domingo, 31 de julio de 2011

Capítulo 29

- ¿Anna?

- ¡Ay Patri, lo siento, no me había dado cuenta de que estabas ahí! ¿estás bien?

- Sí, Annita, disculpa tu también.

Me da dos besos y se va escaleras abajo. Yo entro en casa. ¡Qué bien huele! ¡Qué hambre tengo! Está el microondas funcionando y la mesa puesta. Voy al salón, Dani me hecha para atrás la silla para que me siente como si él fuera un maître de un restaurante de lujo.

- De cena lasaña recalentada de la señorita Simón, la ha traído para que veas que tal le sale a ella.

- Yo creo que hoy no puedo ser muy crítica de cocina... tengo un hambre que creo que si hiciera falta comería hasta gusanos – Mientras digo esto Dani va a la cocina y trae un plato con la ¿lasaña? La pone en la mesa.

- Esto se supone que es lasaña – Dice Dani intentando partirla con el cuchillo sin éxito – Pero vamos, a esto yo lo llamo carne nos nata líquida sabor bechamel.

- Trae – Cojo el plato y me sirvo un poco y sirvo otro poco a él. Pruebo un trozo – Estará deshecha, pero de sabor está bastante buena. Le tengo que decir el truco para hacer que no se caiga.


Terminamos de cenar, recogemos la mesa, meto los platos en el lavavajillas y lo pongo. Nos sentamos en el sofá supuestamente a ver la tele, pero nos pusimos a hablar y acabamos quitándola.

- ¿Puedo preguntarte donde estuviste esta tarde?

- Me lo has preguntado así que te lo diré

- No hace falta que me lo digas si no quieres – Dice a modo de disculpa – No vayas a pensar que intento controlarte o algo

- No pasa nada, te lo digo sin problemas, he estado en casa de Rivera – Me mira extrañado – Como no me quisiste dar el número de teléfono suyo... pues me las apañé para quedar hablar con él.

- Seguro que no le ha dado ni la más mínima importancia al número – Dice mientras se acomoda en el sofá – A por quién vais primero es a por Vasile, haber conseguido el número de teléfono de ese tío no implica mucho, si acaso un pequeño paso en la investigación. Además, no está muy claro que sea su número de teléfono de verdad.

- Eso mismo le he dicho yo. Él decía que ya que teníamos al principal tan cerca que nos tirásemos a él, pero he pensado que es mejor que no, que sigamos con nuestro plan primitivo y ahora es mejor porque ya se por que camino tirar. Ya no necesito tantas explicaciones, sino aclaraciones. Yo ya tenía una idea pensada y no me van a hacer pensar otra. Llevaré a cabo mi plan en Julio, en vacaciones. Tú que lo llevas más al día, ¿qué es lo que hace con enorme regularidad? – Le pregunto. Él es el que mayoritariamente hace las guardias por las tardes y los fines de semana por la mañana, si no lo sabe él...

- Todos, absolutamente todos los sábados sobre las 10 de la noche se va a un bar casino, mañana si quieres te enseño donde es.

- Vale, mañana vamos. Ahora me voy a ir a dormir, estoy cansada. Buenas noches

- Yo también me voy. Que descanses.

Me voy a mi habitación, me pongo el pijama y me acuesto. Cierro los ojos, tras un rato todo se queda en silencio. Oigo los latidos de mi corazón a un ritmo perfecto, oigo también las pisadas de Boris en el salón y un rato después, lo que no quiero escuchar, el ronquido de mi vecino Paco. ¡Cómo ronca ese hombre!


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