual, no se que narices le echa él pero no saben igual. Voy preparando unas bandejas y cuando termina de hacer la cena se quita el mandil y nos vamos al sofá a cenar en la mesa pequeña mientras vemos la tele.

- Patricia

- Humm

- ¿Puedo preguntarte algo?

- Sí... claro – Averigua que es lo que me quiere preguntar

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