miércoles, 27 de julio de 2011

capítulo 16

Capítulo 16

Bajamos en el ascensor en silencio. Llegamos al coche que está cerca de la puerta. Entramos.

- Donde su alteza diga

- Al Mosaiq, está cerca
- ¿A donde?
- Tu tira dirección Chamberí.
- Vale

Jaime no tiene ni pejolera idea de donde está el restaurante, y eso que le iba guiando. Cuando llegamos al restaurante son y media pasada ¡Media hora, si creo que tardo yo menos al ir andando!. Nacho y Marisa deben de estar hasta las narices de esperar. Jaime aparca el coche lo más cerca posible de la puerta y cuando salimos veo a Marisa en la puerta con el teléfono en la oreja. Voy corriendo

- ¡Patri, te estaba llamando! - ¿Y mi móvil? ¡Mierda, me lo quedé en casa!

- Jaime se perdió – No miento, él no tenía ni idea de como venir – ¿Entramos?

Entramos y pedimos la comida. Está todo riquísimo, para quien no lo sepa es comida marroquí. La primera vez que vine aquí fue con Dani y otro chaval el primer día que pisé Madrid. No hemos hablado de el por qué había venido Jaime conmigo ni por qué había llegado tarde, mejor.

Me encanta este sitio, si no fuera tan caro vendría más de vez en cuando, hoy además, como es viernes, hay espectáculo, que bien bailan las chicas, desde luego. Suena el teléfono de Nacho, lo coge y en seguida me lo tiende.

- Es para tí – Lo cojo

- ¿Quién es?
- Soy Dani. ¿Qué vas a hacer?
- No se, si ya no está Rivera en casa volver a casa pero si está hacer tiempo tomando unas copas con estos
- Pues ves, porque sigue aquí. He aprovechado para llamarte que está en el baño. Bueno, te dejo, ciao.

Salimos del restaurante y nos vamos a tomar algo, bueno, qué tomar algo, nos vamos de copas. Tengo intención de llegar tarde a casa, mañana es sábado.

Son las 3:45 de la noche y estoy con el punto, una copa más y ya no soy consciente de mis hechos. Decido irme a casa. Jaime se ofrece a llevarme, he de avisar que él no bebe, no puede al ser diabético. Sé que aunque yo ya no esté enamorada de él, sigue todavía loquito por mí, sino estoy segura que no me hubiera hecho el favor.

- Una más Patri, pago yo – me dice Nacho, que tampoco va con sed el chaval. Al final acepto y me tomo otra. Ya no soy responsable de mis hechos, aviso.

- ¿Por cierto Patricia, por qué me has pedido el favor que te fuera a recoger a casa en plan novio? - Me pregunta Jaime, ¿le digo la verdad?
- Para ver como reaccionaba Dani – Mi voz no parece muy creíble
- Dime la verdad.
- Vale, ¿viste al señor calvo que estaba en el sofá? - Asiente – Supuestamente es un detective, supuestamente, pero necesito que se crea que tengo novio.

Jaime parece conforme con mi respuesta. Me termino la copa y le hago un gesto a mi acompañante para decirle que nos vamos. De camino al coche le abrazo mientras andamos, Ui, creo que estoy empezando a tontear con Jaime, me da igual, me gusta. Llegamos a mi casa y me acompaña hasta la puerta. Aunque parezca que, no soy consciente de todo lo que estoy haciendo, cosa rara en mí. Jaime y yo nos venimos riendo desde que salimos del coche, me tiene agarrada de la cintura y detrás de mí. Me llegan recuerdos de cuando estábamos juntos, con tal nitidez que parece que fueron ayer, como si siguiéramos juntos. Me siento feliz al tenerlos pero, también vienen acompañados de todas los momentos en lo que me hizo sufrir, qué lloré por él y por culpa de sus putos celos, de esos momentos en los que me sentía sola y mi único apoyo eran Anna y Dani, porque mi hermano en estos caso... no va. Cuando recuerdo todo esto la felicidad que me entró con los anteriores se esfuma, pero todo eso ahora da igual, Jaime es mi amigo y soy muy feliz así, sin preocupaciones que las de mi trabajo y mi casa, sin tener que dejar de hacer planes con mis amigos porque mi novio quiera que quedemos a solas, coño, sin él. Meto la llave en la cerradura y abro la puerta un poco. Hay luz, ¡qué raro me resulta que Dani esté esperándome! ¿Pasará algo?

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