sábado, 30 de julio de 2011

Capítulo 26

¿Y ahora qué digo? No se si a Rivera le molestaría que lo diga pero Flo es mi jefe y no puedo ocultárselo. Me armo de valor, respiro hondo.
- Me lo dijo Rivera – lo suelto casi sin pensar. Flo se queda callado y un poco sorprendido
- ¿Y como lo ha averiguado él?
- A mí que me cuentas, el detective es él. Pero... ¿es verdad?
- Sí, es verdad – Sonríe – No tenemos que irnos, me lo han dicho esta mañana – Llaman a la puerta buscan a Florentino.
- Flo, me vuelvo a la cocina, que como venga el encargado me llevo bronca.
Me voy corriendo a la cocina y aún así allí está Ramón, el encargado, esperándome con cara de asco, la suya.
- Señorita, se puede saber donde andaba
- Disculpe, fui a hablar con el jefe, me mandó llamar
- Si blablablá, escusas y más escusas, es la segunda vez que vengo y no está – Se calla de golpe.
- Ramón, ¿algún problema con Patricia? Reconozco la voz de Flo.
- Sí, no es la primera vez que bajo a la cocina y Patricia no está, la otra vez llegó tarde ya hora se va de aquí, como si esto fuera su casa.
- Estaba hablando conmigo, no se lo ha dicho
- Sí, pero...
- Pero nada – Flo se dio la media vuelta y siguió con lo que estaba. Estaba con un señor trajeado con una libreta en la mano, le veo de espaldas. ¿Será el inspector? No se, de todas formas... ¿Para qué venir si ya nos vamos? Bueno, yo vuelvo a entrar en la cocina y ahí están todos mis compañeros, trabajando, pasando las bayetas una y otra vez sobre las encimeras ya limpias y barriendo el suelo. El señor del traje debe ser el inspector. Le pregunto a uno de mis compañeros. “Haz que estás trabajando”, me dice. ¿Por qué tengo que hacer que estoy trabajando cuando ahora mismo no hay mucho que hacer? Entra en señor, se me recuerda a alguien. Hago memoria. El señor me mira y viene hacia mí.
- ¿Señorita, por qué usted no hace nada? – Me pregunta, tiene acento italiano ¡Andrea Vabaragio, este es el de la foto de Rivera! ¡Madre, y yo qué hago, qué digo! ¡Me ha visto!
- No tengo nada que hacer, la comida ya está preparada
- ¿Quiere que le ponga qué hacer? - Pasa un dedo por la encimera – Esto tiene mucha grasa, límpielo.
- Yo ahí no veo grasa y de todas formas limpiar eso no es mi trabajo, mi trabajo es hacer y servir la comida, para eso están los pinches – Todos los allí presentes me miran sorprendidos y Flo, que está detrás del inspector me hace un gesto para que me calle. Es aquí cuando me doy cuenta que no debería haber dicho eso, pero se perfectamente quién es y no puedo callarme, no se si Flo sabrá quién es este tío. Vabaragio me agarra de la barbilla
- Me gustan las chicas con personalidad – Me dice susurrándome al oído. Escribe algo en su libreta, arranca un cacho de papel y me lo tiende y después se marcha. Todos mis compañeros vienen hacia mi felicitándome por mi valentía, pero no les hago caso. Miro el papel, en él hay un número de teléfono, ¿será el suyo? Vuelvo a salir corriendo de la cocina en busca de Dani. Sea de quién sea el teléfono ésto deben saberlo él y Rivera, puede que mi plan de ataque se modifique un poco después de lo ocurrido hoy

2 comentarios:

  1. Hola :)
    He de decir que tu historia me encanta! :)
    Yo también tengo una ! te pasarías a leerla?
    http://mihistoriadaniyanna.blogspot.com/
    Gracias :)

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  2. claro que la leeré EspeTontaca97

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