Capitulo 7

Ya un nuevo día. Me levanto y voy a despertar a Dani, aunque estemos enfadados, bueno él conmigo, supongo que no querrá llegar tarde. Llamo a la puerta. No me contesta así que abro. Otra vez no hay nadie. Y la cama está hecha, hoy no ha dormido en casa ¿Dónde estará? Me da un poco igual que no esté, de todas formas hoy no me iba a ir con él, he llamado a mi hermano. Me estoy terminando de arreglar. Suena el teléfono.
- Hermanita, baja, que ya estoy en la puerta
- ¿Te puedes esperar 5 minutos? Estoy terminando de vestirme.
Termino de vestirme, bajo, me monto en el coche de mi hermano y me voy con él a la cafetería. No veo venir a Dani a la radio.
-Patri, te estás emparanoiarando . Si no ha ido a dormir a casa será por algún motivo. Será mejor que te tranquilices.
Le haré caso a mi hermano, sobre todo porque es mayor que yo y tiene experiencia en este tema con un compañero de piso que tuvo en la universidad
- Pero Mario se iba con su novia por la noche. ¡Ah, claro, que ese tal Rivera ses la novia de Dani! - digo ironizando un poco. - Anda pon la radio un rato
- ¿A Juanra? - Así llamamos nosotros a Juan Ramón Lucas
- ¿Tu que crees?
10:22. Empieza “La Mirada Cítrica”. Menos mal, reconozco a Dani en una de las imitaciones, o eso creo. A ver si luego baja a tomarse un café. Solo vienen Mónica y Roberto. ¿Y si les pregunto?
- Hola chicos. ¿y Dani hoy no baja?
- ¡No sabíamos que estabas aquí! Dani se ha ido corriendo nada más terminó la sección. - Me dice Roberto mientras echa el azúcar al café
- ¿Alguno de los dos puede llevarme al trabajo?
- Claro, guapa, yo te llevo. - Desde luego se agradece los “guapas” y además sabiendo que éste va sin segundas intenciones. - Total, hoy voy yo para allá
- Gracias Moni. - Espero a que se tome el café. - Manito, apuntamelo. Este te lo pago yo.
Entramos en el coche de Mónica y estuvimos todo el trayecto hablando evitando el tema de Dani. Mejor, seguro que me estoy preocupando sin motivo. Llegamos a Cuatro y me voy rápidamente a fichar a la cocina.
Hora de la comida. No me atrevo a mirar el comedor. No, no voy a hacerlo. Si ni le veo lo único que conseguiré es preocuparme más y he dicho que no me voy a preocupar por eso. Al final no consigo hacerme caso ni a mi misma y echo un vistazo al comedor. Observo. Menos mal está ahí, con Flo Anna y algunos más hablando y riendo, como todos los días. Saco mi móvil, después de dudar un poco, y le mando un sms:
“Hola Dani. Dond stabas anoche? Staba preocupada. X cierto, q te pasa conmigo?”
Le miro, veo que coge su movil, al menos se que ha leído el mensaje, lo está leyendo ahora. Ui, que me contesta, está escribiendo. Se guarda el móvil. Suena el mío. Abro el mensaje:
“Luego hablams”