Capitulo 6

Me decido a mirar, pero mi cuerpo no responde
- Jose, cuando puedas. - Dicen desde la barra, supongo que es quién ha estrado
¡Hombre Dani, cuánto tiempo! - ¿Dani? Ya si que no puedo estar más tiempo quieta, tengo que mirar hacia la barra. - ¿Cerveza, verdad?
-Hoy necesito algo más fuerte, - Miro. Dani, sí. Con razón hemos venido Anna y yo antes a este bar. Supongo que Dani siente mi mirada pero me mira y se da la vuelta como si no hubiera pasado nada – Un whisky.
Jose, el camarero y Dani son muy buenos amigos, seguro que le cuenta algo. Dani de momento está callado, aunque se le nota intranquilo.
- Jose, ¿puedo pedirte consejo? -Jose asiente. Ahí va, si antes lo digo antes se lo pregunta. ¡No conozco yo más bien a éste muchacho! Hago que me voy, pero en realidad me meto en el cuarto de baño, desde la puerta de este se escucha muy bien las conversaciones que se practican en la zona donde ahora está mi compañero de piso y no se me ve. Dani mira alrededor - ¿Tú que harías si le regalas a una chica una pulsera y sientes que no le ha gustado que se la regalaras?

Mejor no escucho nada más y decido irme a casa. ¿De verdad piensa que no me ha gustado la pulsera?¿y por qué no me pregunta en vez de enfadarse conmigo? Cada vez entiendo menos a los tíos ¡y luego dicen de nosotras! Llego a casa. No me apetece cenar y menos hacer la cena, yo no voy a cenar y me da que el otro tampoco. Me voy a mi habitación, cuquihabitación, como dice Anna porque tengo muchos peluches, la mayoría de viajes. El qué más me gusta es un osito panda que me trajo mi hermano de China. Las paredes están pintadas de verde manzana y las cortinas y un gran cojin que tengo encima de la cama son rosa fucsia. El armario y la mesa son de madera pintada de blanco con los cajones del mismo tono que las cortinas. En realidad llevo con los mismos muebles desde que tenía 16 años, pero como me gustan me los traje a esta casa. Llaman por teléfono. Lo cojo.
- ¿Diga?
- Hola buenas noches, ¿se encuentra Daniel Martínez en casa?
- No, ha salido, pero tiene que estar al volver. ¿Le dejo algún recado?
- Dígale que ha llamado Rivera, él sabrá de sobra quien soy
Cuelga. Me vuelvo a la habitación.
Ya ha pasado un buen rato desde que me vine del bar. Yo estoy en pijama abrazada a mi panda de peluche y con la pulsera en la mano viendo como pasa el tiempo rápidamente. Oigo a alguien subir las escaleras del edificio, por como sube diré que es Dani, conozco hasta como sube las escaleras, es flipante. Oigo la llave entrar en la cerradura y abrir la puerta. Definitivamente, es Dani. Deja la llave en la mesilla de la entrada y oigo que se dirige a la cocina. Salgo, pero no para verle, sino para decirle lo de la llamada telefónica de ese tal Rivera
- ¿Y la cena? - pregunta Dani con la nevera abierta, de malos modos, claro
- No hay cena, si quieres algo te lo preparas tú. - espero que no se me note que estoy un poco enfadada con él por no preguntarme. - Por cierto, te ha llamado un tal Rivera, no ha dejado mensaje.
- ¿Rivera? Vale, gracias por avisar
¿Quién es?
- No tengo por qué darte explicaciones de nada
Dani saca el Iphone y se va a su habitación. Algo está pasando y me temo que nos va a traer problemas a todos. Espero que no