viernes, 29 de julio de 2011

Capítulo 23

Suena mi móvil, es un mensaje de Dani:

“No hagas d comr, Flo ns invita a su casa. n 1 rato voy a casa. ”

Contesto el mensaje

“ok, las tortits staban riqisms ;)”

Yo sigo limpiando la casa. Ahora mismo está sonando una canción de Alexandra Stan, Get Back. Esta canción me la pones de fiesta y me vuelvo loquísima. Miro al gato, ¡que pintas tiene! Se está intentando rascar y no puede con el trapo, no voy a ser mala, se lo voy a cambiar a las de adelante, el pobre me da pena pero, oye, su cometido está haciendo, el trapo está sucio y el suelo limpio. Ya he terminado de quitar el polvo. Me acuerdo cuando, al principio de llegar a esta casa, hicimos una tabla con las tareas de cada uno. Desde entonces las cosas sigues así, nos vamos turnando en todas las tareas, bueno, todas no, quedamos en que cada uno se encargaba de su habitación. Además la cocina era para mi y el baño para él. La cocina, la entrada y el cuarto de baño tienen baldosas, no parqué así que eso si hay que fregarlo, primero recojo la loza, saco los cacharros limpios del lavavajillas y meto los sucios; después cojo el cubo y la fregona le echo agua y un poco de amoniaco y me pongo a fregar. Cuando termino de fregar me voy al salón y me siento en la mesa a pensar en mi plan con Vasile. Mientras pienso llega Dani.

- ¡DANI QUIETO, QUE ACABO DE FREGAR! - Se para en seco y levanta los brazos

- Vale, vale, vale, vale – ¡Madre mía que gracia! Está parado en la puerta de entrada, en chándal, con los brazos en alto con una bolsa en la mano.

- Miau – ¡El gato!¡No me acordaba que sigue con los trapos! No puedo contener la risa y Dani en cuanto ve al gato también se ríe – Miau

- Jajajaja – Deja de reírse - ¿Puedo entrar ya? Creo que ya está seco – Mira el suelo a trasluz.

- Pasa, ¿qué tal la guardia?

- ¡Ay, chica ha sido very entreting – Me dice imitando a Mario Vaquerizo. Miro el reloj, es la una menos diez.

- ¿A qué hora has quedado con Flo?

- A las dos y media en su casa así que será mejor que te vayas preparando, bueno nos vayamos preparando, me voy a poner los vaqueros.


Llegamos a casa de Flo a las diez minutos antes de la hora acordada

- Qué puntuales, como siempre – Flo nos hace una reverencia mientras pasamos y posteriormente cierra la puerta – Para comer paella, ¿algo que objetar?

- No, claro que no – Decimos Dani y yo a coro

Me encanta la casa de Flo, es un adosado y tiene jardín, no es muy grande, pero al menos tiene; nosotros nos tenemos que apañar con el minúsculo balcón. Además me gusta también como está decorada, son unos muebles sencillos y elegantes, dice que son del Ikea, pero vamos, del Ikea son también los de mi casa. Nos quedamos un rato hablando con él en la cocina mientras termina de hacerse la paella. Mmmmm, que bien huele, mejor sabrá

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